La economía española caerá más de lo previsto, un 9,5%, según el Banco de España
El gobernador Pablo Hernández de Cos alerta contra una retirada prematura de las medidas fiscales de emergencia.
Negro. Así parece que será el futuro económico de España. La crisis derivada de la pandemia del coronavirus será más larga de lo previsto y dejará un gran agujero en las cuentas públicas.
El Banco de España ha descartado este lunes el escenario más optimista de los tres que manejaba hace unas semanas el organismo supervisor. Este escenario pronosticaba una recesión más breve y moderada, que se traduciría en una caída del producto interior bruto (PIB) del 6,6%, como mínimo, en 2020.
Esa previsión se ha quedado corta, al constatarse que la crisis será más prolongada e intensa de lo que se creía. La economía española se dejará entre un 9,5% y un 12,4% del PIB este año.
Así lo ha señalado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso para exponer su diagnóstico sobre las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis y la evolución de la economía.
“La evidencia estadística acumulada en las últimas semanas y las dificultades que comienzan a vislumbrarse de cara a la eventual recuperación hace que los escenarios más benignos, con caídas más moderadas que se proyectaban hace solo unos meses, sean hoy poco realistas”, ha reconocido Hernández de Cos.
La recuperación empezará en 2021, pero será claramente insuficiente para recuperar los niveles anteriores. La economía española crecerá entre un 6,1% y un 8,5%, según el organismo supervisor.
“No estará exenta de dificultades, sin que se puedan descartar escenarios más desfavorables que los considerados actualmente”, ha señalado.
Las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis económica y el hundimiento de los ingresos supondrán un nuevo desbarajuste de las cuentas públicas. Se elevará todavía más los actuales niveles de deuda y déficit de las administraciones públicas -diferencia entre gastos e ingresos-.
Si se cumpliera el escenario de una caída moderada de la economía española, la deuda pública subiría hasta el 115% del PIB a finales de año, una cifra similar a la que maneja el Gobierno español. Si el desplome fuera mayor, podría terminar en el 120% del PIB.
A pesar de la recuperación económica que se produciría en 2021, la deuda pública se estabilizaría en esos niveles de finales de 2020, si no se toman medidas.
El gobernador del Banco de España ha pedido al Gobierno el mantenimiento de las ayudas de emergencias aprobadas para hacer frente a la crisis, como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) o las prestaciones por cese de actividad de los autónomos.“No hay una alternativa sensata a la expansión presupuestaria”, ha señalado.
Asimismo, Hernández de Cos ha pedido a los diputados un plan de ajuste de las cuentas públicas, una vez pase la crisis sanitaria. Este deber ser acordado por la mayoría de fuerzas políticas y durar varias legislaturas,
“Parece razonable repartir entre el conjunto de la sociedad los costes que una parte de la ciudadanía ya está soportando de una forma muy directa”, ha indicado.