La decisión de Starbucks con la que intenta revertir las acusaciones de racismo
"Estamos avergonzados y reconocemos que el sesgo racial es un problema que debemos abordar", asegura la compañía
"Se necesitan 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla. Si usted piensa en eso, hará las cosas de manera diferente", dijo una vez Warren Buffett, consejero delegado de Berkshire Hathaway y tercer hombre más rico del mundo según la revista Forbes. De esa frase debe estar acordándose Kevin Johnson, consejero delegado de Starbucks.
La cadena de cafeterías ha anunciado el cierre durante la tarde del martes 29 de mayo de las oficinas centrales y todos los locales que tiene en propiedad en Estados Unidos, más de 8.000 establecimientos, según un comunicado. Los 175.000 trabajadores de la compañía (a los que llama socios) recibirán durante esas horas un curso para combatir las prácticas racistas.
"El 29 de mayo, cerraremos las tiendas Starbucks de Estados Unidos para llevar a cabo una formación sobre prejuicios raciales para abordar el sesgo implícito y prevenir la discriminación. Estamos examinando con rigor quiénes somos como compañía. Estamos avergonzados y reconocemos que el sesgo racial es un problema que debemos abordar", ha asegurado la compañía en Twitter.
Durante ese tiempo, los socios realizarán un programa de capacitación diseñado para abordar los prejuicios implícitos, promover la inclusión consciente, evitar la discriminación y garantizar que todos los que se encuentren en una tienda de Starbucks se sientan seguros y bienvenidos", explica el comunicado. Además, ese curso se incorporará además a la formación que reciben los empleados en los procesos de selección.
Varios expertos orientarán a Starbucks en el diseño del curso. La compañía ha difundido algunos nombres:
- Bryan Stevenson, fundador y director ejecutivo de Equal Justice Initiative
- Sherrilyn Ifill, presidenta de NAACP Legal Defense and Educational Fund
- Heather McGhee, presidenta de Demos
- Eric Holder, Fiscal General de EE UU entre 2009 y 2015, durante la etapa de Obama.
- Jonathan Greenblatt, director ejecutivo de la Liga Antidifamación
Acusaciones de racismo
Esta decisión se ha anunciado días después de que las cafeterías de Starbucks se vieran envueltas en medio de una polémica racial. Dos hombres afroamericanos fueron arrestados en un local del centro de la ciudad de Filadelfia, en Pensilvania (Estados Unidos), tras una llamada del encargado a la policía, ya que se encontraban sentados en el local sin consumir.
El vídeo de la detención se hizo viral al cosechar millones de reproducciones. Las redes sociales se llenaron de críticas a la compañía con llamadas al boicot e incluso se han producido manifestaciones en algunos establecimientos.
Starbucks no quiere ver su reputación por los suelos y está dispuesto a hacer del antirracismo su bandera. "Los valores fundacionales de la empresa se basan en la humanidad y la inclusión", ha defendido Howard Schultz, presidente y fundador de la compañía.
Johnson viajó el pasado fin de semana desde Seattle a Filadelfia tras el estallido de la polémica. Allí mantuvo reuniones con la comunidad, el alcalde de la ciudad, Jim Kenney, y con el jefe de la Policía y pidió disculpas. "Pasé los últimos días en Filadelfia con mi equipo de liderazgo escuchando a la comunidad, aprendiendo lo que hicimos mal y los pasos que debemos seguir para solucionarlo", ha asegurado Johnson.
"Si bien esto no se limita a Starbucks, estamos comprometidos a ser parte de la solución. Cerrar nuestras tiendas para capacitación sobre prejuicios raciales es solo un paso en un viaje que requiere dedicación de todos los niveles de nuestra empresa y asociaciones en nuestras comunidades locales", ha afirmado.