La selección femenina se rompe en pedazos: Vilda rechaza dimitir ante la rebelión de sus jugadoras
El seleccionador femenino de fútbol se siente "fuerte" aunque "decepcionado". Las capitanas piden "cambios" y acusan al cuerpo técnico de no colmar su "ambición".
Caretas fuera, ya no son filtraciones. La rebelión interna en la selección femenina española alcanza lo público, escenificada en dos ruedas de prensa enfrentadas; la del seleccionador, Jorge Vilda, y la de las capitanas. La tensión está lejos de solucionarse: las jugadoras piden “cambios” para satisfacer su “ambición” y el técnico descarta la dimisión por sentirse “fuerte” y “respaldado por la Federación”.
Abría fuego Vilda, con gesto serio y mordiéndose la lengua para no personalizar sus palabras. “Profundamente dolido y decepcionado”, pero “fuerte” era el primer mensaje del actual seleccionador femenino de fútbol.
“Se han traspasado las leyes del futbol, que lo que está en el vestuario se queda y se soluciona en el vestuario”, ha lamentado haciendo una referencia velada a las filtraciones y sin conceder una sola opción a su salida del banquillo. “Tengo más fuerzas y más ganas que nunca de seguir trabajando; vamos a volver a conseguir que (la selección) sea el paraíso futbolístico. En el pasado lo ha sido”.
Al respecto de lo que ha hablado con sus futbolistas, el seleccionador ha rechazado confesar nada, aludiendo a su anterior referencia de que “lo que pasa en el vestuario se queda ahí”. Sí ha confesado que lo que más le ha dolido es “cómo se han hecho las cosas”. “Podía haberse actuado de otra forma y eso me duele, pero soy una persona que puede con casi todo y con esto tiro para arriba. Tengo la convicción del buen trabajo que hacemos y el respaldo de la Federación”, ha añadido. En su turno ha habido tiempo para reiterar su agradecimiento a Luis Rubiales, presidente de la RFEF, por su apoyo.
La versión de las jugadoras: se ven frenadas por Vilda y su equipo
Instantes después han comparecido las tres capitanas: Jenni Hermoso, Irene Paredes y Patri Guijarro, respaldadas por el resto de la selección en la sala —y también de Alexia Putellas, lesionada pero activa en Twitter— en una intervención exprés justo antes de la sesión de entrenamiento. Aunque el fútbol ahora parece importar menos, España afronta en estas fechas dos partidos del grupo de clasificación para el Mundial, algo que certificó hace meses, allá por abril.
Paredes ha tomado la palabra “porque alguien tiene que hablar y yo soy la capitana” para asegurar que “las jugadoras nunca hemos pedido la destitución de Jorge, pero las capitanas sí hemos transmitido a él y a la federación el sentir de las jugadoras”.
Ese sentir lo ha verbalizado en que “somos un equipo super ambicioso y queremos mejorar”. “Creemos que hay ciertos aspectos internos que deben cambiarse y como es interno se habla con él [Jorge Vilda]; todas queríamos que quedase así, interno, pero se han filtrado cosas que no son verdad y que dejan a las capitanas en una situación bastante desagradable”. “Hay que decir las cosas que sentimos aunque no sean agradables”, ha rematado en sus breves intervenciones, con espacio para unas pocas preguntas.
Más breve aún, pero quizás más dura, Guijarro ha reconocido un “malestar general del equipo”. “Tenemos un equipo para ganar títulos y lo que vivimos en la Euro nos lleva a transmitir este sentimiento”, en una crítica más que evidente a la capacidad del actual cuerpo técnico. Jenni Hermoso, en su turno, ha insistido en la “profesionalidad y madurez personal de este grupo” para tomar las medidas que consideren, algo independiente de un “compromiso” futbolístico con la selección que las tres han reiterado.
Sobre el futuro de las actuales capitanas y otros pesos pesados del vestuario se abre un horizonte de dudas. Vilda no ha querido entrar en “quién es capitana y quién no”, pero sí ha dejado un mensaje más que claro: “Lo que buscamos es jugadoras 100% implicadas y 100% que remen a favor [...] Estaremos atentos a qué jugadoras quieren estar aquí”.
El técnico madrileño se hizo cargo de la absoluta en 2015, después de encadenar cargos de seleccionador de las categorías inferiores. Bajo su batuta y con la mejor generación de jugadoras del fútbol femenino español, ‘La Roja’ ha alcanzado sus más altas cotas de juego y reputación. “Cuando cogí la selección éramos la 19ª ahora somos la 8ª del ranking FIFA”, comentaba sacando pecho de su labor.
Las inoportunas lesiones de Jenni Hermoso y Alexia Putellas a días y horas, respectivamente, de la Eurocopa lastró enormemente las opciones del combinado, que partía como una de las grandes favoritas, por primera vez en su historia. Pese a las dos bajas fundamentales, el cuadro logró llegar a cuartos y poner contra las cuerdas a la anfitriona y posterior campeona, Inglaterra. También ha habido referencia a esto en su rueda de prensa: “Estuvimos a siete minutos de pasar a semifinales en la Euro y se nos fue por fallos”.
Sin embargo, en la concentración algo cambió, ha reconocido, sin entrar en detalle. “En los primeros 15 días hubo un ambiente extraordinario; ya en competición el ambiente cambió algo, pero no al punto que ahora se transmite”.
La lesión de Hermoso abrió una brecha, con las dudas públicas de la propia jugadora, por entonces aún del Barcelona, que pidió tiempo para recuperarse y llegar a la Euro después de las primeras jornadas, pero el equipo técnico, junto con el médico, lo descartó.
De esto no han hecho mención las capitanas, pero sí han insistido en que el ambiente cambió tras unos días, ya en plena competición. Dudas sobre su entrenador que se han ido acrecentando en una crisis que ha terminado por estallar... a un año de un Mundial al que España, por plantilla y juego, debería llegar como aspirante.