Jin, primer miembro de BTS que deja la banda para hacer el servicio militar obligatorio
El trámite deja en el aire el futuro del popular grupo de K-pop, que ya había anunciado un parón de un año que había dejado desolados a sus fans. Y flequillo fuera, claro.
La estrella de BTS Jin ha comenzado este martes su servicio militar obligatorio en Corea del Sur. Se convierte así en el primer miembro de la banda en alistarse, desde que el anuncio de un parón este año dejara desconsolados a sus fans, ante el futuro incierto de la popular banda de K-pop. El septeto es considerado como el mayor fenómeno cultural del país, con enorme impacto internacional.
BTS llena estadios en todo el mundo, domina las listas de éxitos, recauda miles de millones de dólares y creó una legión mundial de seguidores conocidos como ARMYs. Pero todo varón surcoreano en buenas condiciones de salud debe servir al menos 18 meses en las fuerzas armadas del país y, pese a que se debatió por años si BTS merecía una exención, sus integrantes confirmaron en octubre que se alistarán. Jin empieza y su imagen sin flequillo, con el rapado militar preceptivo, está dando la vuelta a las redes sociales. “Más guapo de lo que yo esperaba”, ha escrito el artista.
Jin, cuyo nombre completo es Kim Seok-jin, se presentó el martes para realizar sus cinco semanas de entrenamiento antes de integrar una unidad, según los militares. Cientos de personas entre equipos de prensa y seguidores de BTS colmaron una intersección frente a la entrada del campo de entrenamiento en Yeoncheon -donde un rótulo dice “Cuna de soldados de primera clase”- en espera de la llegada de Jin, informa AFP.
n el campo de entrenamiento de Yeoncheon, los reclutas duermen en colchonetas en el suelo, en habitaciones con 30 personas. Se les enseña cómo manejar armas y disparar munición real antes de enfrentar escenarios de guerra exigentes, añade la BBC.
“Tenemos sentimientos encontrados hoy porque por un lado es normal que se aliste porque es obligatorio para los hombres coreanos”, comentó Veronique, una aficionada indonesia de 32 años. “Pero por otro lado, no podremos verlo por al menos 18 meses (...) Feliz, pero también triste y también orgullosa”, expresó.
El lugar de entrenamiento está cerca de la frontera con Corea del Norte, con la cual el Sur está técnicamente en guerra desde hace 70 años. Tanto la agencia que representa a la banda, Hybe, como el propio artista han pedido a los fans que no acudan a la base en Yeoncheon a despedirlo para evitar formar aglomeraciones y respetar también al resto de jóvenes que inician ese día el servicio militar.
Los fans quedaron estupefactos cuando BTS reveló en junio que haría un parón por el agotamiento, la presión, y el deseo de seguir carreras separadas. Pero diversos analistas comentaron que el anuncio estaba planeado, de forma estratégica, por el servicio militar obligatorio. Tranquilizador, a priori. El grupo deberá reunirse de nuevo alrededor de 2025, cuando sus siete integrantes hayan completado el servicio militar.
Corea del Sur exime a algunos atletas de élite, como medallistas olímpicos, y músicos clásicos del servicio militar, pero las estrellas del pop no califican. Pero BTS se benefició de una revisión de 2020 a la ley de reclutamiento que elevó la edad máxima de alistamiento de 28 a 30 años para algunos artistas. Jin, el integrante de más edad de BTS, cumplió 30 años el 4 de diciembre.
“No serán olvidados”
Los cambios en BTS para 2022 generaron especulaciones sobre el futuro del grupo. ¿Mantendrán su fama o tendrán dificultades en revivir su éxito? Algunas estrellas masculinas del K-pop tuvieron que luchar después del servicio militar para retomar sus carreras en una industria competitiva donde los artistas son fácilmente sustituidos.
“Para la industria del K-pop, la pausa de BTS será importante”, declaró a AFP Lee Taek-gwang, profesor de Comunicaciones de la Universidad Kyung Hee. “Durante su ausencia podría desaparecer el interés del público y ese declive de popularidad dañará sus negocios. No será fácil que la banda se vuelva a reunir”, agregó.
Pero otros expertos apuntaron al éxito masivo de BTS e indicaron que serán una excepción a esa tendencia. “Alcanzaron otro nivel de popularidad, influencia y credibilidad”, sostuvo Lee Ji-young, experta en BTS y profesora de la Universidad Hankuk de Estudios Internacionales.
Desde su debut en 2013, BTS ha sido reconocido por haber hecho más que cualquier diplomático o celebridad por promover el “poder blando” de Corea del Sur, considerada una potencia cultural mundial. Han sido invitados a hablar en la ONU y reunirse con el presidente estadounidense Joe Biden en la Casa Blanca. Son también embajadores de la campaña para llevar la Expo Mundial a Busán, Corea del Sur. Según el gobierno surcoreano, BTS ha inyectado miles de millones de dólares a la economía.
La defensa, prioridad
Pero a pesar de su éxito, un proyecto de ley para eximirlos del reclutamiento resultó tan polémico que no fue aprobado por el Parlamento. “El servicio militar en Corea del Sur es un indicador de igualitarismo”, explicó Lee, de la Universidad Kyung Hee. Jin se integrará a una “unidad del frente” cercana a la frontera, según los medios locales. “Demuestra el papel de la cultura y la opinión pública en moldear los asuntos internacionales. ¿Esta función en ‘el frente’ es de combate o será de relaciones públicas y prensa?”, cuestionó Sarah Keith, profesora de medios y música en la Universidad Macquarie.
La defensa es un pilar nacional, porque aún mantiene la guerra abierta con sus vecinos del norte, en un momento de fiebre como el actual, con el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales. Pionyang está disparando sobre todo hacia la zona de Corea del Sur y Japón, en un intento de provocar a sus adversarios y de demostrar músculo militar.
En un puñado de días de noviembre, ha disparado más proyectiles que en todo el infausto 2017, el peor año que se recuerda. Esta cantidad inusual de misiles ha incrementado las dudas sobre las capacidades de Seúl y Tokio, cuyos mensajes a los medios resultaron confusos, a la hora de rastrear y derribar misiles norcoreanos. Toda la zona está en tensión, además, por el pulso creciente entre China y Estados Unidos en el Indopacífico. Washington se apoya en Seúl ante lo que pueda pasar en Taiwán o en el tránsito de mercancías. No es momento de ceder ni un efectivo, aunque sea de la banda más famosa del país.
Corea del Norte y Corea del Sur están separadas por una franja de tierra de 4 kilómetros de ancho, que se extiende a lo largo de su frontera, conocida como la Zona Desmilitarizada (DMZ). Ambos bandos están cercados con alambre de púas y fuertemente armados. Jin se quedará lejos de la peor zona.