La Diada: otra fiesta privada del separatismo
El lema escogido por Torra, “Tornarem” (“Volveremos”), constituye toda una amenaza
Hoy millones de catalanes no pueden celebrar nada porque el Gobierno separatista ha decidido, un año más, excluir a más de media Cataluña de un día que debería ser de todos. Un año más, Torra y los suyos harán de la Diada la fiesta privada del separatismo pagada por todos los catalanes. Un año más, convertirán una celebración que debería ser el reflejo de la riqueza y de la diversidad de la sociedad catalana, en una jornada triste y excluyente.
Secuestran las instituciones inundándolas de propaganda separatista, desatienden los graves problemas reales de los catalanes, despilfarran el dinero de todos en chiringuitos y, no contentos con eso, también se apropian de días señalados como la Diada o Sant Jordi, convirtiéndolos en días de separación y enfrentamiento. Y es que el nacionalismo siempre ha hecho lo mismo: despreciar e ignorar a más de media Cataluña.
En Cs nunca hemos aceptado ni aceptaremos que haya una mayoría de catalanes a los que se expulse de una jornada que también es suya. Por eso seguiremos siendo la voz de los catalanes constitucionalistas que hoy no saldrán a la calle porque no pueden sentirse partícipes ni de los actos oficiales de un Govern que les ignora, ni de los intentos del separatismo de convertir cada Diada en un día de confrontación.
El lema escogido por Torra, “Tornarem” (“Volveremos”), constituye toda una amenaza y define perfectamente su hoja de ruta para los próximos meses. Ya han dicho que volverán a hacer lo mismo que hace dos años cuando intentaron silenciar a la oposición mientras daban un golpe de Estado. Lo mismo que hacen en nuestras calles, cuando se dedican a llenarlas de símbolos partidistas como si Cataluña fuera suya. Lo mismo que hacen cuando utilizan TV3 como altavoz de su propaganda. Y hoy vuelven a hacer lo mismo, utilizando los recursos y el dinero de todos los catalanes para “calentar las calles” en esta Diada solo para ellos.
Los separatistas han tocado fondo: lo admiten ellos mismos. Pero, lejos de cesar en su intento de seguir dividiendo a la sociedad catalana, enfrentando a familias y amigos; protagonizarán una nueva huida hacia adelante. Un “tsunami”, como ellos lo llaman, que volverá a arrasar con los derechos y libertades de la mayoría de los catalanes. Es intolerable que, mientras aún sufrimos las consecuencias de la peor crisis de convivencia, institucional y económica que ha atravesado Cataluña en democracia, quieran volver a agitar la confrontación. No tienen de su lado ni a la ley, ni a la mayoría de catalanes pero, sobre todo, no tienen derecho a volver a llevar a nuestra tierra al abismo.
Si lo hacen, enfrente estará Cs para frenarles, dando voz al constitucionalismo como siempre hemos hecho, denunciando y combatiendo los abusos del separatismo.
Cs nació para derrotar al nacionalismo y hoy nuestro compromiso cobra más sentido que nunca. Con un Sánchez que pacta allí donde puede con los nacionalistas y un PSC en Cataluña que se ha convertido en el salvador del procés. Un día hablan de referéndum de autodeterminación; otro día, de indultos y otro, de pactar con ellos los presupuestos para insuflar oxígeno a un Govern tocado y hundido. Un Govern que ignora los problemas de la Cataluña real y que está obsesionado con construir su República imaginaria, a las órdenes del prófugo de Waterloo.
Mientras tanto, el pasado mes de julio en Cs impulsamos un pleno para hablar de propuestas para la Cataluña real. Allí expusimos nuestro proyecto para dar respuesta a problemas tan graves como las listas de espera en sanidad, los barracones, las ayudas a la dependencia y la fuga de empresas que lastra las oportunidades de nuestra tierra. Eso es Cs: firme oposición a los atropellos del nacionalismo y apuesta decidida por los problemas reales de los catalanes.
Por eso hemos pedido la dimisión del Sr. Torra, el primer presidente de la Generalitat en el ejercicio del cargo sentado en el banquillo de los acusados. Y también le exigimos que convoque elecciones para pasar página del procés de una vez por todas. Un procés que estoy convencida que pronto formará parte del pasado si los constitucionalistas nos movilizamos como hicimos el 21 de diciembre de 2017.
Para esta nueva etapa, tengo el honor de ser candidata a la Presidencia de la Generalitat por Cs. Estoy orgullosa de encabezar un proyecto cuya razón de ser es la defensa de los derechos y libertades de todos los ciudadanos frente al nacionalismo. Y también de liderar un equipo que se dejará la piel para volver a unir a los catalanes y poder centrarnos en lo que de verdad importa: un mejor futuro para todos.
Hasta entonces, seguiremos luchando para tener unas fiestas y unas instituciones de todos y para que dejen de ignorar a más de la mitad de los catalanes. Porque por mucho que algunos se empeñen en hacérnoslo olvidar hoy y cada día, Cataluña somos todos.