La derecha mediática
En realidad, la derecha mediática hace crecer el voto de Vox, cargándose lo liberal del PP.
Algunos de nosotros ejercemos la disidencia con la intención de racionalizar
desde la izquierda medidas del Gobierno; ellos, la derecha mediática, pretenden
derribarlo. La distinción entre ellos y nosotros no incide en la polarización, sino que manifiesta las diferencias dentro de la democracia. Por ejemplo, algunos de ellos no atacan a Marlaska por sus acciones, lo hacen por su orientación sexual, lo que les sitúa entre los voceros de un sinsentido que padecimos durante cuarenta años de dictadura.
Primero se escribió que Yolanda Díaz iba a romper el ejecutivo, de lo que negué
la mayor en este digital. Díaz, después de un tira y afloja que no arriba en ningún puerto, dice a todo que sí con tal de sobrevivir.
Luego, llegado el acuerdo, se apuntó a que Sánchez iba a finalizar la legislatura, algo de lo que se dudó a su vez con el aviso del PNV y de ERC desde los escaños. Largo es el olvido. El PNV siempre ayudó a la gobernabilidad de España, y siempre, antes de unos presupuestos, anunció que no los suscribiría, lo que desmintió a posteriori. Lean el diario de sesiones.
En cuanto a ERC, nos tiene acostumbrado a apuntar con pólvora mojada. La legislatura terminará cuando corresponda. Avisar dos años antes de su conclusión no fuerza ningún adelanto electoral. ERC teme a la CUP, así que se ha echado voluntariamente en brazos del ejecutivo sin aprobar leyes en su comunidad, lo que hace que el PSC de Illa, pese a su gestión de la pandemia, siga avanzando en la intención de voto después de ganar las elecciones, aunque al presente no sume más que los separatistas. Sánchez, incluso, se ha cargado la emancipación del partido hermano, el PSC. Eso está bien. El famoso partido hermano y Sánchez participan de la misma intención en Cataluña. El problema de fondo vendrá luego, cuando los ánimos independentistas no encuentren receptores. No los deben encontrar ni ahora ni mañana. Se producirán conflictos, pero no arderá Cataluña en la huida hacia delante de Pere Aragonés, el de la endodoncia perpetua.
Me provocó risa, la normal, que la derecha mediática se explayara en comentar
que Sánchez iba a validar la reforma laboral de Rajoy con algunos retoques. Estaba claro entonces que por fortuna la iba a tumbar sin salirse del guion de Bruselas. No había que ser muy listo para intuirlo. Hasta se quejan del descenso del desempleo por mor de la contratación funcionarial. No recuerdan la de los gobiernos populares.
La ley de educación no se apuntala en la excelencia. Eso no es bueno, por mucho que se esconda en una serie de bondades que no se dan. Pero la derecha mediática, en su persistencia cañonera, pretende atacar a la asignatura de filosofía arguyendo, sin ir más lejos, que se ha puesto a la misma altura a Arendt y Zambrano que a Kant y Platón. No caen en que, manteniendo las distancias y las coyunturas, ambas mujeres son gigantes de las ideas, al margen de su sexo. Respecto a Kant, el joven revolucionario francés Colbert lo zurra en las cartas que se dirigen. Colbert es un vitalista frente al dinosaurio
germánico. A Platón lo encarcelan en Siracusa por intentar instaurar la república. María Zambrano fue condenada al exilio. Las comparaciones de la derecha mediática no sirven, pues no han leído la obra mínima de los cuatro ni conocen por encima sus biografías. En los mundos del pensamiento, antes de la critica, resulta inexcusable cierta documentación. Los gacetilleros de la derecha mediática están en reventar los calendarios, pensando que el PP busca gobernar por derecho divino, lo que el PP no se cree alejado ya de postulados extremos. Un PP centrado en el conservadurismo, el que inventó Aznar, es el que consigue gobernar. De no producirse la alternancia entre PP y PSOE nos ahogaríamos en una democracia tullida, de la que se beneficiarían los salva
patrias de Vox o los cantonalistas de UP, sucediéndose en el poder que alcanzarían por la fuerza, hay que decirlo, de la violencia. Vox recuerda a la CEDA irracional de la segunda república, y UP a unos, que los hubo, y muchos, exaltados del Frente Popular.
La derecha mediática resbala, se estrella, al magnificar la muy presunta guerra
de Ayuso y Almeida. No la hay. Son diferencias de marca, las de cualquier partido.
La derecha mediática anda a la gresca con Felipe González y Nicolás Redonda
Urbieta, dos de los máximos representantes de espíritu del 78. No se da cuenta la derecha mediática que les hace un flaco favor a los populares. Los podemitas se podrían preguntar, embarrados de alevosía y premeditación, de dónde procede el fundador del PP. En realidad, la derecha mediática hace crecer el voto de Vox, cargándose lo liberal de los populares e impidiendo que puedan gobernar sin la tenaza de Abascal, que es, porque lo es, un peligro.
La historia no se revisa, lo que procuran algunos de los periodistas referidos, se
estudia para que no se repita. Los prebostes podemitas en su día, Iglesias y Errejón, se dedicaron a un ejercicio de revisionismo fascista en sede parlamentaria. Ocurrió en la Sala Constitucional del Congreso de los diputados. Iglesias y Errejón, en alegre comandilla, ufanos, presentaron un libro de Carl Smith titulado Teoría del partisano. No contaron lo sustancial del siniestro personaje, conociéndolo. Carl Smith era un prominente militante del partido nazi, con diversos cargos en aquel gobierno, al que ayudó con el odio y el asesinato. Si bien es verdad que los nazis lo convirtieron en enemigo, es cierto que aniquilaron a las camisas pardas, el nazismo originario, en la noche de los cuchillos largos. Carl Smith no era un enemigo al uso; era un amigo que se
desvió, poco, de la senda trazada. Smith llamaba al sacrifico de la vida en pos de la unidad política, llamaba a la tumba. Este animal no sufrió cárcel. Al contrario, alejado de aquellas instituciones disfrutó de dinero a espuertas. Errejón e Iglesias lo defienden.
Los nazis se paseaban en San Sebastián. El malnacido de Himmler, jefe de la SS, fue agasajado el 19 de octubre de 1940. Las SS han vuelto a manifestarse en San Sebastián, exigiendo los derechos de los etarras. El nieto de Himmler, el Reichsfúhrer de las SS, Arnaldo Otegi, no comprende que los asesinos tienen los mismos derechos en las cárceles de España, lo que está en las leyes. Pero claro, quién le va a pedir humanidad a las SS de Otegii y al mismo Otegi, hermano de la amenaza y de la muerte.
Posdata: Escribí aquí, parafraseando al histórico Benegas, que para ser ministro
hay que llevar pañales. Quizás por eso la ministra portavoz, en su bisoñez lógica, entra a todas las preguntas. Desde el punto de vista democrático hay que celebrarlo. Empero, desde el punto de vista democrático que atañe al Gobierno, se echa de menos mayor torería. De todo se aprende, la lidia con la prensa, con la parte casposa de la derecha mediática.