La dieta mediterránea frena el deterioro cognitivo
Esta dieta no incluye solamente aquello que beneficia al intestino, como el consumo de fibra, sino que además elimina otros alimentos que son nocivos.
Los beneficios de la dieta mediterránea son bien conocidos, tanto para el corazón como para el intestino y el cerebro. En este sentido, cada vez hay más evidencias de que la adhesión a esta dieta genera beneficios en el cerebro, hasta el punto de que podría ralentizar, o incluso revertir, el deterioro cognitivo en los mayores.
Menor riesgo de infarto y de cáncer de mama
La dieta mediterránea se basa en el consumo preferencial de aceite de oliva, frutos secos, vegetales, pan integral, cereales, legumbres, frutas, pescados, carne magra con moderación, lácteos y huevos. Numerosos estudios han constatado que la adherencia a esta dieta reduce en un 30% el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, en un trabajo efectuado en una gran cohorte en el que participaron 4.200 mujeres entre 60 y 80 años, se comprobó que la incidencia de cáncer de mama se reducía en un 32% con una dieta mediterránea en la que se incorporaba preferencialmente el consumo de aceite de oliva frente a los frutos secos.
La fibra mejora el ánimo
Desde hace tiempo se sabe que la dieta poco saludable no solo es perjudicial para el corazón y las tripas sino que además puede empeorar el estado mental en general. En un estudio en el que participaron 45.826 personas que seguían dietas variadas se comprobó que los que comían alimentos ricos en fibra mejoraban el estado de ánimo.
Un aspecto destacado, aunque todavía se desconocen las causas, es que el aumento del consumo de fibra mejoraba los estados depresivos en particular en mujeres. Por otra parte, el efecto era más significativo cuando se combinaba con la práctica del ejercicio físico.
Freno al deterioro cognitivo
Además del ánimo, el consumo elevado de fibra se asocia con beneficios en la actividad cognitiva de los mayores. En un estudio reciente en el que se analizó el efecto de la dieta mediterránea frente a la dieta habitual de 612 personas de 5 países europeos entre 65-79 años se observó que la adhesión a la dieta mediterránea rica en fibra se asociaba a un freno en la fragilidad y el deterioro cognitivo en los mayores. Estas personas mejoraban la función mental así como la agilidad a la hora de caminar o de la fuerza muscular.
En el estudio analizaron además el microbioma intestinal de los participantes. Observaron que tras los 12 meses, había cambios respecto a los perfiles de los microorganismos del intestino. En particular, se observaba un aumento de las bacterias que fabrican ácidos grasos de cadena corta, mientras que se reducía la proporción de aquellas bacterias que se relacionan con la inflamación y productoras de ácidos biliares. En el estudio concluían que la mejora en la carga cognitiva de estas personas se correlacionaba con estos cambios beneficiosos en las bacterias del intestino.
Dieta mediterránea bien proporcionada
Son muchas las evidencias de los beneficios de la dieta mediterránea en el cuerpo y la mente. Sin embargo, no hay que olvidar que esta dieta no incluye solamente aquello que beneficia al intestino, como el consumo de fibra, sino que además elimina otros alimentos que son nocivos, como el pan blanco, los dulces o los alimentos ultraprocesados.
Sin duda la combinación de lo que “sí es bueno” frente a eliminar lo que “no es bueno” es la mejor proporción para tener una buena cabeza y un buen estado físico.
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