Johnson se saca de la manga una cláusula que declara ilegal extender la transición del Brexit
El conservador fija el plazo en diciembre de 2020, cuando el pacto con Bruselas permite una extensión de dos años más. Otra vez el fantasma del Brexit duro
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se siente empoderado ahora que tiene mayoría absoluta en el Parlamento de Londres y va a aprovecharla para acelerar el divorcio del país respecto de la Unión Europea (UE), del que es un fiel defensor, una a puesta que, a la postre, le ha dado el apoyo masivo de los ciudadanos.
Este viernes, sin dilación, su Gobierno llevará a la Camara de los Comunes la Ley que autoriza el Brexit para que sea implementado antes de enero de 2020, pero con una cláusula que modifica lo ya sabido: el nuevo texto va a convertir en ilegal la posibilidad de ampliar el posterior periodo transitorio -que empieza el 31 de enero- más allá de diciembre de 2020, pese a que el pacto inicial con Bruselas permite una extensión de dos años más. Johnson no quiere esperar y, si no se logra cerrar todo en un año, apuesta por irse a las bravas, sin acuerdo.
Durante ese periodo, Reino Unido seguirá en el mercado común y la unión aduanera, para facilitar los intercambios comerciales mientras se negocia un nuevo tratado con la UE. El problema es que Bruselas no ha ocultado su escepticismo sobre la posibilidad de que un pacto comercial pueda negociarse en apenas un año, cuando además de establecer las condiciones para los flujos de mercancías, debe marcar también las reglas para la venta de servicios, el flujo de capital, el movimiento de trabajadores, el acceso a las aguas británicas de la flota pesquera europea, el tratamiento de datos y la coordinación de seguridad, entre otros aspectos.
Esto abre el riesgo de una ruptura brusca para las empresas en diciembre de 2020, algo a lo que el premier no parece tener miedo.
“La semana pasada, la población votó por un Gobierno que ejecutaría el brexit y llevaría al país adelante, y eso es exactamente lo que tenemos intención de hacer, empezando esta semana”, dijo una fuente oficial a los medios, citada por EFE. “Nuestra plataforma electoral dejó claro que no vamos a extender el periodo de implementación (transición) y que el WAB prohibirá por ley que el Gobierno acepte cualquier extensión”, añadió.
Johnson ya había prometido en la campaña de elecciones generales no extender ese periodo transitorio, pero muchos en la City de Londres confiaban en que el primer ministro adoptara una posición más flexible tras ser reelegido. Al no ser así, la libra está corrigiendo parte de las ganancias logradas tras la victoria electoral del 12 de diciembre.
Además, Johnson prevé retirar del texto de la Ley la promesa de mantener las protecciones a los trabajadores de la legislación comunitaria, algo que había incluido cuando intentó pasar la norma por el Parlamento el mes pasado, sin éxito.
“Peligrosa e irresponsable”
El portavoz laborista del Brexit, Keir Starmer, declaró hoy que esta medida es “peligrosa e irresponsable” y acusó a Johnson de poner en peligro puestos de trabajo en el país, ya que el Reino Unido estaría fuera de la UE sin un acuerdo comercial con la UE si las negociaciones no prosperan en el periodo de transición.
El Partido Conservador de Johnson obtuvo 365 escaños en las elecciones del pasado jueves y consiguió ganar en circunscripciones hasta ahora controladas por el Laborismo, como las del noreste de Inglaterra, mientras que los laboristas obtuvieron 203 diputados.
Los diputados que integran el nuevo Parlamento británico empiezan a jurar esta tarde lealtad a la reina Isabel II, jefa de Estado, y también se celebra la elección formal (acto protocolario) del nuevo presidente de la Cámara de los Comunes, Sir Lindsay Hoyle, quien reemplazó a John Bercow el pasado noviembre.
Este jueves, la soberana británica estará a cargo de la apertura formal del Parlamento y el viernes el Gobierno empezará a tramitar el WAB antes del receso navideño.