Juan Marín dimite tras la debacle de Ciudadanos en Andalucía
Los naranjas han desaparecido del Parlamento andaluz, donde contaban con 21 escaños hasta este 19-J.
Juan Marín ha dimitido de todos sus cargos tras la debacle de Ciudadanos en Andalucía. La formación ha desaparecido del Parlamento andaluz, donde contaba con 21 escaños hasta este domingo. Marín se ha reconocido como “el máximo responsable del resultado”, por lo que ha apelado a “entrar con dignidad y marcharse con dignidad” de la política.
Los naranjas llegaban a las elecciones del 19-J como partido de gobierno, con poder institucional y con la necesidad de una buena noticia frente a los presagios de derrumbe. Sale de los comicios, sin embargo, en estado crítico, pues los poco menos de 100.000 votos que los andaluces les han confiado no son suficientes para conseguir ni un solo escaño. La sombra de la desaparición para los de Inés Arrimadas es cada vez más alargada.
Es un descalabro sin paliativos y Juan Marín ha cumplido su palabra: en cuanto el escrutinio electoral ha alcanzado el 90%, ha comparecido ante los medios para anunciar que dimitía “de todos sus cargos”. El líder de la formación naranja, con pocos motivos para la alegría la noche del domingo, ha felicitado a Moreno Bonilla por el resultado y se ha alegrado porque la mayoría absoluta sirva para mantener a VOX fuera del Palacio de San Telmo.
“Uno de los resultados que más me gustan, que más me divierten, es que VOX se queda fuera de la Junta de Andalucía”, ha señalado.
Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía durante los últimos tres años y medio, logró 21 escaños en las elecciones de diciembre de 2018. Los empleó entonces para forjar una coalición de gobierno con el PP, que sirvió para desalojar al PSOE del Palacio de San Telmo por primera vez en la historia de la democracia. Con apoyo de la ultraderecha de VOX.
Los resultados de las elecciones, con la práctica totalidad de los votos que fueron naranjas en 2018 convertidos en votos al PP, muestran que la coalición no ha sentado bien a Ciudadanos y que su formación en Andalucía no ha logrado revertir la dinámica de naufragio en la que el partido está inmerso desde las generales de 2019: en aquella cita, marcada por las estrategias de Albert Rivera, pasaron de 57 a 10 diputados en el Congreso de los Diputados.
Las expectativas de Ciudadanos para las elecciones andaluzas de este domingo estaban lejos de revalidar los 21 escaños con los que llegaban. Se conformaban con alcanzar 5 representantes en el Parlamento andaluz, para poder ser de nuevo partido bisagra, facilitar el gobierno al PP de Moreno Bonilla y evitar al mismo tiempo la entrada en el Ejecutivo de VOX, crecido tras sus resultados de febrero en la Junta de Castilla y León.
Precisamente en Castilla y León y en esa cita electoral vivió Ciudadanos un calvario parecido al de este domingo, aunque entonces logró al menos retener un escaño, el que ocupa su líder, Francisco Igea, de los 12 que tenía. Juan Marín no ha tenido esa suerte y, si es fiel a lo que dijo durante la campaña electoral, está abocado a abandonar el liderazgo de la formación naranja, pues descartó sumarse al proyecto del PP.