Johnny Depp: "Amber Heard, en sus ataques de ira, me golpeaba"
El actor declara por segunda vez en el juicio contra su exmujer.
Johnny Depp ha vuelto a declarar este miércoles en Virginia (EEUU), en el juicio en el que se enfrenta a su exmujer, la también actriz Amber Heard, después de que el actor la demandara por difamación —por lo que le pide 50 millones de dólares— a raíz de un artículo que escribió en 2018 para el Washington Post en el que lo acusaba de violencia doméstica. El protagonista de Piratas del Caribe asegura que ha sido víctima de abuso.
Este martes, Depp fue rotundo: “No he golpeado a ninguna mujer en mi vida”. Está previsto que a lo largo de las seis semanas que durarán las audiencias comparezcan otros famosos como testigos, como James Franco, Paul Bettany o Elon Musk.
“La actitud de mi exmujer y la forma en la que ella comenzaba a hablarme... todo comenzó a surgir y de repente yo estaba equivocado en todo”, ha relatado el actor de 58 años. Además, ha añadido que lo que comenzaba con “insultos degradantes” acababa convirtiéndose en “una discusión a gran escala”: “Estaba teniendo dificultades en mi mente, por supuesto, y en mi corazón, lidiando con ese aluvión”.
Asimismo, el actor de Animales fantásticos: los crímenes de Grindelwald ha añadido que no se le “permitió tener razón ni voz”. El asunto no ha quedado ahí, sino que, según el intérprete nominado tres veces al Oscar, sentía tener “una relación” con su madre “en cierto sentido”, aunque sea consciente de que suena “perverso y obtuso”, pero es consciente de “hay personas que buscan las debilidades de otras”. Por todo ello, habitualmente se “encerraba en el baño para alejarse de situaciones que iban a más”.
Mencionando directamente a Heard, ha confesado que ella sentía un “odio” que llegó a convertirse en “violencia”: en su “frustración”, “rabia” e “ira”, tenía claro que “atacaría”.
En relación a esos episodios, en los que ha llegado a pronunciar la palabra bullying, ha declarado que llegó a recibir “bofetadas y empujones, e incluso recibió el golpe del mando a distancia cuando se lo tiraba a la cabeza o de una copa de vino en la cara”. “En sus ataques de ira me golpeaba”, ha añadido.
Depp ha explicado en el estrado con Amber Heard lo tildaba de “mal padre, terrible, horrible” y que apenas podía pasar tiempo con sus hijos porque ella le “retenía a su lado para cubrir sus propias necesidades”. Ha llegado a hablar de “intimidación” por parte de su exmujer.
¿Por qué se quedó entonces a su lado? “Me quedé [con Amber Heard] porque no quería hacerle daño. Recuerdo que cuando mi padre dejó a mi madre, ella se intentó suicidar y yo lo vi esa mañana. Ese fue el resultado de que mi padre se fuera. Y la señorita Heard mencionó el suicidio en varias ocasionas (...) Quería intentar que funcionara... Pensé que tal vez podría ayudarla”. Además, tampoco quería “romperle el corazón” y cuando discutían le llegaba a decir “no puedo vivir sin ti”.
Heard se “aferraba” a la acusación de que Depp “estaba drogado con cocaína o borracho como un marinero”, aunque el actor asegura que nunca ha sido un adicto y que estuvo sobrio durante 18 meses y que ella sí que bebía: Heard “tomó el brillo de un buen vino español llamado Vega Sicilia (...) Bebía fácilmente dos botellas de vino en una noche”. Asimismo, según su versión, la vio tomar éxtasis unas 12 a 20 veces y hongos unas seis o siete veces.
De momento, este es el testimonio de una de las partes, la de Depp, ante la presencia en la sala de Heard, que también testificará.
Durante el proceso de divorcio de la pareja —que se casó en 2014 y se separó en 2016— la actriz solicitó una orden de alejamiento y aseguró haber sido víctima de violencia machista varias veces durante la convivencia con el actor, con el que estuvo casada 15 meses. Era el segundo divorcio de Depp, que tenía 52 años cuando conoció a la intérprete de 30, entonces, en el rodaje de Los diarios del ron.