Los 11 años de amor de Iker Casillas y Sara Carbonero
Tras los incesantes rumores, la pareja ha confirmado su ruptura.
Iker Casillas y Sara Carbonero han puesto punto y final a su relación, como han confirmado con una emotiva carta y después de que en los días previos la revista Lecturas anunciara su separación y después lo desmintiera ¡Hola!
La pareja se había mantenido callada; todo lo único que había salido de los labios de Carbonero había sido un “estoy muy bien” a los periodistas este miércoles.
A lo largo de sus 11 años de relación la pareja, que sorprendió a todos con un beso en el Mundial de Sudáfrica, ha protagonizado tiernas instantáneas en redes sociales junto a sus hijos Lucas y Martín, pero también han superado duros momentos personales como el infarto de él o el cáncer de ovario de ella. Repasamos aquí su historia:
La pareja se conoció en 2009 cuando Carbonero empezó a cubrir la información relativa al Real Madrid en Informativos Telecinco y fue entonces cuando se encargó de informar sobre la Copa Confederaciones. Entonces, según cuenta su círculo cercano, Carbonero se mostraba reacia a una posible relación con él a pesar de que mantenían un contacto estrecho.
“Hablaban por teléfono a menudo, por temas de trabajo, pero Sara no estaba muy por la labor. Ya sabes la fama que tienen los futbolistas en general”, señaló Susana Guasch, compañera y amiga de Carbonero, a Vanity Fair.
Finalmente, fue una sorpresa del entonces guardameta del Madrid lo que hizo que Sara se fijase en él. “Esa noche las chicas fuimos al teatro y me compinché con él. No paró de mandarme mensajes durante toda la obra. ¡Nervioso, inquieto! Sara se enfadaba conmigo porque no le quería enseñar lo que tenía en el móvil. Después nos fuimos a cenar y allí apareció él a las 12 de la noche en el restaurante, con regalo incluido. Ella se quedó petrificada. A partir de ahí la relación ya fue imparable”, detalló Guasch al citado medio.
De puertas para fuera, el noviazgo se hizo público de la forma más notable posible: un beso delante de toda España. El recordado beso de Iker y Sara después de que España ganase el Mundial de Sudáfrica en 2010 fue la confirmación.
Después de cuatro años de amor y más besos cazados por los paparazzi, la pareja dio la bienvenida a su primer hijo, Martín Casillas Carbonero, el 3 de enero de 2014. “Estoy tremendamente feliz de que por fin haya llegado este momento y de que todo haya salido tan bien, sin duda 2014 ha entrado con buen pie. Muchas gracias por estar siempre ahí”, dijo Casillas al dar la noticia.
Desde entonces, el pequeño copó numerosas imágenes junto a sus padres e incluso Casillas se lo llevó al terreno de juego para celebrar la décima Champions del Real Madrid.
El 2016 fue el año de los cambios en la pareja. Iker y Sara se casaron en riguroso secreto en una boda íntima celebrada el 20 de marzo en Boadilla del Monte (Madrid). Los medios se enteraron dos semanas más tarde y la pareja no dio ningún detalle ni ninguna imagen del evento.
“He tenido la boda que realmente había soñado. Tampoco había soñado algo concreto, pero estoy contenta y para mí fue muy bonito, la verdad. No todo el mundo sueña con tener un bodorrio y a mí igual me da más pereza hacer una megafiesta”, dijo entonces Carbonero a los medios.
Ese mismo año la pareja se trasladó a Oporto después de Casillas fichase por el Oporto F.C. Allí la pareja, que esperaba ya a su segundo hijo Lucas, encontró un segundo hogar, tal y como ellos mismos han mostrado en redes.
El 3 de junio nació en la clínica Ruber Internacional de Madrid, Lucas, el segundo hijo de la pareja. Al igual que hicieron con Martín la pareja presentó al pequeño a los medios al salir del hospital.
Tres años más tarde la felicidad de la pareja se truncó con dos duros problemas de salud. La primera fue el 1 de mayo de 2019, cuando Iker Casillas sufrió un infarto mientras entrenaba con el Oporto F.C. Carbonero se enteró de la noticia mientras estaba grabando un anuncio en Cádiz.
“Estaba en Cádiz y cogí un vuelo a Madrid porque tenía que hacer una escala de unos 30 minutos hasta coger mi avión a Oporto”, recordó en el documental Colgar las alas (Movistar +). Entonces su amiga Ana le dio la noticia. “Estate tranquila Sara, a Iker le ha dado un infarto”, le dijo.
El segundo golpe tuvo lugar apenas dos semanas más tarde: Carbonero comunicó el 21 de mayo que se había operado de un “tumor maligno de ovario”. “Todo ha salido muy bien, afortunadamente lo hemos pillado muy a tiempo pero todavía me quedan unos meses de lucha mientras sigo el tratamiento correspondiente”, dijo entonces.
La pareja empezó su “nueva vida” en octubre de 2020 entre rumores de una posible separación después de que Casillas adquiriese una casa a título personal junto al madrileño Parque del Oeste.
Las pistas ya apuntaban a que la relación no iba bien y Casillas confesó en el mes de agosto que se había distanciado de Carbonero. “He estado de un lado para otro e igual no he estado lo que tendría que haber estado al lado de Sara”, declaró entonces.
Lejos de los rumores, Carbonero inició el curso con nuevos proyectos.“Nuevo curso. Muchas ganas”, dijo la periodista poco antes de mudarse de nuevo a la capital. Y lo cierto es que, desde su llegada a Madrid, ha potenciado su marca de ropa Slow Love junto a la periodista de Telecinco Isabel Jiménez y volvió al mundo del periodismo con su programa Que siga el baile que emite martes y jueves en Radio Marca.
Por su parte, Casillas confirmó el pasado mes de diciembre que volvía al Real Madrid como director general de la Fundación Real Madrid. El que fuera guardameta del club blanco se mostró “orgulloso de volver a casa” ante la noticia.
Este 2021, Iker y Sara no han empezado con buen pie. Los rumores de separación son cada vez más fuertes, a pesar de que su círculo cercano lo negara el pasado mes de febrero en declaraciones a Semana y ¡Hola!
Los rumores frenaron cuando Carbonero fue ingresada de nuevo el pasado 9 de febrero y Casillas se trasladó allí junto a la familia de la periodista. Sin embargo, pocos días antes, la felicitación del exportero a Carbonero por su cumpleaños fue de lo más comentada por ser simplemente “cordial” sin mostrar especial emotividad por la periodista.
