Kiko Rivera culpa a Isabel Pantoja de sus adicciones
Paquirrín ha hablado largo y tendido sobre sus problemas con las drogas en 'Planeta Calleja'.
Hace tres años, Kiko Rivera confesó que consumía prácticamente a diario cocaína, marihuana y hachís. Desde entonces, no son pocas las veces que el DJ ha dado detalles de sus problemas de adicción y de cómo los ha superado gracias a la ayuda de su mujer, Irene Rosales.
Paquirrín ha vuelto a explayarse este domingo en televisión, en este caso con Jesús Calleja en Planeta Calleja (Cuatro). Entre sus confesiones, que llegó a consumir “cinco gramos diarios” cuando su adicción llegó a un punto “insostenible” tras empezar a coquetear con diferentes sustancias cuando cumplió la mayoría de edad.
“Era un sufrimiento para ellos. Mi mujer decidió llamar a mi madre y contárselo”, reveló Rivera al presentador. El hijo de Isabel Pantoja confesó que en ese momento habló con su madre como pudo porque fue tras un momento de “ciego enorme”. “Nos hablamos como pudimos, más que nada había llanto”, recordó.
Tampoco dudó en hacerle varios reproches a su madre: “Después no me volvió a preguntar nunca más cómo me encontraba, cómo me sentía o si lo había vuelto a hacer”. “Ella no quería ver la enfermedad que tenía su hijo”, añadió.
Rivera, que actualmente no se habla con la tonadillera, ha denunciado que “gran parte de la culpa” de sus adicciones la tiene ella por no haber estado con él “todo el tiempo que debería haber estado”. “También es la labor de un padre saber por dónde va su hijo, sobre todo si tienes mundo y conoces un poco la situación. Quizás, si hubiese estado más atenta, yo no hubiese tenido cientos de recaídas”, insistió.
De hecho, cuando habla de las personas que le han ayudado a salir del hoyo, hace una mención a su abuela doña Ana, fallecida este año. “Si quieres que hablemos de amor, tenemos que hablar de mi abuela, no de mi madre”, reivindica.
Dos bancarrotas y ocho millones de euros
El DJ también reveló a Calleja que se ha arruinado dos veces por el estilo de vida derivado de sus adicciones. En concreto, Paquirrín ha confesado llegar a “fundirse” ocho millones de euros en los años en los que su vida se resumía en fiesta, “casoplones” y coches.
“Puede que haya gente que se lo haya pasado bien en este país, pero nadie mejor que yo”, asegura en un momento de la entrevista. Esa juerga se resume en lo siguiente: “Mucha fiesta, estupefacientes a saco. Iba con 25 o 30 amigos. Llegaba un fin de semana y les decía: ‘¿Adónde queréis ir?’ Todo putas, fiesta, todo. Es algo de mi pasado que yo cuento con normalidad”.