La escena que ‘Juego de Tronos’ eliminó a última hora
La muerte de la Septa Unella iba a ser muy diferente tras la venganza de Cersei, pero las críticas a la serie de HBO provocaron un cambio de guión.
Diez años después de su estreno y casi dos años después de que Juego de Tronos llegará a su fin, la emblemática serie de HBO sigue muy viva. Y esta vez ha resucitado, curiosamente, por la muerte de uno de los personajes. Hannah Waddingham, la actriz que dio vida a la Septa Unella, ha desvelado qué escena eliminó la ficción en relación a su personaje. Una decisión que se tomó en el último momento.
Según la actriz, la desaparición de la Septa Unella estaba prevista de otra forma, y no como se mostró en el capítulo de la sexta temporada en el que Cersei (Lena Headey) se vengó de ella tras custodiarla y hacerle la vida un calvario.
Cersei encarceló a su guarda después de hacer que el Gran Septo volara por los aires y, después de hacerle confesar sus maldades atada y ahogándola con vino, dejó su vida en manos de Gregor Clegane ‘La Montaña’. Finalmente, Juego de Tronos no mostró cómo fue el final de la Septa Unella, simplemente dejó claro que murió tras la escena en la que Cersei sale de la mazmorra y cierra la puerta.
Ahora, Hannah Waddingham ha despejado esa incógnita. La Septa Unella “iba a ser violada por La Montaña”, aclara. Sin embargo, entiende que “después de las quejas por la violación de Sansa, [los guionistas] decidieron no seguir adelante con ella”, ha revelado en Collider.
La británica de 46 años cree que el ‘recorte’ de guión se hizo “probablemente cuando ella estaba viajando hacia Belfast”. “Me enviaron de repente nuevas separatas y me dijeron que iba a necesitar un traje de neopreno”.
En ese momento, Waddingham pensó que se trataba de un error, “pero cuando llegó le pusieron el traje” de neopreno del que le hablaron. “Pregunté por qué y me dijeron que habría tortura con agua”, añade.
Tal y como se reprodujo la escena finalmente, la actriz “estuvo atada a una mesa de madera con correas durante diez horas”. “Fue el peor día de mi vida. Lena estaba incómoda vertiéndome líquido en la cara durante tanto tiempo, y yo estaba fuera de sí”, recuerda.
Con “las quejas” que provocaron los cambios, la británica se refiere a las críticas que Juego de tronos había recibido por incluir contenido de violencia sexual contra las mujeres, especialmente tras la violación a Sansa y a Daenerys.