Juan Carlos I podrá recurrir en Reino Unido el fallo que le retiró su inmunidad
El Tribunal de Apelaciones de Londres ha dado permiso al emérito a intentar tumbar la sentencia ante la demanda de acoso de Corinna Larsen
El Tribunal de Apelaciones de Londres dio este lunes permiso al rey emérito Juan Carlos I para recurrir el fallo del Tribunal Superior de Londres que el pasado marzo le denegó la inmunidad ante la demanda por supuesto acoso que ha presentado Corinna Zu Sayn-Wittgengstein.
Al término de una vista en la Sala número 71 del tribunal, el juez Nicholas Underhill autorizó a los abogados del emérito el permiso para apelar, por lo que se iniciará ahora un proceso legal para establecer si Juan Carlos I goza de inmunidad.
En marzo, el juez Matthew Nicklin del Tribunal Superior rechazó permitir el recurso, al considerar que, tal como explicó en su dictamen del 24 de marzo, Juan Carlos I no puede ampararse en la inmunidad porque los hechos que se le imputan no fueron “actos de Estado” sino que ocurrieron en el ámbito personal.
Ahora, el letrado ha centrado su argumentación en el hecho de que, conforme a la ley española, Juan Carlos I ya no es jefe de Estado pero sí es una de las seis personas que conforman la Casa Real, junto a las reinas Letizia y Sofía y las infantas Leonor y Sofía. “El término Casa Real es un concepto, no un lugar”, ha acotado, para explicar que lo fundamental son las “estrechas relaciones en circunstancias especiales” entre sus miembros, no el hecho de que convivan bajo el mismo techo.
En este sentido, ha citado un caso relativo a la monarquía saudí donde se reconoció inmunidad a miembros de su casa real “para proteger las funciones del jefe de Estado”. “Es el reconocimiento de que cualquier cosa que le ocurra a esas otras cinco personas ineludiblemente impacta en el soberano (actual) en sí mismo”, ha concluido el abogado.
Bajo esta premisa, ha reivindicado que tiene “un caso argumentable” que justifica el recurso que quieren plantear, admitiendo que, si bien puede requerir de mayor elaboración, al menos es “un comienzo prometedor”.
El juez Underhill, aunque ha calificado de “sorprendente” el argumento de que cualquier cosa que afecte a Juan Carlos I impacta “necesariamente” en Felipe VI, ha apreciado motivos suficientes para dar luz verde a la presentación del recurso.
En el otro extremo, el abogado de Larsen ha insistido en que no cabe reconocer ninguna inmunidad al rey emérito por los actos de los que le acusa la empresaria por entender que fueron “actos privados”. Aquí el juez británico ha vuelto a mostrar su escepticismo por cuanto, ha razonado, si Larsen sostiene que fue acosada a través del ex jefe del CNI Félix Sanz Roldán, ningún individuo a título privado podría haber promovido dicho hostigamiento por parte de la Inteligencia española.
El letrado le ha replicado que la inmunidad personal del ex jefe de Estado desapareció con la abdicación y que, en este caso, Sanz Roldán podría haber actuado en calidad de “amigo” de Don Juan Carlos. “Eso no quiere decir que el Estado español estuviera implicado”, ha aseverado, para apostillar que eso sería tanto como decir cualquier acto emanado del rey emérito es un “acto de Estado”. “Pero eso no es correcto”, ha zanjado.
La empresaria relata en su demanda que Juan Carlos I la habría acosado después de que ella pusiera fin a la relación que habían mantenido. Primero para procurar que la retomaran y después a modo de venganza para perjudicarla en sus negocios, de acuerdo con el relato de Larsen.
Por ello, reclama al rey emérito una indemnización ―cuyo montante no ha trascendido― por los costes de su tratamiento médico de salud mental, por la “instalación de medidas de seguridad personal y servicios diarios de protección” y por la contratación a “ex diplomáticos y ex funcionarios del Gobierno” para que interviniesen con el fin de “poner fin al acoso” que dice haber recibido.