La explicación de los creadores de 'Juego de Tronos' tras el giro radical de Daenerys
David Benioff ha explicado que dejaron pistas de esta faceta oscura de Daenerys desde la primera temporada.
SPOILERS: si no quieres saber nada de lo que pasa en el quinto episodio de la octava temporada de Juego de Tronos, no sigas leyendo.
En el improbable caso de que te hayas perdido las reacciones y los memes de los seguidores de Juego de Tronos, el resumen es que todo ha quedado reducido a cenizas, incluida la reputación de heroína de Daenerys (mucho ánimo a quienes hayan llamado Khaleesi a sus hijas).
En el quinto episodio de la octava temporada, Daenerys consquista con gran facilidad Desembarco del Rey, forzando a las fuerzas de los Lannister a rendirse. Las campanas de la ciudad empiezan a tañer para anunciar la rendición de la ciudad y parece que todo va a terminar de forma pacífica con Khaleesi triunfando en su misión de “romper la rueda”. Sin embargo, esta se da cuenta de que todavía quedan 45 minutos de episodio y, “de repente” (en realidad no es una reacción inesperada), la Madre de Dragones suelta toda su rabia.
Ignorando el tañido de las campanas y los gritos de los ciudadanos inocentes ya rendidos, Daenerys decide seguir los pasos de su padre, el Rey Loco Aerys II y los quema a todos. Desata todo el poder de su último dragón sobre la ciudad y hace que su ejército acabe con el resto de las tropas de los Lannister.
Y todo el mundo reaccionó diciendo: Pero, ¿qué demonios...?
Durante siete temporadas, Daenerys fue la rompedora de cadenas y protectora de los inocentes, por lo que ver cómo cometía el mayor genocidio de la serie ha sido difícil de digerir.
Además, ¿recuerdas que hasta hace dos episodios estaba en el Norte luchando en el bando de los vivos? No tenía ninguna obligación de hacerlo. Podría haber tomado Desembarco del Rey con sus dos dragones y haber dejado que en el Norte se las apañaran por sí mismos. Es cierto que la Madre de Dragones vio al ejército de los muertos al otro lado del Muro y era consciente de que su reino sufriría si no ponía remedio antes.
Entonces, ¿qué ha pasado?
En el programa que emite HBO después del episodio para analizar lo sucedido, el guionista y creador de la serie Dan Weiss asegura que Daenerys no tenía premeditado actuar así tras el tañido de las campanas. Fue al ver la Fortaleza Roja, el hogar familiar que le habían arrebatado, cuando decidió “tomárselo como algo personal”.
Para comprender las acciones de Daenerys, es casi obligatorio volver a ver la escena y razonar: “Ah, que Daenerys reaccionó así al ver la Fortaleza Roja porque en 300 años de historia Targaryen todavía no había quedado claro. Vale, lo pillo”.
Fue una decisión tomada en el acto, pero el guionista y otro creador de la producción David Benioff ha explicado que dejaron pistas de esta faceta oscura de Daenerys desde la primera temporada. “Hay algo estremecedor en el modo en que Daenerys reacciona a la muerte de sus enemigos”, señala.
Según Benioff, todo lo que ha sucedido hasta la escena en cuestión en Desembarco del Rey (la revelación del linaje de Jon, la traición de Cersei al Norte, la muerte de Missandei...) ha hecho posible su reacción.
“Si alguno de esos sucesos se hubiera producido de otro modo, creo que no habríamos visto esta faceta de Daenerys Targaryen”, comenta Benioff.
Asimismo, el director del cuarto episodio, David Nutter, comentó la semana pasada en declaraciones a la edición estadounidense del HuffPost que la muerte de Missandei (Nathalie Emmanuel) “sirve para ser la gota que colma el vaso y transformar a Daenerys, para que esté furiosa”.
Si vuelves a ver la serie desde el principio, te darás cuenta de que hay numerosas pistas del lado oscuro de Daenerys: reaccionó con pasmosa tranquilidad cuando Khal Drogo (Jason Momoa) ejecutó a su hermano Viserys (Harry Lloyd) derramándole oro fundido en la cabeza; no le tembló el pulso al montar en dragón y decirle a la multitud que asesinara a sus amos y ejecutó a Randyll (James Faulkner) y Dickon Tarly (Tom Hopper) por no querer arrodillarse ante ella. En el siguiente vídeo se puede ver a partir del minuto 3:00 que Daenerys no iba de farol cuando aseguraba que abrasaría ciudades hasta los cimientos cuando sus dragones crecieran.
En el noveno episodio de la sexta temporada, cuando Mereen está siendo atacada, Daenerys le dice a Tyrion (Peter Dinklage): “Crucificaré a los amos. Prenderé fuego a sus flotas. Mataré hasta el último de sus soldados y arrasaré sus ciudades. Ese es mi plan”.
También es verdad que del dicho al hecho hay mucho trecho.
Los libros de Canción de hielo y fuego en los que se basa la serie de Juego de Tronos dejan aún más clara la faceta oscura de Daenerys.
En las novelas de George R.R. Martin, a Daenerys le preocupa convertirse en su padre, cuida cada vez más en quién puede confiar y tiene alucinaciones muy claras en el último capítulo de la quinta novela, Danza de dragones, sobre aceptar los instintos Targaryen, tal y como le dice Olenna Tyrell (Diana Rigg) a Daenerys en la séptima temporada: “Sé un dragón”.
En una de las alucinaciones, cree oír a Jorah Mormont implorándole que rechace la paz que ha intentado construir en Mereen y acepte su “sangre del dragón”.
«No. Sois de la sangre del dragón. —El murmullo se iba haciendo más débil, como si ser Jorah estuviese quedándose atrás—. Los dragones no plantan árboles. Recordadlo. Recordad quién sois, para qué habéis nacido; recordad vuestro lema.»
—Sangre y fuego —les dijo Daenerys a los tallos que oscilaban.
Al inicio del episodio de este lunes, las pistas de la serie y de los libros confluyeron cuando, antes de hacer una barbacoa con Varys (Conleth Hill), este parafrasea una cita de las novelas de George R.R. Martin sobre la facilidad de que un Targaryen pierda la cabeza.
El fragmento es de Barristan Selmy en Tormenta de espadas, el tercer libro.
Tu padre no fue el primero. El rey Jaehaerys me dijo una vez que la locura y la grandeza son dos caras de la misma moneda. Cada vez que nace un nuevo Targaryen, dijo, los dioses lanzan la moneda al aire y el mundo contiene el aliento para ver cómo aterrizará.
Esta confluencia entre los libros y la serie parece indicar que todo va por el mismo camino, con Daenerys convirtiéndose en la gran villana de la historia. Las pistas no son nuevas. La teoría de que Daenerys siga los pasos de su padre y se vuelva la Reina Loca ha sido siempre una de las más populares entre los seguidores de la serie.
Más allá de todo lo anterior, Daenerys asegura en la séptima temporada que no quiere ser la Reina de las Cenizas, por lo que también hay argumentos para que el genocidio que ha cometido en el último episodio parezca fuera de lugar, al menos en la serie.
Sin embargo, al tratarse de un giro argumental tan trascendental, es muy probable que George R.R. Martin ya lo tuviera planeado para sus siguientes novelas.
Allá en 2013, los guionistas de la serie se reunieron con el escritor para conocer las piedras angulares que faltaban para el final de la historia. Uno de los guionistas, Benioff, dijo para la revista Vanity Fair en una entrevista de 2014 que Weiss y él querían sentar bien las bases de lo que quedaba de serie. El escritor, por su parte, confirmó que les había contado a grandes pinceladas lo que pasaría en los libros, “aunque los detalles todavía no están”.
Por entonces, el escritor aún tenía la esperanza de que la serie no adelantara a los libros. Spoiler: George R.R. Martin se quedó atrás.
Como los dos últimos libros de la saga aún no han sido publicados, el escritor lleva desde la quinta temporada contándoles a los guionistas las grandes pinceladas de lo que está por venir en las novelas, pero sin el contexto completo sobre cómo hará que ocurra.
El origen del nombre de Hodor (Kristian Nairn) es una de esas revelaciones “impactantes” que les hizo George R.R. Martin. La segunda revelación impactante fue la muerte de Shireen (Kerry Ingram), sacrificada por su propio padre, Stannis Baratheon (Stephen Dillane).
La tercera revelación, según dijo Benioff en 2016 para Entertainment Weekly, “se verá muy al final”.
Y es bastante probable que la tercera revelación impactante sea Daenerys quemando todo Desembarco del Rey.
Lo cierto es que en el segundo episodio de la cuarta temporada, en una visión de Bran, ya se vio la sombra de un solo dragón sobrevolando Desembarco del Rey. Muchos seguidores de la serie han criticado a los guionistas Benioff y Weiss por la transformación de Daenerys, pero conviene señalar que fue el propio George R.R. Martin quien escribió el guion aquel episodio con la visión de Bran en la cuarta temporada. Ahora sabemos que esa sombra era la de Drogon y que no ha sido una invención de última hora por falta de ideas para cerrar la saga.
No obstante, aunque estén las “grandes pinceladas” de George R.R. Martin, es posible que sea la falta de contexto lo que ha causado el enfado de los seguidores.
Aunque suceda lo mismo en la serie que en las novelas, es posible que la evolución seguida hasta el momento en cuestión sea completamente diferente. Por ejemplo, George R.R. Martin ha asegurado que aunque la revelación del nombre de Hodor aparecerá en la sexta novela, se dará de un modo muy distinto al de la serie.
Estaba claro: los guionistas han creado las últimas temporadas basándose en las escasas indicaciones del escritor. Así es fácil aprobar, pero difícil sacar nota.
Si los guionistas solo se han centrado en llegar al final que les reveló el escritor (partiendo de la base de que las historias ya diferían bastante antes de que se terminaran de separar la serie y las novelas), al no tener contexto de los libros —como sí tenían en las anteriores temporadas—, es de esperar que se resienta el resultado final. Las tramas ahora avanzan demasiado rápido. Por ejemplo, Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) se acuesta con Brienne (Gwendoline Christie) y la abandona poco después. Euron (Pilou Asbæk) se convierte de la noche a la mañana en un experto matadragones y Arya pasa de recalcar la importancia de que los Stark sigan juntos a poner rumbo a Desembarco del Rey con el Perro (Rory McCann) con cinco minutos después.
En su blog, George R.R. Martin dijo que a veces le cuesta resistirse a la tentación de escribir atajos para que los personajes lleguen antes adonde tienen que ir. También le dijo a un usuario “la de veces” que había querido “crear un portal mágico o hacer que los personajes digan: ‘Como en Desembarco del Rey, en ningún sitio’”.
Como ha quedado dicho antes, el escritor dejó de hacer guiones para la serie en la cuarta temporada y, según dice, no tiene ni idea de cómo terminará. En una entrevista reciente con el medio Rolling Stone, insistió en que “partes importantes del final” serán cosas que él mismo les contó a los guionistas, pero que espera que haya cambios.
Menospreciar esos detalles o abreviar la trama es un defecto importante para muchos seguidores que se enamoraron de la serie precisamente por su complejidad y su atención al detalle. Fueron algunas de las escenas más detalladas las que inspiraron las teorías más populares y las que han dado pie a innumerables análisis críticos. Para muchos seguidores, lo más importante no es quién se quedará con el Trono de Hierro, sino cómo lo logrará.
Quizás suceda lo mismo con Daenerys en los libros y es posible que siga pareciendo un momento controvertido, aunque George R.R. Martin se permita miles de páginas para sentar las bases. Sin embargo, al ver la serie sin ese nivel de detalles y con la octava temporada limitada a seis episodios, es normal que tantos seguidores se indignen.
Nadie puede poner en entredicho que la octava temporada ha sido una joya audiovisual, —dejando al margen el café de Daenerys— pero sin el contexto que tenía antes parece que se ha convertido en un viaje desde el punto A al punto B.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.