Jordi Pujol está "estable, despierto y habla" tras ser intervenido por un ictus
Fue ingresado este lunes por la tarde en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol está “estable, despierto y habla” tras ser intervenido anoche por una alteración del lenguaje aguda debida a un ictus, una intervención que, según su médico de cabecera y presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, ha sido un ”éxito”.
Pujol, presidente de la Generalitat y líder de la extinta CiU durante 23 años, fue ingresado este lunes por la tarde en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona debido a un ictus, que había sido causado por la obstrucción de una arteria cerebral y que le provocó una reducción del flujo sanguíneo.
En declaraciones a Rac1, Padrós ha dejado claro que toda consideración es aún “muy prematura”, pero ha explicado que Pujol “ha pasado una noche tranquila” y que, al despertar, se ha podido comprobar que “ha recuperado parte de la afectación que había tenido inicialmente”.
“Ha pasado una buena noche. El procedimiento ha sido un éxito, pero se ha de ver (la posible afectación) sobre su cerebro, teniendo en cuenta que tiene 92 años”, ha señalado.
Pero Padrós ha explicado que Pujol, que se encuentra en la unidad de semicríticos, “está despierto y habla”. “Ha hablado conmigo. Ha sido poco diálogo, se trata de decir cómo me encuentro y dónde estoy. Pero se ha despertado, estaba orientado, hablaba y reconocía”, ha apuntado.
El médico de cabecera del expresidente ha añadido además que “la capacidad motora está preservada”, pero ahora deberá verse cómo han quedado las capacidades cognitivas y de expresión, más aún cuando “al presidente lo imaginamos como una persona intelectualmente creadora, brillante y con capacidades dialécticas a sus 92 años”.
Padrós ha celebrado la “exitosa” intervención que “no estaba exenta de riesgos”, al ser una persona mayor con patologías y tratarse además de un “accidente vascular cerebral”. “Pero confiamos mucho en que realmente se recupere. El paso más crítico ya ha sido superado”, ha insistido.
Según ha relatado, el exdirigente estaba leyendo y sintió que no entendía la lectura y “no podía expresarse”: “Sufrió una afasia. Lo que leía no tenía nada que ver y tuvo la percepción de que alguna cosa no funcionaba, los síntomas que frecuentemente acompañan a accidentes vasculares de carácter isquémico”.
Su familia, de hecho, debatió sobre si era oportuno que se sometiera a la intervención ante los posible riesgos y cuál hubiera sido la decisión del propio Pujol, algo que consultaron con el propio Padrós: “Interpretaron bien lo que él hubiera querido. Se tuvieron en cuenta los riesgos y cuál hubiera sido su pensamiento”.