Juan Carlos I, tras dos días en Sanxenxo sin dar explicaciones: "Mi estancia está siendo muy buena, ya lo veis"
El emérito, que sigue sin pronunciarse sobre sus escándalos, viaja a Pontevedra a ver jugar a su nieto al balonmano.
Juan Carlos I ha abandonado las inmediaciones del puerto deportivo de Sanxenxo (Pontevedra) tras navegar este sábado a bordo del Bribón. A su salida se ha detenido a atender a los medios de comunicación y, preguntado por cómo está siendo su estancia a España, el emérito ha comentado: “Muy buena, muy buena, ya lo veis”.
Pese a haber navegado, el emérito no ha podido disputar este sábado ninguna prueba, ya que las mangas han sido canceladas por las condiciones meteorológicas adversas ―falta de viento, principalmente”―.
Hasta el último momento no se despejó la incógnita de si se disputarían las pruebas previstas para esta jornada, aplazadas durante la mañana y estimadas para primera hora de la tarde.
Finalmente, alrededor de las 17:00 horas, la organización ha informado de que la jornada quedaba definitivamente suspendida.
Tras casi ocho horas navegando, el exmonarca ha desembarcado en el pantalán sobre las 18:15 horas, ayudado por sus asistentes y tripulación, que le ha colocado una escalera para facilitarle la salida.
Durante el recorrido en coche de los algo más de 300 metros que separan el muelle del club náutico, el emérito ha vuelto a saludar a periodistas y curiosos congregados, asintiendo con la cabeza y sonriendo con la ventanilla ligeramente bajada.
Ha sido en ese momento cuando Juan Carlos I, tras atender a otra periodista que se le ha acercado, ha pedido a Campos que detuviese el coche para saludar a la prensa.
El vehículo se ha dirigido directamente a la casa de Campos, en la que el exmonarca se aloja este fin de semana durante su estancia en la localidad pontevedresa.
Allí estaban de nuevo los medios de comunicación, que en esta ocasión han podido acercarse hasta la ventanilla del copiloto, donde estaba sentado el emérito con la luna bajada.
Aparte de reconocer que está “muy bien” a pesar de la suspensión de la regata, ha bromeado con subir la ventanilla y quedarse con el micrófono de una de las periodistas que intentaba hacerle una pregunta.
Sin más declaraciones que las ya habituales durante su estancia este fin de semana en Sanxenxo, ha vuelto a entrar a la casa del presidente del náutico para descansar.
Y ahora, al balonmano
Posteriormente, Juan Carlos I se ha trasladado a la ciudad de Pontevedra donde se disputa el partido entre el Cisne y el Barça B, en el que el conjunto pontevedrés se juega el ascenso a la Liga Asobal, máxima categoría de balonmano, según han confirmado a Europa Press fuentes del Cisne.
El rey emérito se trasladará al pabellón pontevedrés para seguir el partido, ya que en el club catalán juega su nieto Pablo Urdangarín.
Así, el pabellón está ya esperando la llegada del rey emérito, al que se le ha reservado un lugar debajo del palco de autoridades, un lugar accesible para don Juan Carlos I.