James Hewitt, amante de la princesa Diana, niega ser el padre del príncipe Enrique
El oficial de caballería y la esposa del príncipe Carlos mantuvieron un romance durante cinco años.
Después de años de especulaciones (basadas, en buena parte, en un innegable parecido físico) el oficial de caballería James Hewitt ha negado que sea el padre del príncipe Enrique, el hijo menor del príncipe Carlos (heredero al trono británico) y de la fallecida princesa Diana.
Hewitt ha hablado en el programa australiano Sunday Night y ha sido muy claro en sus declaraciones. Sin paños calientes, la periodista Melissa Doyle le pregunta al exmilitar británico: "¿Es usted el padre de Enrique?". "No, no lo soy", responde él.
"Entonces, ¿por qué es algo que sigue repitiéndose?", le interpela Doyle. "Porque vende periódicos. Es peor para él, probablemente, pobre chico".
Además, por las fechas que se manejan es imposible que Hewitt sea el padre de Enrique. El príncipe nació en septiembre de 1984, mientras que el romance duró entre 1986 y 1991 (como la propia Diana explicó), cuando acabó al ser Hewitt destinado a la Guerra del Golfo, pues que su unión se fue enfriando. En ese mismo 1991 la relación se hizo pública, aunque por entonces el heredero al trono británico también mantenía ya una relación con la que ahora es su mujer, Camila de Cornualles. La princesa y el príncipe Carlos se separarían un año después, en 1992.
Fue la propia Diana quien habló de esa relación en 1995 en una entrevista en el programa de la BBC Panorama. "Sí, lo adoraba. Lo amaba. Pero fui abandonada". A lo largo de los años, Hewitt también ha hablado al respecto, asegurando que la relación era "emocionante y sexi porque era peligrosa". "El peligro la animaba un poco", comentó al respecto. También ha comentado que "había algo especial" en Diana. "Creo que era bastante fácil enamorarse de ella", ha dicho.
De hecho, en 1999 publicó un libro sobre el romance. En 2003, en una entrevista con Larry King en Estados Unidos, anunció que quería vender las más de 60 cartas que le escribió la princesa entre 1989 y 1991 por 10 millones de libras y fue duramente criticado por ello. En 2009 se echó atrás, pero en 2015 los rumores sobre la venta volvieron a salir a la luz.
Las cartas, además de dar detalles personales sobre la relación de ambos, también alimentaban una supuesta teoría de la conspiración sobre la muerte de Diana, que falleció el 31 de agosto de 1997 en un accidente de coche en el Puente del Alma, en París. Una de ella, de las más conocidas, rezaba: "Esta fase de mi vida en concreto es la más peligrosa. Mi marido planea un 'accidente' con mi coche, que fallen los frenos y tenga graves heridas en la cabeza para tener vía libre para casarse con Camila".