Juan Carlos I ocultó 7,9 millones de euros en Suiza hasta agosto de 2018
Según 'El Confidencial', el rey emérito retiró en 7 meses casi un millón de euros de una fundación instrumental a nombre de su primo.
Una nueva fundación, Zagatka, con cuenta en el banco suizo Lombard Odier, fue el refugio de 7,9 millones de euros a disposición de Juan Carlos I. El dinero, gestionado por su primo y presunto testaferro de la sociedad instrumental constituida en Liechtenstein en 2003, Álvaro de Orleans-Borbón, se encontraba invertido en acciones, bonos y otros derivados financieros, según la información a la que ha tenido acceso el diario El Confidencial. Ingeniería financiera al servicio del bolsillo del rey emérito.
El montante en la cuenta de Zagatka estuvo operativo hasta agosto de 2018, más de cuatro años después de la abdicación del rey emérito y después de perder la inviolabilidad que le otorgó la Constitución mientras fue el jefe del Estado. Los documentos de la cuenta de esta nueva fundación apuntan que los movimientos continuaron hasta hace solo dos años.
El 1 de enero de 2018, la cuenta disponía de un saldo de 8.729.172 euros y siete meses después, el 2 de agosto, la cifra cayó hasta los 7.881.167 euros. En ese lapso, se esfumaron 917.320 euros “mediante retiradas” y transferencias para pagar bienes y servicios. Juan Carlos I dispuso de una media de 131.045 euros al mes.
En el ojo del fiscal suizo Yves Bertossa
Las investigaciones que instruye desde hace dos años el fiscal suizo Yves Bertossa sobre la fortuna del rey Juan Carlos apuntan a que las retiradas de dinero de la cuenta de la fundación Zagatka se intensificaron tras la proclamación de Felipe VI y hasta coexistieron con otros productos opacos investigados por la Justicia española, como las presuntas transferencias del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause para comprar hasta una yegua y la utilización de un trust en las islas del Canal que ocultaba otros 10 millones de euros.
Según el diario digital, los balances del banco Lombard Odier precisan que el 18% del patrimonio de la fundación estaba invertido en bonos; un 6%, en bonos convertibles; un 59%, en acciones de compañías cotizadas, y el resto, 14%, en fondos de inversión, sicavs, etc. Asimismo, el 33% del capital estaba en euros (2.584.684) y el 8% en francos suizos (668.835), aunque también había cantidades en dólares estadounidenses y canadienses. El resto, el 57% de la fortuna, estaba referenciado a otras monedas o invertido en activos no clasificables.
Los parecidos con Lucum, el otro dolor de cabeza de la casa real
La fundación Zagatka funcionaba de manera muy similar a Lucum, la otra sociedad mercantil, activa entre 2008 y 2012, con la que compartió gestores: los suizos Arturo Fasana y Dante Canónica. Fasana fue investigado por blanqueo de capitales en el marco del caso Gürtel. En el caso de Lucum, su estructura fue empleada para canalizar el cobro de 64,8 millones de euros procedentes de Arabia Saudí en forma de comisión ilegal que también son objeto de diligencias en Suiza y España.
Las comisiones son también el supuesto origen de los fondos de Zagatka, pues según El Confidencial, 4,6 millones de dólares (3,3 millones al cambio de la época) llegaron a la fundación el 9 de junio de 2009 mediante un cheque de Huaribe, una empresa filial del grupo constructor OHL.
El primo del rey y administrador único de la fundación, Álvaro de Orleans, alegó ante la entidad financiera que el montante se trataba de sus honorarios por una intermediación en el desarrollo urbanístico de Mayakobá, un resort de lujo en plena Riviera Maya mexicana. No obstante, en octubre de 2018, De Orleans fue interrogado por el fiscal de Ginebra Bertossa, pero fue incapaz de concretar en qué habían consistido exactamente sus servicios para la constructora propiedad de Juan Miguel Villar Mir.
Hasta este martes, son tres las investigaciones que cercan a Juan Carlos I en la Fiscalía del Supremo. La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, y el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, revelaron el pasado viernes la existencia de una nueva investigación, que se encuentra en estado “embrionario”, y de la que se ocupará, al igual que las dos anteriores, la Fiscalía del Tribunal Supremo.
Anticorrupción ya indaga, además, los gastos de varias tarjetas de crédito vinculadas al rey emérito, su esposa, la reina Sofía, y varios allegados, incluidos algunos de sus nietos. Unas tarjetas bancarias “que se abonaban desde una cuenta en la que ni el rey emérito ni su familia aparecen como titulares”.