Cospedal: "Yo no he conocido que se hagan donaciones que no fueran regulares"
Dos exdiputados del PP admiten la recepción de las cantidades de la caja B, pero niegan su existencia.
El PP ha encarado este martes un paseíllo de pasado salpicado de corrupción. La última secretaria genera antes de la llegada de Pablo Casado a la dirección, María Dolores de Cospedal, ha cerrado el turno de intervenciones estelares de la vieja guardia popular en el juicio de la caja B. Y ha asegurado que no ha conocido que se hicieran donaciones “que no fueran regulares” a la contabilidad, pese a que dos exdiputados, Jaime Ignacio del Burgo y Eugenio Nasarre, han admitido previamente la veracidad de algunos apuntes de la contabilidad opaca de Luis Bárcenas.
Cospedal, eso sí, ha asegurado que las cuentas del tesorero no eran las del partido, si no las suyas: “La contabilidad era de él, no del PP”. El resto de testigos que han comparecido, Javier Arenas, María Dolores de Cospedal, Jaume Matas, Francisco Álvarez Cascos y Pío García Escudero han seguido líneas parecidas.
A primera hora, ambos exdiputados han negado la existencia de cuentas paralelas en el partido, como si fuera una reedición del “todo es absolutamente falso, salvo alguna cosa” que profirió el expresidente Mariano Rajoy cuando trascendieron los papeles de Bárcenas. Es más, el propio Del Burgo ha asegurado que de haber conocido la contabilidad paralela que la Justicia consideró acreditada, lo habría puesto en conocimiento de las autoridades competentes para frenarlo.
Del Burgo, quien también fue europarlamentario del PP, ha admitido que recibió diferentes cantidades: “La recepción [...] no implica, en absoluto, el reconocimiento de la existencia de la caja B”, ha afirmado. Su testimonio ya fue citado en la sentencia que dictó la Justicia por la primera etapa del caso Gürtel, tanto por la Audiencia Nacional como por el Tribunal Supremo, para certificar la existencia de una contabilidad paralela en Génova 13, la sede que el PP está a punto de abandonar para cortar con el pasado.
Del Burgo, cuyo testimonio se ha visto interrumpido por problemas técnicos, ha vuelto a confirmar que recogió 500.000 pesetas (3.000 euros) en la sede de su partido para ayudar a una mujer a la que un atentado de ETA había destruido su casa. Del Burgo ha asegurado que esa entrega fue “legal” y “legítima”.
Su colega Eugenio Nasarre, quien ha sido el segundo en intervenir, y quien fue diputado popular durante 16 años (2000-2016) también ha confirmado que los apuntes de la contabilidad “extracontable” del extesorero del PP son ciertos. Nasarre ha asegurado que, como patrono de la Fundación Humanismo y Democracia que estaba ligada al PP, recibió 30.000 en octubre de 2003 de donantes anónimos, un movimiento que figura en los papeles de Bárcenas.
Nasarre ha contado que fue a la sede de Génova y allí, el entonces tesorero Álvaro Lapuerta, le dio el dinero en efectivo en presencia del propio Bárcenas. El exdiputado ha añadido que Lapuerta, ya fallecido, le dijo que ese dinero procedía de donaciones anónimas de personas afines al PP. Además, ha contado que ingresó el dinero en las cuentas de la fundación con el concepto de “donaciones”.
Del Burgo implica a Aznar
Jaime Ignacio del Burgo, además, ha apuntado directamente al expresidente del Gobierno José María Aznar en el pago de sobresueldos. Aznar, quien hace unas semanas negó categóricamente en La Sexta conocer la existencia de una contabilidad paralela en el partido mientras él estuvo al frente, habría ordenado el pago de “compensaciones” a un compañero de la formación en Navarra, Calixto Ayesa.
El problema es que Del Burgo ha caído en una aparente contradicción al explicar la naturaleza del dinero que Aznar habría ordenado enviar a Ayesa, cuyo nombre figura en los papeles de Bárcenas como uno de los beneficiarios, entre 1991 y 1991, de las cantidades opacas que manejaba de la formación.
Del Burgo ha señalado en un primer momento que el dinero estaba dirigido a compensarle porque iba a ser nombrado consejero del Ejecutivo de UPN en Navarra y tenía que cerrar su consulta médica para asumir sus nuevas responsabilidades. Pero, al rato, ha afirmado que era para compensar que unos años antes había tenido que poner 14 millones de pesetas (84.000 euros) de su bolsillo para hacer frente a un crédito electoral de su anterior formación, la UCD.
Matas: “Si alguien lo recibió, yo no fui”
El siguiente viejo conocido del PP que ha declarado ha sido el expresidente balear Jaume Matas, quien se encuentra en régimen de semilibertad desde el pasado agosto mientras cumple condena por el caso Nóos. Matas ha negado haber recibido los 8.400 euros que aparecen en la contabilidad de Bárcenas. En ella figura su nombre junto con el concepto “piso” y, supuestamente, le fueron entregados para que sufragara, en 2003, los gastos de alquiler de una vivienda en Madrid.
“Si alguien lo recibió, yo no fui”, ha dicho Matas. El expresidente balear ha detallado que durante tres meses de 2003 cobró una nómina de su partido, porque había dejado su puesto como ministro de Medioambiente para presentarse a las elecciones autonómicas. Él mismo ha asegurado que el entonces secretario general de la formación, Javier Arenas, acordó darle de alta como trabajador para que pudiera hacer frente a sus gastos. Eso sí, ha recalcado que no recibió “nada” en metálico y que las retribuciones del partido fueron siempre “por transferencia”.
Tras el expresidente balear, ha llegado el turno de quien fue uno de los grandes espadas del PP: Javier Arenas. El exsecretario general popular, que pese a no ocupar asiento alguno en la dirección del partido, sí tiene uno como senador por designación territorial desde 2019, ha negado que conociera la existencia de los apuntes extracontables de Bárcenas: “Conocí esos papeles a través de los medios de comunicación”, ha rematado. Arenas ha dicho que él no recibió los sobresueldos que el extesorero anota en su haber y que “todo” lo que ha recibido lo ha “declarado a Hacienda”.
El exdirigente popular también ha negado que, durante un homenaje de sus compañeros de partido tras abandonar el cargo, recibiera un reloj que, según los papeles de Bárcenas, fue sufragado con los fondos de la caja B. Lo curioso es que Arenas, en la línea del Rajoy de hace ocho años, ha admitido que algunos apuntes de la contabilidad paralela podrían ser ciertos. Pero, eso sí, nunca los que le atañen a él.
Como ha señalado el propio Arenas, muchos cargos y excargos del PP aseguran que conocieron la existencia de la contabilidad opaca del partido a travé de los medios de comunicación. Y, en esas, como testigo de refuerzo ha aparecido ante el juez el director de El Español Pedro J. Ramírez.
El periodista ha detallado su encuentro de cuatro horas con Bárcenas, en junio de 2013, en el que el extesorero le explicó la supuesta mecánica utilizada por los populares para financiarse con donaciones irregulares de empresarios.
Pedro J. Ramírez, entonces era director del diario El Mundo, ha dicho que el extesorero le relató el contenido de las supuestas reuniones que había mantenido con el entonces presidente del PP, Mariano Rajoy, y en las que este pidió a su extesorero “templanza”.
Otro hombre que lo fue casi todo en el PP, Francisco Álvarez Cascos. ha insistido en lo mismo: “Jamás he conocido o manejado una caja B. Jamás he hecho conjeturas acerca del contenido de esos papeles. No tiene nada que ver conmigo. Son escritos que en lo que hacen referencia a mi son falsos”.
Cascos se ha desmarca de las finanzas del PP y la caja B y ha seguido la misma posición tomó su compañero Ángel Acebes la semana pasada: desmarcarse de las cuentas del partido. Y para ello se ha ceñido a la literalidad de los estatutos sobre sus cargos en cada momento: “Las responsabilidades económicas y políticas estaban nítidamente separadas”, ha dicho antes de destacar que la contabilidad estaba en manos de Lapuerta, ya fallecido. El exministro de Fomento ha negado tener “conocimiento” de la existencia de una contabilidad opaca: “Yo de los papeles de Bárcenas solo conozco lo que han publicado los medios de comunicación”.
Además, ha reiterado en varias ocasiones que los 421.693 euros que Bárcenas anotó que recibió, son una invención: “Ni he recibido ni he entregado [dinero]”.