Kim Jong-un adelgaza y deja "desconsolados" a los norcoreanos
“Todo el mundo está hablando de ello y todos lloramos”, afirmó un hombre en televisión. La pista de que está "demacrado" la da su reloj.
Malos tiempos para Corea del Norte. Su amado líder, Kim Jong-un, ha aparecido visiblemente más delgado, y se han desatado los rumores. La televisión oficial norcoreana, férreamente controlada por el régimen, difundió hace unos días el testimonio de un ciudadano anónimo de Pyongyang que expresa su “preocupación” por la delgadez de su líder, de 37 años.
“Ver a nuestro respetado camarada secretario general así de demacrado... todo el pueblo está desconsolado”, afirmaba un hombre de mediana edad en una entrevista emitida el 25 de junio y recogida por el portal de noticias especializado en Corea del Norte NKNews. “Todo el mundo está hablando de ello y todos lloramos”, añadió.
La clave, en la correa de su reloj
La televisión estatal, KCTV, emitió la entrevista en un programa sobre las reacciones en todo el país a las nuevas canciones propagandísticas publicadas esa misma semana glorificando a Kim y al Partido de los Trabajadores de Corea, el partido único norcoreano.
Kim reapareció a primeros del mes de junio sensiblemente más delgado. La clave estaba en la correa de su reloj, que había tenido que apretarse algún agujero más que de costumbre para ajustarse a la nueva circunferencia de su muñeca.
El comentario del ciudadano anónimo en televisión era el primero que se podía considerar ‘oficial’ sobre esta cuestión.
Un especialista en Corea del Norte, Kwak Gil Seob, ha explicado en declaraciones a la televisión británica BBC que la televisión oficial “jamás permitiría la difusión de noticias negativas sobre Kim Jong-un”, por lo que esas frases fueron emitidas “para demostrar que Kim está perdiendo peso porque él quiere”.
“Kim Jong-un se muestra a sí mismo como plataforma de propaganda para enfatizar la imagen de un líder que trabaja duro noche y día por su pueblo”, ha destacado.
De 90 a 140 kilos
Según recoge The New York Times, cuando Kim tomó las riendas del país en 2011 tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, se creía que pesaba en torno a 90 kilos, para una estatura de 1,70 metros aproximadamente. En estos diez años, habría aumentado hasta los 139 kilos, señala el diario neoyorkino citando a funcionarios de Corea del Sur.
Los rumores sobre su mala salud le han acompañado casi desde el principio. Tanto su padre como su abuelo murieron por problemas cardíacos, y no hay que ser un genio para deducir que 140 kilos en un cuerpo de 1,70 muy sano no es.