Asistieron más famosos pero ninguno fue tan escrutado como ella. Jada Pinkett Smith acaparó todas las miradas este fin de semana en la que fue su reaparición tras el sonado guantazo que su marido, Will Smith, le propinó al humorista Chris Rock en plena ceremonia de los Oscar, después de que el cómico hiciera un chiste sobre su aspecto —al parecer, desconociendo que padece alopecia—.
Hasta el momento la actriz solo había roto su silencio con una críptica publicación de Instagram. Dos días después del incidente publicó: “Este es tiempo de curarse y estoy dispuesta a ello”. Salvo eso, no ha dicho nada más en público, aunque son varias las noticias que han saltado sobre lo que supuestamente opina en privado.
Según publicó US Weekly la semana pasada, una fuente cercana a la pareja señaló que ambos están de acuerdo en que la reacción del intérprete fue “exagerada” y que, aunque Jada apoya a su marido, no necesita ser protegida.
Jada Pinkett Smith, en la inauguración.KhromeGTRES
En el evento de este fin de semana, la intérprete se mostró sonriente y entusiasmada ante la apertura de el centro de artes escénicas Debbie Allen en Los Angeles, impulsado por la todopoderosa Shonda Rhimes —productora de Los Bridgerton, entre otros muchos hits televisivos—, pero no realizó declaraciones.
Pinkett acudió en solitario y con un llamativo vestido dorado que en algunos momentos tapó con una mantita blanca debido al frío.
Will Smith, vetado por la Academia
Su reaparición ha tenido lugar justo después de que la Academia de Hollywood impusiera su sanción a Will Smith: el viernes lo vetó de los Oscar y de otros eventos de la institución durante los próximos 10 años.
En un comunicado, la Academia incidió en que la gala fue “ensombrecida” por lo ocurrido y pidió disculpas por no haber manejado correctamente la situación en el momento, además de expresar su gratitud a Chris Rock por haber mantenido “la compostura en circunstancias extraordinarias”.
La gran incógnita era si le arrebatarían el Oscar a Mejor actor por El método Williams que ganó minutos después del bofetón, cosa que parecía improbable puesto que, por ejemplo, el productor Harvey Weinstein — condenado a 23 años de prisión por violación y agresión sexual— mantiene sus 81 estatuillas.