Jane Fonda: dos arrestos, dos Oscar y toda una lección de estilo
La actriz de 83 años ha recibido el Premio Cecil B. DeMille en los Globos de Oro 2021.
La conciencia de Jane Fonda sigue muy despierta a sus 83 años. La actriz fue detenida en octubre de 2019 en la entrada del Congreso de Estados Unidos (en Washington). Fonda se estaba manifestando —y aseguró que lo seguiría haciendo mientras estuviese en la capital por el rodaje de Grace and Frankie (Netflix)— por las decisiones del gobierno de Trump que ignoraban el cambio climático.
Arrestada pero sin perder la clase que siempre la ha caracterizado. La imagen de la protagonista de Descalzos por el parque esposada por los agentes de policía dio la vuelta al mundo, a pesar de que no era la primera vez que acababa en el calabozo por sus convicciones. Lady Jane ya estuvo entre rejas hace cincuenta años, supuestamente por posesión de unos narcóticos que resultaron ser vitaminas. La actriz estaba ‘señalada’ por su ideología política y ese podría haber sido el verdadero motivo de su detención en 1970, como se dio a entender posteriormente.
Hay actores que temen mojarse políticamente, pero ese no es el caso de Jane Fonda. Ella siempre ha sido intérprete y activista liberal, feminista y ecologista. De hecho, se le ha visto en protestas por el cambio climático y en manifestaciones por los derechos civiles, contra la guerra de Vietnam y la de Iraq, o apoyando la ocupación de la isla de Alcatraz. Su implicación nunca ha sido postureo: participó en dos películas de denuncia, El regreso y El síndrome de China. Y vota al Partido Demócrata.
Jane Fonda nunca ha entendido tener la vida resuelta, al menos profesionalmente, como sinónimo de comodidad. Viene de una reconocida familia de actores, pero no ha vivido en una burbuja. La hija de Henry Fonda y hermana de Peter Fonda debutó en el cine en 1960 con Tall Story, junto a Anthony Perkins, y llamó la atención también por su físico.
Es innegable que su vida también ha estado ligada a la imagen (y pese a ello nunca ha sido una mujer frívola): a sus vídeos de aeróbic o a la publicidad de cosméticos. La edad pasa para todo el mundo menos para Jane Fonda. Con más de 80 años sigue siendo imagen de cremas de rejuvenecimiento. Es la belleza más longeva de Hollywood.
Fonda lo tuvo fácil para llegar a trabajar con los mejores por ser ‘la hija de’, pero mantenerse en la cima ha sido cosa suya y así se lo ha reconocido la industria del cine, los críticos y el público. Tiene dos Oscar a Mejor actriz y cinco nominaciones; dos BAFTA que podrían ser seis; siete Globos de Oro y ocho nominaciones; y fue nominada a los Emmy tres veces, aunque solo ganó en una ocasión. Nunca es suficiente para distinguir una carrera cinematográfica de casi sesenta años llena de éxitos. Por eso en 2017 también recibió el León de Oro del Festival Internacional de Cine de Venecia y en 2018 el Premio de honor del Festival Lumière de Lyon.
Este año ha añadido otro trofeo a su vitrina: ha recibido el Premio Cecil B. DeMille en los Globos de Oro 2021, un galardón en honor a su trayectoria cinematográfica, reconocida por los críticos de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood.
Fonda siempre ha sido una actriz sin complejos. Igual trabaja a las órdenes de Jean-Luc Godard o Paolo Sorrentino y comparte protagonismo con Robert Redford en Descalzos por el parque que lo hace con Jennifer Lopez en La madre del novio. Su paso es glorioso en la formalidad de unas películas y en la banalidad de otras.
De hecho, la película que hizo en 2005 con JLo supuso su reaparición en el cine, tras su retirada en 1991, después de treinta años de trabajo frente a la cámara. Volvió a la gran pantalla con un taquillazo sin más pretensiones que entretener.
Es una actriz de las de antes y, pese a ello, Fonda no se ha quedado anclada en el pasado, sino que vive con los tiempos y preocupada por el futuro, en todos los sentidos. En el sentido político se implicaba con causas antibélicas y ahora lo hace con causas medioambientales; y en el cinematográfico trabaja con productoras clásicas como New Line Cinema o con plataformas como Netflix. Porque puede. Lamentablemente, gran parte de las nuevas generaciones ya no sabe quién fue Ava Gardner, Elizabeth Taylor o Marlon Brando, aunque sí sabe quién es Jane Fonda. Ese mérito es suyo.
Fonda será recordada siempre por títulos como La ingenua explosiva, Descalzos por el parque, Klute o El regreso, y hasta podría haberlo sido por La semilla del diablo o Bonnie y Clyde, largometrajes que rechazó protagonizar.
La vida de Jane Fonda se divide en tres etapas de casi treinta años cada una —que incluyen tres matrimonios y tres hijos—, y la última es la que más le ha marcado. A estas alturas su talento es evidente y su compromiso intacto y envidiable. No todos lo logran. Decir que Fonda es una verdadera estrella no es exagerar, aunque como ella misma se empeña en recordar “Fonda es algo más de lo que América conoce”.