Italia pasa de la UE y sigue con sus presupuestos y su aumento del déficit
"Si a Europa le gusta estamos contentos, si no, seguiremos adelante", ha retado Salvini.
El Gobierno italiano no modificará sus Presupuestos para 2019 e insiste en aumentar el déficit al 2,4% del PIB, aunque ha introducido garantías para no superar ese límite, en un intento de calmar a la Comisión Europea (CE), que rechazó el primer borrador.
"No hay novedades legislativas, pero está el compromiso de contener el déficit en el 2,4%", ha informado el vicepresidente del Gobierno y ministro de Desarrollo, Luigi Di Maio, al salir del Consejo de Ministros.
El Gobierno del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga Norte ha reafirmado estas cuentas antes de expirar el plazo de Bruselas para presentar otros presupuestos, después de que rechazaran el primer borrador en una decisión sin precedentes.
Los Presupuestos van acompañados por un cuadro macroeconómico en el que el Gobierno estima un aumento del déficit al 2,4% en 2019, del 2,1% en 2020 y del 1,8% en 2021 para financiar sus políticas expansivas, algo que Bruselas rechaza.
El ministro de Economía Giovanni Tria ha confirmado después esta postura en una carta al vicepresidente de la CE Valdis Dombrovskis y al comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, en la que dice que la posición del Gobierno italiano "mantiene toda su validez".
En la misiva ha asegurado su compromiso de "mantener las cuentas de la finanza pública" e indica que el déficit al 2,4% del PIB será considerado "insuperable" y sometido a un control continuo.
En Roma ven "prioritario y urgente" una mayor deuda
En Roma ven "prioritario y urgente" una mayor deuda para implementar unos Presupuestos que permitan "relanzar las perspectivas de crecimiento, colmar la duradera diferencia entre el actual nivel del PIB y el registrado antes del inicio de la crisis económica y afrontar la ralentización del ciclo".
Por otro lado Tria ha expresado la intención del Gobierno de acelerar la reducción de la deuda y prevenir el "riesgo de eventuales crisis macroeconómicas" mediante la privatización de parte del patrimonio del Estado, hasta el 1% del PIB en 2019.
El ministro cree que con este programa de ventas y su impacto la deuda bajaría del 131,2% de 2017 al 126% en 2021, y asegura que la deuda "será sometida a un constante control, verificando la coherencia del cuadro macroeconómico".
"Es nuestra convicción que estos Presupuestos son los necesarios para crecer. El último Gobierno no invirtió ni un solo euro para las empresas y los ciudadanos", alega Di Maio, también vicepresidente.
Presupuestos "a contracorriente con los del pasado"
El político dijo que los Presupuestos "van a contracorriente con los del pasado" pero consideró que para eso fueron votados en las elecciones generales del 4 de marzo, "para acabar con la austeridad y hacer unas cuentas expansivas".
El líder del M5S concluye que se proseguirá con la intención de implementar políticas como la Pensión de Ciudadanía (un subsidio de desempleo prometido por su partido), así como la reforma del Sistema de Pensiones e indemnizaciones a los "estafados" por los bancos quebrados en los últimos años.
El Gobierno también apostará por incrementar los fondos destinados a la red hidrológica tras los últimos y fatales aluviones que se saldaron con la muerte de 30 personas, así como un plan ambicioso de infraestructuras en todo el país, sobre todo tras el derrumbe del puente de Génova el pasado agosto.
Solicitan flexibilidad por "eventos excepcionales"
Para afrontar los gastos de estos desastres, Tria solicita en la carta a la CE que aplique la flexibilidad presupuestaria por eventos excepcionales.
La intención de mantenerse firmes ante Bruselas ya la había anticipado el vicepresidente y líder de la Liga, Matteo Salvini, quien a su entrada al Consejo de Ministros adelantó que no se modificarían las partidas contenidas en las cuentas para 2019.
"Estamos trabajando en unos Presupuestos que garantizan más puestos de trabajo, más derecho a las pensiones y menos impuestos no para todos, pero sí para muchos italianos. Si a Europa le gusta estamos contentos, si no, seguiremos adelante", ha retado.
Todo un pulso a Bruselas que el propio Salvini escenificó en una reunión previa al Consejo y en la descorchó una botella de vino y se lo mostró a sus seguidores en las redes sociales: "Así la noche adquiere un sabor diferente", dijo irónicamente en Twitter.
Con este posicionamiento, la pelota queda ahora en el tejado de la Comisión Europea, que podría dar inicio a un procedimiento de sanciones sin precedentes en la historia comunitaria. En cualquier caso, desde la euroescéptica Liga aseguran que la respuesta del Gobierno ha sido "de ataque y no de defensa".