Isabel Pantoja tiene un problema cuando trabaja con niños

Isabel Pantoja tiene un problema cuando trabaja con niños

A la tonadillera no le está resultando nada fácil ser jueza del 'talent' infantil 'Idol Kids' (Telecinco).

Isabel Pantoja, jurado de 'Idol Kids' (Telecinco).TELECINCO

Meses y meses sin aparecer ante las cámaras. El final de Supervivientes 2019 supuso la desaparición de Isabel Pantoja. La tonadillera y concursante del reality salió de escena por una temporada, que ha terminado este lunes 28 de octubre. La intérprete fue uno de los reclamos de la presentación de Idol Kids, el nuevo programa de Telecinco conducido por Jesús Vázquez en el que Pantoja hace de jurado. Acudió a la cita para hablar de su papel en el talent y acabó contando cómo sus inicios le han marcado en esta etapa.

Dice que sus primeros pasos le han hecho ser más empática a la hora de puntuar en la mesa del jurado que comparte con Edurne y Carlos Jean, pero que le han traído más de un quebradero de cabeza en su estreno como jueza.

El paso de Isabel Pantoja por las dos primeras fases de concurso no ha sido fácil. Solo ha dicho que no a cuatro concursantes (y eso que una negativa fue por error). “Pasé las dos primeras semanas fatal. Hasta tuve la sensación de que eso me podía manejar”, ha revelado la tonadillera, a la que han apodado “panroja” por su reticencia a rechazar a niños.

Esa debilidad y ese miedo a darle al botón rojo sirvió a sus compañeros para hacer bromas. “Me costaba mucho”, ha contado tapándose la cara avergonzada. “Yo me veo reflejada en cada niña que sale y por eso lloro, por eso me emociono nada más verlas”, ha confesado.

Me veo reflejada en cada niña que sale y por eso lloro, por eso me emociono nada más verlas

“Tenía siete años, fue en el teatro San Fernando de Sevilla, pero iba muy bien preparada. No iba a concursar, ni tuve la oportunidad de salir en un programa, porque no existían. No puedo soportar llorar, es superior a mí”, ha dicho la cantante en la rueda de prensa de presentación del talent infantil.

Aunque para momento emotivo el que se crea cuando la artista habla del papel de su madre en su carrera. “Gracias a ella soy lo que soy. Ella fue la primera persona que vio lo que valía su hija”, ha apuntado.

Para decir no a un niño se acuerda de sus inicios, cuando compaginaba su formación con las actuaciones en el Corral de la Morería. “Tuve los dos mejores maestros del mundo, Rafael de León y Juan Solano, y estuve preparándome tres años y medio para grabar mi primer disco con quince años (...) Si llegaba un minuto tarde el maestro cerraba el piano. Aprendí lo que es la disciplina”, ha dicho.  “Trabajaba a la vez en el Corral de la Morería, aprendiendo delante de un público para dar de comer a mi familia, formándome como artista y preparándome para ser una estrella, que es lo que los maestros querían”, se ha acordado la de Cantora.

A Isabel le supuso mucho trabajo y sacrificio no salir antes a la fama. “Yo les decía a mis maestros que necesitaba salir. Juan Solano me dijo una frase que jamás se me olvidará ‘¿Tú quieres ser una estrella o una del montón?’, yo le dije que quería ser una estrella y me dijo que tenía que esperar”. Esa frase la usa ahora en su nueva faceta, para decir a los pocos niños a los que tiene que dar un no. Es, sin duda, lo que más le cuesta.

Un artículo de José Manuel Sánchez, redactor en El Televisero.

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