La alfombra roja de los Globos de Oro, entre la fantasía y el pijama
Esto es lo mejor que ha dejado la gala.
“Es la primera vez que me pongo tacones en al menos ocho meses”, bromeaba Carey Mulligan desde la habitación de hotel de Londres donde siguió la gala de los Globos de Oro. La actriz, nominada a Mejor actriz dramática, fue una de las que optó por sacar sus mejores galas para la ocasión, aunque no saliera de casa.
Por la habitualmente concurrida alfombra roja del hotel Beverly Hilton este año solo han pasado una veintena de invitados, entre los que estaba Amy Poehler, una de las presentadoras de la gala. Su compañera Tina Fey hizo lo mismo desde Nueva York. La primera vistió un minivestido de lentejuelas negras y botonadura dorada y la segunda un vestido tipo esmoquin. Tampoco faltó en Los Ángeles Jane Fonda, galardonada con el premio Cecil B. Demille por su trayectoria, con un bonito traje blanco.
Aunque por destacar, la alfombra roja de este año fue para Cynthia Erivo, que arriesgó con un vestido verde neón de la última colección de Alta Costura de Valentino. También de Alta Costura era el Dior de Anya Taylor-Joy, un diseño verde de escote pronunciado que vistió con una voluminosa capa a juego y diamantes de Tiffany’s valorados en más de un millón de dólares. Un diseño que luego cambió por un vestido blanco palabra de honor. Y todo sin salir de casa.
Y es que la fantasía ha sido un valor en alza en esta edición de los premios. Amanda Seyfried y Kaley Cuoco recuperaron los vestidos de princesa, ambas con diseños de Oscar de la Renta, y Rosamund Pike, una de las ganadoras de la noche, aportó el toque punk de la velada con un vestido de tul rojo de Molly Goddard y unas botas de Alexander McQueen.
En el plano masculino, fue Josh O’Connor el que acaparó todas las miradas desde lo que parece ser su jardín. El actor, que se llevó el premio por interpretar al Príncipe Carlos en The Crown, apostó por un traje de Loewe de pantalón blanco y americana negra con grandes solapas blancas solo apto para los más arriesgados.
Su compañera de reparto y también galardonada, Emma Corrin, vistió un espectacular diseño de Miu Miu con un enorme cuello blanco y hombreras que se apreciaban a la perfección mientras recogía el premio a través de Zoom. Las aberturas laterales a lo Angelina Jolie ya no tienen sentido en las galas virtuales.
En el lado de la comodidad se colocaron Jason Sudekis, con una sudadera tye dye y Bill Murray con una camisa hawaiana. Aunque para cómoda Jodie Foster, otra de las que se llevaron estatuilla, que apareció desde el sofá de su casa en pijama con su perro y su mujer. Eso sí, el pijama era de Prada.