La realidad de miles de jóvenes: "Sin ayuda de mis padres no podría pagar el alquiler y comer"
Tiene carrera y dos másteres. Su trabajo mejor pagado ha sido en un bar.
Se llama Jorge Domingo pero podría ser casi cualquier joven español. Tiene 27 años y su caso representa a una generación entera atravesada por dos crisis y sin expectativas de futuro.
Domingo, entrevistado este martes por Andrea Ropero para El Intermedio (LaSexta), tiene una carrera en Comunicación Audiovisual y dos másteres, pero arrastra un sinfín de contratos precarios y ahora busca empleo “de lo que sea”.
De hecho, el trabajo en el que mejor condiciones ha tenido “ha sido en un bar” de Barcelona, donde cobraba poco más de mil euros al mes, además de “contratos puntuales en rodajes”, “facturas de falso autónomo” o cobros en negro.
Su necesidad económica era tal que se ha planteado trabajar también en el porno, aunque lo descartó. Ahora vive gracias a los ahorros y la ayuda de sus padres. “Sin su ayuda no podría pagar el alquiler y comprar verduras para comer”, explica el joven en la entrevista.
“Lo que más me interesa para ahorrar es ser camarero o trabajar en una tienda de dependiente”, lamenta. “Llega un punto en el que no quieres seguir siendo el eterno becario, porque es como prolongar la adolescencia”, explica el joven.
Domingo explica en un momento de la entrevista que no sólo suponen problemas económicos, sino también de salud mental. “Me veo al borde de la depresión y me daría rabia que esto pudiese conmigo”, le explica a la periodista.
Profesionales de la Sanidad han denunciado durante los últimos años los problemas de salud mental que pueden acarrear estas situaciones, como estar en riesgo de pobreza o la falta de expectativas en los adultos jóvenes.