Juego de Tronos: la serie de la década
Este domingo se espera que alrededor de 1.000 millones de personas sintonicen el primer capítulo de la última temporada de Game of Thrones (Juego de Tronos). Sí, 1.000 millones de personas, lo que probablemente constituirá un récord en la televisión mundial. Seguramente más personas de las que verán Avengers Endgame en el cine, que se estrena también a finales de mes.
Irónicamente, también probablemente sea la última vez que tanta gente se congrega para ver un programa de televisión al mismo tiempo, en una época en que las opciones de televisión se han multiplicado brutalmente y en el que la audiencia está cada vez más fragmentada entre los múltiples sistemas de streaming como Netflix y Amazon Prime, entre otros, o viendo sus películas y programas a la carta después de comprarlos en iTunes o similares. Game of Thrones quizá sea la última serie transmitida en televisión que sea vista por tanta gente simultáneamente al mismo tiempo y que acapare la conversación durante toda la semana hasta que se estrene el siguiente capítulo.
Durante años Game of Thrones ha sido el tema de conversación salvavidas favorito para entablar una plática con extraños en una reunión, boda o cena en la que no conoces a la gente y/o en el momento en que se acaba la plática. Siempre hay por lo menos uno o dos fanáticos de la sensacional serie a los que les brillan los ojos cuando sale el tema. Game of Thrones es el tema que nunca falla, ya sea que lo hayan visto por HBO, en DVD o Blu Ray, en streaming o pirata. Game of Thrones es la serie más pirateada del mundo.
Game of Thrones es sin duda una de las mejores series de la historia de la televisión y uno de los más grandes logros en el terreno de la narrativa audiovisual del nuevo siglo, hablemos de cine o de tele. ¿Pero qué es lo qué ha causado la sensación? ¿Por qué Game of Thrones y no otra serie? Claro que ha habido otros éxitos relativamente recientes como Breaking Bad o The Walking Dead, pero nada se equipara con la emoción que genera Game of Thrones. ¿Por qué? Uno de los ingredientes que ha capturado la imaginación de la gente es sin duda su REALISMO SENSACIONALISTA.
¿Realismo en una serie de dragones y apariciones ocasionales de White Walkers y Gigantes? Sí. Porque una inspiración para las aclamadas novelas de George R.R. Martin han sido las sangrientas sagas de las familias reales europeas, incluyendo la famosa Guerra de las Rosas con todas sus traiciones, venganzas y asesinatos. Recordemos que la primera temporada de Game of Thrones termina con la ejecución del que pensábamos que era el protagonista de la serie, Ned Stark. Sí, muchas series matan a su protagonista como en Breaking Bad o Sons of Anarchy, pero al final de la serie, no al final de la primera temporada.
Cuando vimos la ejecución de Ned Stark en el capítulo 10 sabíamos que no estábamos viendo una serie común, sino una narrativa que reflejaba más la incertidumbre y el peligro de la vida real. El bueno no siempre gana; es más, es probable que por bueno y relativamente inocente, como Ned Stark, pierda la vida. ¿Y en la vida real, no cayeron ante asesinos hombres buenos como J.F.K., Martin Luther King o Gandhi? El peligro en Game of Thrones era real. Si el protagonista no estaba a salvo, nadie estaba a salvo. Si bien en las teleseries nos tenían acostumbrados a que los protagonistas vivieran horrores, por lo menos teníamos la certidumbre de que al final iban a salir con vida y tener un final feliz, y si no, que su sacrificio iba a significar algo. La muerte de Ned Stark no sólo fue injusta, sino patética, decidida por un pequeño rey monstruoso y caprichoso, y dejando a sus hijos a merced de los villanos y de las circunstancias.
En esto, Game of Thrones es una de las series que más se asemeja a la vida real, los buenos no ganan por buenos, el mundo es un lugar en el que la astucia y la malicia se requieren para sobrevivir, y si estas habilidades no se desarrollan, el final puede ser fatídico. Esta visión del mundo sólo vendría a confirmarse en el infame final de la tercera temporada en la que Robb Stark, su prometida y su madre, Catelyn, son asesinados brutalmente el día de su boda. Pocos episodios han causado tanto impacto en la audiencia como el famoso Red Wedding, la Boda Roja, la Boda de Sangre. La pareja romántica es aniquilada el día de la boda, la novia embarazada recibe tres flechas en el vientre, la madre del héroe es degollada. Y sin embargo, los hechos obedecían a la lógica brutal de la serie, Robb Stark había seguido a su corazón y se había casado con la mujer a la que amaba, en lugar de casarse con la mujer con la que debía casarse por compromiso político, un compromiso que él mismo había adquirido. De alguna forma, Robb Stark en este caso es responsable de su propia muerte, por seguir sus sentimientos en vez de su inteligencia.
Fueron estos momentos impactantes, aunados a la construcción de personajes entrañables que si encarnan lo mejor de la naturaleza humana lo que volvieron a Game of Thrones una serie adictiva: Daenerys Targaryen crece de ser una inocente adolescente a una reina que debe aprender el balance entre la compasión y la justicia implacable; las hermanas Sansa y Arya Stark encuentran cada una a su muy particular manera formas de sobrevivir, y es interesante cómo probablemente ninguna de las dos hermanas hubieran sobrevivido si hubieran tenido que vivir lo que le tocaba a la otra: Sansa sobrevive a través de la adaptación a veces a circunstancias monstruosas, pero el instinto de supervivencia la salva ante los peores villanos de la serie, el Rey Joffrey y Ramsay Bolton. Arya, por su parte, tiene un ímpetu guerrero, que la lleva a una inusual alianza con The Hound y luego a convertirse en aprendiz de la misteriosa secta de la Gente Sin Cara. Tyrion es la astucia personificada que ha aprendido a sobrevivir dentro de una familia en la que su propio padre y su hermana lo quieren muerto, y en la que finalmente termina teniendo que asesinar a su propio padre, después de que su padre había conspirado para matarlo a él. Jon Snow es el personaje más noble de la serie, y uno de los favoritos del público, pero esta nobleza literalmente le cuesta la vida, cuando perdona a un niño al que le salvó la vida y que después formó parte de una conspiración para matarlo, siendo luego este mismo niño el que le clava la daga que lo mata. Sólo gracias a la hechicería de Melissandre Jon Snow puede volver a la vida. Sólo después de su muerte Jon Snow hace a un lado el sentimiento y presencia la ejecución del niño malagradecido.
Es interesante apuntar que el último libro publicado de George R.R. Martin termina en el asesinato de Jon Snow y que famosamente Martin ha tardado varios años en escribir la siguiente parte. A la fecha no sabemos en qué continúa su historia. A partir de ese momento mucho de la serie siguió su propia ruta, y nadie sabe si fiel a los libros de Martin o no. Por lo menos, sabemos que ha continuado fiel en espíritu, ya que el ahora legendario escritor es uno de los principales porristas de la serie, y de sus productores y creadores, David Benioff y D.B. Weiss. No he leído los libros originales, pero la mayoría de la gente que los ha leído coincide en que la adaptación ha sido excepcional en su capacidad de síntesis, aunque obvio, se lamentan de que muchos personajes e historias han quedado fuera por la imposibilidad de incluir todo. Y bueno, dicen que aún con lo buena que es la serie, son mejores los libros. ¿Cuándo no?
Con el inminente final de su gallina de los huevos de oro en estos tiempos de competencia brutal, HBO ya prepara al menos cinco series relacionadas con Game of Thrones, todas aprobadas por Martin, incluyendo una que ocurre miles de años antes de la historia que se cuenta actualmente, y que tiene como protagonistas a Naomi Watts y Miranda Richardson. ¿Se repetirá el éxito? Habrá que ver.
El éxito de Game of Thrones será difícilmente replicable, para HBO o para cualquier compañía. La serie se estrenó en HBO en 2011 cuando el reino de Netflix sobre la atención de la audiencia mundial no era tan avasallador. A partir de esos tiempos, todos los canales de televisión y las plataformas de streaming se han dedicado a hacer series a destajo, algunas de las que uno nunca se entera de su existencia. Se producen alrededor de 500 series de ficción por año.
En estos días a una serie le va bien si dura tres temporadas, y a duras penas logran mantener la atención de los medios y los televidentes en su primera temporada, que es el caso de series como Mr. Robot y The Handmaid’s Tale, que arrancaron fuerte para después perderse en la irrelevancia. Una serie que arrancó en el tiempo de Game of Thrones y que fue igualmente exitosa, The Walking Dead, comenzó a desmoronarse hace un par de temporadas y a pesar de seguir siendo la serie de TV de pago más vista en la televisión americana, ha perdido dos terceras partes de su audiencia. Asimismo, aunque hay una abundancia de series por todas partes, pocas de las que se producen actualmente en Estados Unidos están hechas con el cuidado y planeamiento con las que HBO producía anteriormente sus series, desde Sex and the City, Los Sopranos y Six Feet Under hasta recientemente The Leftovers o Game of Thrones.
Sin duda, la magnífica arquitectura de la serie de novelas de Game of Thrones respalda la calidad de la serie, aunque la última temporada, ya no basada oficialmente en los libros, a pesar de ser muy emocionante, tuvo algunos lapsos de lógica no comunes para la serie: ¿Hubiera sido Littlefinger derrotado tan fácilmente por los trucos de las hermanas Stark? ¿De verdad valía la pena emprender una peligrosa expedición y poner en riesgo a los principales héroes de la serie, y peor aún, a alguno de los dragones, sólo para atrapar a un White Walker y probarle la existencia a Cersei de las criaturas infernales? Esta última fue la mayor queja de los aficionados de la serie, aunque también es innegable que la presencia de un dragón controlado por the Night King es irresistible y una amenaza monstruosa para los héroes, digna del drama épico que esperamos de la saga.
Todos los capítulos de la última temporada que se estrena el domingo tendrán una duración aproximada de dos horas y serán como una especie de minipelículas. El mundo entero espera. ¿Sobrevivirá Jon Snow? ¿Se coronará Daenerys como la reina absoluta o será la maligna Cersei? ¿Podrán los héroes contra los ejércitos nocturnos de The Night King? ¿Traicionará Jamie a Cersei o Cersei a Jaime? ¿Qué pensaba Tyrion al final de la última temporada? ¿Qué pasará con Arya y con Sansa? ¿Qué pasará con el hijo de Cersei? ¿Se enfrentará The Hound a The Mountain en la batalla épica prometida desde la primera temporada? ¿Cuántos de los protagonistas morirán? Los creadores y los actores prometen que habrá muchas muertes.
Sea como sea, somos afortunados de haber tenido en la pantalla una serie tan ambiciosa y tan bien lograda como Game of Thrones. Desde su estreno y su éxito muchos la han querido copiar, sin éxito. Si no la han visto, véanla. Todavía tienen tiempo para ponerse al día y para poder estar en la conversación mundial de los próximos dos meses.
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