La Constitución, al borde la crisis de los cuarenta
La Carta Magna cumple 39 años en plena crisis catalana y sin acuerdo sobre su reforma.
Treinta y nueve velas. La Constitución española cumple años este 6 de diciembre en plena crisis territorial, inmersa en la campaña de las elecciones catalanas, con la vista puesta en una posible reforma y estrenando la aplicación del 155.
No es una fecha normal. Otros años la efeméride se llenaba de titulares vacíos, dibujados en el aire. Pero esta vez llega después del mayor desafío que ha sufrido la Carta Magna en décadas, con la etiqueta de 'constitucionalistas' utilizada en cada artículo y con novedades al frente.
Y al borde la crisis de los cuarenta. Cuando muchos hablan de que es un texto agotado, también se encuentran con cosas que nunca se habían visto. El temido artículo 155, aquel inspirado en la ley de Bonn y que nadie sabía en qué consistía, ha llegado 39 años después. Ha sido el gobierno de Mariano Rajoy el encargado de ponerle letra a una música casi silenciosa que escondía la Carta Magna. Tendrá que pasar también su examen dentro del propio Tribunal Constitucional, al haberlo recurrido el grupo de Unidos Podemos.
UNA NUEVA COMISIÓN... Y SE REBAJAN LAS EXPECTATIVAS
Este día de la Constitución está marcado por el acento catalán precisamente. España vive una crisis territorial, uno de los aspectos que algunos partidos querrían solventar a partir de una reforma de la Carta Magna.
El acuerdo para aplicar el 155 entre el Gobierno y el PSOE llevaba consigo precisamente la creación de una comisión territorial en el Congreso durante seis meses para hacer balance y ver lo que hay que solucionar, para posteriormente abordar en la Comisión Constitucional esos cambios.
La nueva comisión de evaluación y modernización del Estado autonómico ya se ha constituido este mes en la Cámara Baja, bajo la presidencia del veterano dirigente socialista José Enrique Serrano, que fue jefe de gabinete de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y uno de los hombres que conoce mejor la maquinaria del Estado.
Pero conforme se dan más pasos, más se enfrían las expectativas. Los populares han rebajado el tono y su portavoz en el órgano, José Antonio Bermúdez de Castro, ya ha dicho que su partido no llega con la idea preconcebida de reformar la Constitución. Menos entusiasmo muestra Ciudadanos, que está en la comisión con "muy pocas esperanzas y las expectativas muy bajas". Para más inri: boicotean la comisión Unidos Podemos, PNV, ERC y el PDeCAT.
Y surge la pregunta: ¿quién engañó a quién? ¿Rajoy a Sánchez? ¿Sánchez se aventuró a vender la reforma? El líder socialista ha pedido públicamente al presidente que "cumpla su palabra" de abrir en 2018 los trabajos para revisar la Carta Magna. Y el líder conservador contestó: "Yo cumplo siempre mis compromisos. En este momento hay una comisión, nosotros estamos ahí, atentos a los planteamientos que nos puedan hacer todos. Pero los compromisos siempre los he cumplido y seguiré haciéndolo en el futuro". El tiempo dirá quién llevaba razón.
"UN BALANCE POSITIVO, PERO HAY QUE ASUMIR QUE HAY UNA CRISIS"
La Constitución cumple 39 años cuando la media de otros textos similares en el resto del mundo es de 19 años, según explica a El HuffPostXavier Arbós, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona. "El balance es positivo", comenta, pero sostiene que hay que "asumir que hay una crisis constitucional", que primero se notó durante el 15-M -con el grito del "no nos representan"- y que "ahora está muy centrada en lo territorial y en el caso de Cataluña".
"Ha llegado el momento de renovar la legitimidad de la Constitución", agrega, a la vez que comenta que "si los que venían de la Guerra Civil y de conflictos muy duros se pusieron de acuerdo, no debería ser imposible ahora para los partidos".
Este aniversario está marcado por la primera aplicación del 155. Confiesa Arbós, que a los que se dedican a enseñar Derecho Constitucional siempre se les "escapaba decir que estaba ahí para que no se aplicara. "He sido muy crítico con la aplicación, pero tengo que reconocer que convocar inmediatamente elecciones ha minimizado la lesión jurídica", apostilla.
En su opinión, "sería bueno que una de las cosas que se estudiara fuera el 155" porque está "bien que el sistema constitucional tenga mecanismos para reaccionar ante crisis como la del secesionismo unilateral", pero hay que pensar, prosigue, si sirve el redactado actual en nuestro contexto. Comenta que una reforma de la Constitución podría lograr convencer a muchos "independentistas instrumentales" para que volvieran a confiar en el marco constitucional español.
"El inmovilismo es un buen argumento para los independentistas y la reforma puede paliar la crisis de legitimidad del sistema", indica este catedrático de la Universidad de Barcelona.
"LA ASIGNATURA PENDIENTE"
Para Javier Tajadura, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco, la reforma de la Constitución es la gran "asignatura pendiente", después de haberse hecho solo cambios "puntuales": Pero esto no quiere decir, señala, que haya que "darle la vuelta" sin más.
Por eso, cree que la comisión territorial del Congreso es una "buena noticia" porque antes de reformar hay que estudiar qué ha funcionado y lo que no. Vaticina que una de las conclusiones que saldrán en mitad de esta crisis territorial es que no han servido los mecanismos de cooperación entre las autonomías: ni siquiera están en la propia Carta Magna y solo hay algunos fuera como la Conferencia de Presidentes.
Asimismo, opina que una futura reforma de esta ley de leyes debería incluir el reparto competencial, "que sepamos quién hace qué". El problema en esta cuestión, avisa, es que es muy "complicado llegar a acuerdos".
"Después del tema territorial", dice Tajadura, "el segundo bloque a tocar en la Constitución es la UE". Asevera que solo aparece la Unión en el artículo 135, pero "hace falta un título como en Francia y Alemania que diga que España es un país miembro con todas las consecuencias jurídicas que tiene". "La Constitución no se ha ido acompasando al proceso de integración europea", manifiesta. En este punto, recuerda que habría también otras "pequeñas cosas" que tocar como la sucesión en la Corona.
"Probablemente no hay que hacerlas todas de golpe porque va a ser imposible. Lo que defiendo es sacar adelante cuando haya una consensuada. Así funciona en muchos países, van haciéndolas poco a poco. Nosotros no tenemos tradición reformista. Lo conveniente sería hacerlo con normalidad", concluye.
A soplar las velas. Y a pensar ya en los 40 años.