'Juernes', 'penasco', amigovio... y ahora 'basuraleza'

'Juernes', 'penasco', amigovio... y ahora 'basuraleza'

Un nuevo término da nombre a cada colilla, cada papel de aluminio para el bocata o cada envoltorio que se abandona en la naturaleza.

ECOEMBES

Amigovio, según la RAE, es una "persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo". Esta es la primera palabra surgida de la fusión de otras dos que fue aceptada por la RAE. Pero hay otras a las que por su frecuente uso la Real Academia quizá tenga que terminar haciendo sitio. Por ejemplo, juernes (jueves + viernes), penasco (pena + asco) y basuraleza (basura + naturaleza).

Esta última acaba de ser 'creada' con motivo del Día Mundial de la Vida Silvestre, celebrado el pasado 3 de marzo, y su significado queda bastante claro.

Hasta ahora, organizaciones ecologistas y administraciones habían utilizado el término inglés littering para alertar sobre los posibles impactos en el medioambiente del abandono de basura en la naturaleza.

Pero, ¿qué entiende la gente cuando se habla de littering? Ni la palabra está incluída en la RAE y ni siquiera las posibles traducciones responden a las realidad del fenómeno ni, por supuesto, cumple la función de informar a la sociedad sobre la magnitud del problema

Desde el proyecto Libera, creado por SEO BirdLife y Ecoembes para concienciar y movilizar a la ciudadanía para mantener los espacios naturales libres de basura, han propuesto este sencillo término alternativo que ayuda a entender y a concienciar: basuraleza.

El desastre provocado por la basuraleza

Toallitas, colillas, envoltorios, envases... son algunos de los desperdicios humanos que ensucian nuestros espacios naturales. A estos, además, se añaden los residuos generados por la industria y todo aquello que no vemos, como los microplásticos o nanoplásticos presentes, por ejemplo, en algunos cosméticos y productos de limpieza y tejidos sinténticos. Y todos juntos ya están contribuyendo a la larga a la degradación de ecosistemas.

En el medio marino muchos son los estudios que han demostrado el impacto de la basuraleza. Pero sus efectos también se han comenzado a estudiar en el medio terrestre y en el fluvial, y se ha puesto en evidencia que este es un problema global que ya afecta a multitud de especies —el 17% incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCIN), entre ellas la tortuga boba o el oso marino ártico— y que puede ser vector de enfermedades, convirtiéndose en un problema de salud humana.

¿Podemos ser optimistas y arreglar el problema?

"Estamos todavía a tiempo, hay solución, afirmaba Nieves Rey, directora de Comunicación de Ecoembes, durante el acto de presentación del proyecto Libera 2018.

"La basuraleza está lejos de ser un problema meramente estético o secundario. Aunque queda mucho camino por recorrer en el ámbito científico, la evidencia es incontestable: estamos ante una catástrofe ambiental que requiere no es solo la escombrera ilegal o la isla de plástico del Pacífico. Es cada colilla, cada papel de aluminio para el bocata o cada envoltorio que se abandona en la naturaleza", aseguraba Federico García, responsable del área social de SEO/BirdLife.

Por eso, concienciar y movilizar a la gente para mantener libres de basura los espacios naturales es el principal objetivo de Libera, el proyecto creado por ambas ONG's , planteando el problema en tres dimensiones: conocimiento, prevención y participación.

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Mila Fernández es redactora de LIFE en 'El HuffPost' y editora de branded content. Antes, fue redactora de estilo de vida y gente en revistas femeninas —AR, LOVE y SMODA—, dirigió la revista Turismo Rural y trabajó delante del micro en Radio España. Puedes contactar con ella en mila.fernandez@huffpost.es