La cara de Ayuso cuando le plantean en directo la gran cuestión: "No me hago esas preguntas"
Está la cosa calentita en el PP de Madrid.
El PP de Madrid arde con la lucha cada vez menos disimulada entre la facción de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y la dirección nacional del Partido Popular por las riendas del partido en la Comunidad.
De hecho, y según El País, la dirección nacional sopesa impulsar la candidatura del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ante lo que calificarían como la “deslealtad” de Ayuso con Casado.
Este mismo miércoles, un periodista le ha planteado a Ayuso la gran pregunta: “¿No entendería usted que Génova no la considera a usted como presidenta del PP de Madrid? ¿Cree que hay esa estrategia realmente para que usted no se convierta en presidenta del PP madrileño?”
Ayuso ha escuchado la cuestión con una media sonrisa, sabedora de que el tema iba a salir más tarde o más temprano.
“No me hago esas preguntas”, ha querido zanjar la presidenta madrileña antes de añadir: “Cuestiono qué estarán viendo los ciudadanos estos días, qué esperan de nosotros, qué preocupaciones les mueven... y eso es lo que hace que solamente atienda a esas preguntas y a esas cuestiones del día a día, por eso estoy centrada en las tareas del gobierno”.
Mientras, Almeida ha insistido este miércoles en destacar su “muy buena” relación con Ayuso y respecto a las filtraciones que apuntan a una colisión entre ambos ha comentado: “A mí los entornos ni me van ni me vienen, a mí lo que me van son las personas”.
En una comparecencia ante los medios tras supervisar en Arganzuela la evolución del programa de Prestación Ambiental Sustitutoria, Almeida ha expresado su sorpresa ante la “ansiedad” existente en los medios por la situación interna del partido, que ha rechazado comentar. “No hablo del congreso del PP de Madrid”, ha contestado varias veces a las insistentes preguntas.
Sí ha apuntado, respecto a las relaciones entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, que tanto él como Ayuso son conscientes de que deben “conservar” su sintonía, pues es una de sus mayores “fortalezas” políticas.