La fábrica española que quiere acabar con los "culillos"
La planta de Becton Dickinson en Fraga (Huesca) ha comprometido 500 millones de jeringuillas para todo el mundo.
Un culillo. Esta expresión del consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre se hizo viral cuando intentó explicar un error que habían cometido algunas comunidades autónomas al no contar con las jeringuillas adecuadas para poner la vacuna del coronavirus. La jeringuilla ideal para administrarla y aprovechar ese culillo se fabrica en la localidad aragonesa de Fraga.
A principios de enero, la Agencia Europea de Medicamentos cambió el prospecto del fármaco de BioNTech / Pfizer para permitir la extracción de seis dosis de cada vial, en vez de cinco, siempre que se contara con el material adecuado. Este pequeño matiz resultaba de vital importancia. Al no disponer de las jeringuillas adecuadas, Andalucía, Madrid y Cataluña desaprovechaban el 20% de las vacunas recibidas.
La farmacéutica Pfizer recomendaba utilizar las jeringuillas fabricadas por Becton Dickinson (BD). Esta multinacional estadounidense aterrizó en España en 1977 con la apertura sus primeras oficinas en Madrid y dos años más tarde se trasladó a San Agustín del Guadalix (Madrid) donde también se encuentra una de sus fábricas en España.
A 435 kilómetros de allí se encuentra Fraga, un municipio de Huesca de 15.000 habitantes. Hace 35 años, BD compró en esa localidad Fabersanitas Industrial, una fábrica de jeringuillas, donde se producen las agujas ideales para poner la vacuna del coronavirus. España ya ha encargado 25 millones de unidades.
“Las jeringuillas se producen en la planta de Fraga, que tiene una extensión de 65.000 metros cuadrados y está totalmente automatizada. Cuenta con 700 empleados y produce 6.000 millones de unidades de jeringuillas al año”, cuenta Lourdes López, directora general de BD.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, visitaron recientemente las instalaciones de BD en Madrid. “Contar en España con este tipo de empresas punteras en tecnología sanitaria nos da confianza para abordar el proceso de vacunación con garantías”, señaló Maroto.
Una jeringuilla especial
La jeringuilla lleva patentada desde hace 15 años y se fabrica exclusivamente en Fraga. La gran ventaja de esta jeringuilla de bajo volumen muerto es que no deja mucho espacio entre el agua y el émbolo, lo que ayuda a que no se pierda parte de la dosis.
“La jeringa está diseñada para aprovechar las dosis al máximo, con aguja soldada a la jeringa. Evita la pérdida de vacuna en cada extracción. Permite vacunar a más personas con la misma cantidad, en un momento que hay escasez de vacuna en todo el mundo. Se logra vacunar a un 15% más de población con la misma cantidad de fármaco”, cuenta López.
Estas agujas ya han sido utilizadas en anteriores campañas de vacunación como la gripe aviar. “Se ha utilizado en numerosas campañas de vacunación masivas, sobre todo en el tercer mundo, por tener por su capacidad de aprovechar al máximo la dosis”, señala López.
España ha encargado 25 millones de jeringuillas
Aunque existen otros fabricantes de este tipo de agujas en el mundo, solo esta fábrica oscense las hace en España. Esta planta ha comprometido ya la producción de 500 millones de unidades de jeringas para la campaña de vacunación del coronavirus que se reparten a diferentes países, como EEUU, Canadá y Reino Unido.
Este material resulta imprescindible para mejorar el ritmo de vacunación en España, que se ha visto ralentizado en las últimas semanas debido a que llegaban menos fármacos de los previstos. El país ha recibido 2,2 millones de dosis, de las que se han administrado 1,8 millones, según los datos del jueves del Ministerio de Sanidad.
A pesar del enorme revuelo causado por los retrasos, los pedidos de jeringuillas todavía son insuficientes para vacunar a los 47 millones de ciudadanos. Las autoridades españolas han encargado 25 millones de jeringuillas cuando harían falta unos 100 millones si se quieren poner dos dosis a todos los habitantes. “Hasta el momento España ha encargado 25 millones de jeringas”, confirma López.
Ante el aumento de la demanda de las jeringuillas, la compañía ha invertido 1,5 millones de euros en la fábrica de Fraga para poder atender a los pedidos. “La planta ha empezado las obras de ampliación de su almacén automatizado, que aumentará su capacidad de 24.000 a 38.000 palets”, asegura López.