La Eurocámara lanza su reforma interna para evitar más corrupción como la del Qatargate
Se quiere aumentar la transparencia sobre las reuniones en sus dependencias, los trabajos en paralelo de eurodiputados y acabar con las puertas giratorias.
El Parlamento Europeo dio ayer el pistoletazo de salida a su reforma interna que busca aumentar la transparencia sobre las reuniones que tienen lugar en sus dependencias, los trabajos en paralelo de eurodiputados o acabar con las puertas giratorias, de cara a prevenir un nuevo Qatargate, caso por el que se ha detenido a la exvicepresidenta de la Cámara, Eva Kaili, y por el que se investiga a varios diputados, asesores y lobistas.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, presentó a los líderes de los grupos políticos de la institución las 14 propuestas para, en sus palabras este mismo jueves, “reconstruir la confianza en la toma de decisiones europeas” y con las que quiere “avanzar rápido”.
Las reformas recogen desde una nueva obligación para diputados, asistentes y trabajadores de informar de todas las reuniones relacionadas con los asuntos sobre los que legislan hasta límites a las puertas giratorias para exeurodiputados, pasando por un registro de entrada para todos los grupos de presión.
Un portavoz de la presidenta del Parlamento Europeo afirmó, tras la reunión de este jueves, que Metsola se ha encontrado “con apoyo pleno” por parte de los líderes de los grupos a sus propuestas, que aún deben desarrollarse e implementarse. Metsola tiene ahora “un mandato para avanzar con el trabajo en los objetivos presentados” y “seguirá con sus consultas”, dijo su portavoz.
Fuentes del grupo liberal dijeron a EFE que, aunque no hay un calendario específico, “la idea es trabajar en todas las propuestas e implementarlas lo antes posible”, si es posible “antes de verano”.
Algunas pueden ponerse en marcha de manera inmediata, como el registro de entrada para lobistas, mientras que otras requieren acuerdos con otras instituciones europeas -las que tengan que ver con el registro de transparencia común- o reformas algo más prolongadas a las normas de funcionamiento de la Eurocámara.
Por su parte, la presidenta del grupo socialdemócrata, Iratxe García, incluyó entre las propuestas que ha defendido en la reunión un “refuerzo a la protección de los denunciantes” de corrupción, ya que las instituciones europeas no tienen un marco específico para garantizar la protección de estas personas y las propuestas planteadas solo recoge que se dé “formación” a asistentes saber cómo lanzar la voz de alarma.
Retroceso en la confianza
Metsola, en una entrevista concedida este jueves a varios medios europeos, entre ellos El País, ha hablado claro sobre el escándalo del Qatargate. “Tenemos que recuperar la confianza. Una confianza que nos costó 20 años construir y que fue destruida en unos pocos días”, afirma, de ahí la necesidad ahora de “reforzar la integridad, independencia y rendición de cuentas” de la Eurocámara.
“Me gustaría que cada uno asumiera su responsabilidad. La mía es asegurarme de que este Parlamento pueda presumir de su integridad, independencia y rendición de cuentas. Y eso es lo que estamos intentando hacer”, añade la conservadora, sin hacer sangre contra el Grupo Socialista, que es al que pertenecen los implicados.
“He recibido un mandato para reformar este Parlamento, para analizar las normas, ver lo que funciona y lo que no, para ver lo que se utiliza y lo que no. Cómo implementar [medidas]. Esto es algo que va más allá de la autorregulación; tenemos que darnos cuenta de que debemos reforzar las medidas y mirar otras nuevas”, ahonda. Es ahora o nunca: “Creo que hay voluntad política y que tenemos el impulso para crear medidas o reforzarlas”, subraya Metsola, para quien algunas de las propuestas “deberían haberse hecho hace años”, concluye.