Juan Marín (C's) no comparte llamar a Vox "extrema derecha"
El vicepresidente del Gobierno andaluz, que recibió el apoyo del partido de Abascal, dice que Vox es "un partido que está en el Parlamento legalmente".
El vicepresidente andaluz y líder de Cs en la comunidad, Juan Marín, ha dicho este jueves que no comparte “en absoluto” las palabras del presidente del PP, Pablo Casado, en las que calificó a Vox como “extrema derecha”, y ha defendido que él no va a “poner etiquetas” a ninguna formación política.
Marín se ha pronunciado así en declaraciones a los periodistas al ser preguntado por la amenaza de Vox, quien ha exigido a Casado que rectifique para sentarse a negociar los presupuestos de la Junta.
“Tanto unos como otros tenemos un posicionamiento, una ideología, estamos defendiendo un proyecto político, son los ciudadanos los que nos ponen las etiquetas, yo no”, ha señalado Marín, quien cree que en Andalucía hay que “encapsular” todas estas cuestiones de ámbito nacional para que “impere el sentido común”.
Ha opinado que es una cuestión que tienen que resolver esos dos partidos pero ha recordado que Vox “es un partido que está en el Parlamento legítimamente” representando a todos los andaluces que lo votaron, por lo que la obligación del Gobierno andaluz es hablar con ellos igual que con el PSOE y Adelante Andalucía.
Marín ha abogado por diferenciar unas elecciones nacionales o municipales del ámbito autonómico y ha mostrado su confianza en que cuando terminen estos procesos “las aguas vuelvan a su cauce”.
Ha advertido de que no se pueden “mezclar” cuestiones “tan importantes” como la garantía de los servicios públicos y las inversiones “con las declaraciones que en un momento determinado pueda hacer un dirigente político”.
Ha considerado que Casado es el único responsable de lo que ha dicho y ha añadido que espera que cuando llegue “el momento de hablar” de las cuentas Vox se siente a hablar, ya que en caso contrario cree que se estaría cometiendo “un gran error”.
Sobre los cien días de gobierno que se cumplen este jueves, ha dicho que tras las elecciones hay que “seguir trabajando”, con asuntos como los presupuestos y otros que ahora están “encima de la mesa”, como la renovación de los órganos de extracción parlamentaria, en lo que cree que van a llegar a un acuerdo, “al menos con la mayoría suficiente”.
Vox amenaza... pero vota a favor
Mientras fuera del Parlamento se producen las amenazas y las acusaciones, dentro, el Pleno ha convalidado con los votos de PP, Ciudadanos y de Vox el decreto-ley sobre las nuevas medidas fiscales del Gobierno autonómico, que supone la modificación del texto refundido de las disposiciones dictadas por la comunidad autónoma en materia de tributos cedidos, para el impulso y dinamización de la actividad económica.
Según ha expuesto ante el Pleno del Parlamento el consejero de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo, esta medida supone una reforma fiscal que afecta al impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, al tramo autonómico del IRPF y al impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
Con esta reforma fiscal, el Ejecutivo andaluz persigue un doble objetivo, ‘colocar a Andalucía entre las comunidades autónomas con una fiscalidad más baja y generar condiciones que favorezcan la dinamización de la economía’. Para el consejero, dotar a las familias y los emprendedores de una mayor liquidez, ‘se traducirá en mayor consumo y mayor inversión y, en consecuencia, sirva de palanca para potenciar un escenario de creación de empleo’.