Javier Ruiz pausa 'Todo es mentira', se pone serio y habla alto y claro de Vox
Han tratado las polémicas declaraciones de una diputada del partido de Abascal sobre el colectivo LGTBI.
El periodista Javier Ruiz se ha puesto por segundo día al frente de Todo es mentira después de que Risto Mejide haya dado positivo en Covid y de que Marta Flich permanezca en cuarentena.
El presentador de la Cadena SER ha hecho la broma recurrente de que él está en el programa de Cuatro como becario, un chiste que también está promoviendo el cómico Miguel Lago.
Después de hablar de la situación de Cuba, Ruiz y el resto de analistas han analizado la polémica intervención de la diputada de Vox, Alicia Rubio, sobre los derechos de las personas LGTBI.
La política del partido de Santiago Abascal conocida por, entre otras perlas, defender que las vacunas provocan imantación, arremetió contra el colectivo LGTBI y afirmó que los derechos humanos son “universales e individuales y no de colectivos o grupos”.
La diputada definió a la ONU como “madre de todos los chiringuitos” tras afirmar que “cuando se dan derechos específicos a un colectivo se llaman privilegios y dar privilegios a unos supone limitar los derechos de otros”.
También acusó a la izquierda de estar llevando a cabo “una revolución pornomarxista”. Para introducir el tema, el presentador ha afirmado eso del “pornomarxismo” no lo dice él “lo dice Vox, así que debe ser verdad”.
Después de poner las declaraciones de Rubio, el cómico Miguel Lago, ataviado con un gorro típico de la URSS, ha hecho bromas sobre el término “pornomarxismo” con títulos de películas inventados como Por delante y por detrás yo siempre leo a Marx y Con tu hoz y mi martillo pasamos buen ratillo.
“En fin, vamos a ver, déjame que reconduzca esto de verdad. Una cosa, no sé si seria, pero vamos a intentar leerla en serio: ¿Esto a qué viene? ¿Esto de verdad cree Vox que da votos?”, ha afirmado el presentador después de las bromas.
La analista Verónica Fumanal ha señalado a los “cómplices” de este discurso y ha comentado que la sentencia del Tribunal de Madrid sobre el polémico cartel racista de Vox “les legitimaba el discurso”.
El presentador ha retomado el discurso y se ha preguntado si este tipo de discursos llega a la calle y ha explicado que los delitos de odio contra personas homosexuales han crecido un 8%: ”¿Esto es esto? ¿Estos discursos animan a la calle? ¿Calientan a la calle? ¿Te legitiman en la calle hacer esto?”.
Montse Suárez ha tomado la palabra y ha criticado que el partido de Santiago Abascal ponga siempre en cuestión las instituciones —como la ONU— y dejen caer que “no funcionaba nada” y que “todo es corrupción”.
“Sí. Yo creo que... aquí me perdonáis, que me salga del becario, pero el retroceso es empezar a discutir cosas que creíamos conquistadas. Como por ejemplo los derechos sociales, como por ejemplo la igualdad. Creer que esto está en discusión es retroceder y parece que lo estamos consiguiendo”, ha afirmado Ruiz.
Verónica Fumanal ha hablado de la “peligrosidad de la ruptura de los consensos” y ha señalado que la sociedad española había llegado “con mucha dificultad, a ciertos consensos sobre la violencia machista, sobre la defensa y los derechos de los colectivos LGTBIQ+”.
“Cuando eso se genera, genera un proceso de influencia muy importante porque todo el mundo dice: ‘Hombre, si desde este partido que es de derechas hasta este partido que es de izquierdas, todos están de acuerdo, si yo no estoy dentro de ese consenso la persona que está equivocada soy yo’. Cuando se rompen los consensos es cuando empiezan a agrietarse los derechos y las leyes. La carta fundamental de Derechos Humanos es un consenso que estos señores vienen a romper”, ha proseguido rotunda Fumanal.
“Insisto, más allá de la broma, esto tiene categoría de fondo”, ha sentenciado Javier Ruiz para dar por zanjado el tema.