La Cultura ante la guerra de Ucrania: entre cancelaciones y dudas
La invasión abre el debate, tanto en España como en el resto del mundo, de qué hacer con los artistas rusos.
La guerra de Ucrania ha obligado a la Unión Europea a aplicar las sanciones más duras de su historia para aislar a Rusia. No sólo a Vladímir Putin, sino también a los oligarcas rusos y a las personalidades que colaboren con el gobierno.
Esta posición de aislar a Rusia no solo tiene consecuencias económicas, sino también culturales. Apenas un día después de comenzar la invasión, la UER decidió excluir a Rusia de la próxima edición de Eurovisión. Desde entonces, el goteo de cancelaciones no ha cesado.
Uno de los primeros en estar en el punto de mira fue Valery Gergiev, uno de los directores de orquesta más reputados del mundo, director del Teatro Mariinsky de San Petersburgo y amigo personal de Putin. El Carnegie Hall de Nueva York, donde iba a actuar con la Filarmónica de Viena, decidió cancelar sus conciertos y La Scala de Milán y la Filarmónica de Munich, donde era director titular, le pidieron que condenara la guerra o sería despedido. Gergiev no lo hizo y ha sido despedido de ambas instituciones. En 2014, el artista apoyó la anexión de Crimea y en 2016 dirigió un concierto en Palmira (Siria) para celebrar la victoria de las tropas del dictador Bashar al-Ásad frente al Estado Islámico en el que Putin intervino a través de un mensaje en vídeo.
En España, las instituciones también se plantean qué hacer con los artistas rusos que tienen funciones en los próximos meses. En declaraciones recogidas por El País, Víctor García de Gomar, director artístico del Teatre del Liceu de Barcelona declaró que están “estudiando diferentes escenarios, desde el más agresivo hasta el más tolerante, pensando cuál es el posicionamiento más acertado”, y que no tienen un posición definitiva al respecto.
Las palabras del director de coliseo barcelonés son la respuesta a varias preguntas acerca del recital de la soprano Anna Netrebko, previsto para el 3 de abril como parte de la programación del 175º aniversario del teatro. Finalmente la cantante no pisará el escenario del Liceu después de que anunciara que “da un paso atrás” y que “no es momento de hacer música”.
Netrebko, una de las grandes sopranos del panorama actual, es cercana al Kremlin y ha lamentado que los artistas rusos se vean obligados a posicionarse ante la invasión a Ucrania. En un comunicado, anunció su decisión de tomarse un tiempo ante la sombra de las cancelaciones: “Este no es un momento para mí para hacer música y actuar. Por lo tanto, he decidido dar un paso atrás por el momento. Es una decisión extremadamente difícil para mí, pero sé que mi público entenderá y respetará esta decisión”.
En su Instagram, la soprano rusa declaró que se oponía a la guerra: “Como ya he dicho, me opongo a esta guerra de agresión sin sentido y hago una llamada a Rusia para que le ponga fin inmediatamente para salvarnos a todos. Necesitamos la paz ya”. Este jueves, la Met Opera de Nueva York anunció que cortaba sus lazos con la cantante al menos durante las dos próximas temporadas después de que le pidieran que se distanciara de Putin.
Netrebko si actuará, en principio, en el Teatro Real de Madrid en el marco del Universal Music Fest, tal y como se ha confirmado en la presentación del festival este jueves. Los organizadores confían que la soprano, que estará acompañada de Yusif Eyvazov, haya retomado su actividad para el 25 de julio, fecha en la que está programado su concierto.
El teatro madrileño, que homenajeó a las víctimas ucranianas el pasado domingo, ha cancelado su cita en mayo con otro de los emblemas de la cultura rusa, el Ballet del Teatro Bolshoi de Moscú. Su decisión llega después de que otras instituciones europeas como la Royal Opera House de Londres hayan cortado por lo sano con el Bolshoi, cancelando la gira veraniega que estaban planificando y que sería la vuelta del reputado ballet ruso al coliseo londinense.
Después de dos años con las giras marcadas por la pandemia, la otra gran compañía de danza clásica de Rusia, el Ballet del Teatro Mariinsky, también se citaba en España. En concreto, el 8 y 9 de julio en el Festival de Peralada, que ha decidido cancelar las funciones de la compañía alegando “la necesidad de un posicionamiento claro de las instituciones artísticas y sus dirigentes en contra de la guerra y en compromiso con la paz”.
“El Festival Castell de Peralada manifiesta de esta forma su compromiso con la defensa de la paz entre todos los pueblos y naciones del mundo y su rechazo a cualquier violación de los derechos humanos”, reza el comunicado.
La presión hacia los artistas rusos y el boicot internacional crece a cada hora que pasa, y algunos artistas se han posicionado en contra de la violencia del gobierno de Putin. Entre ellos, Vladimir Urin —que en su día aprobó la anexión de Crimea— y Valery Fokin, director del Bolshoi de Moscú y del Alexandrinsky respectivamente, que han firmado una carta contra la guerra. Por su parte, el museo de arte contemporáneo Garage ha cesado su actividad hasta que termine la violencia.
Qué hacer con el Museo Ruso de Málaga
En medio del goteo de cancelaciones y posicionamientos, en los últimos días han surgido debates cómo qué hacer con el Museo Ruso de Málaga, que actualmente acoge una exposición Guerra y paz en el arte ruso, que en principio se mantendrá hasta el 22 de abril.
La decisión de mantener esta muestra abierta al público y de seguir adelante con las exposiciones programadas para los próximos meses ha causado tensión entre el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, y la concejala de Cultura del Ayuntamiento, Noelia Losada.
El Museo Ruso de Málaga funciona gracias un acuerdo con el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, por lo que Losada es partidaria de “dejar en suspenso” las próximas muestras. En una entrevista con la cadena COPE, la responsable de Cultura declaró que para ella la mejor solución es “cuando llegue el momento de vencimiento de las exposiciones, no transferir ni un euro más al Museo Estatal Ruso”.
“Una transacción económica o comercial, aunque sea de cultura, con el Gobierno ruso no sería aceptable”, insistió Losada, ante la posición del alcalde, que considera que la Cultura debería dejarse al margen de sanciones. “Yo distingo entre el pueblo de Rusia y un gobernante que no sintoniza con lo que el pueblo quiere”, declaró el miércoles.
Francisco de la Torre, que devolverá la Medalla Pushkin que le otorgó Putin en 2018, ha rechazado la invasión a Ucrania y espera que el conflicto “sea breve”, pero revela que prescindir de exposiciones como estas sería bajar el nivel cultural de Málaga.