Isabel Pantoja es la mejor superviviente de 'Supervivientes' (aunque todo el mundo diga lo contrario)
Estaba cansada de llevar esa estrella que pesa tanto —casi como su caché—, pero la carga del astro ha perseguido a Isabel Pantoja hasta Supervivientes. Seguramente por eso, la tonadillera ha decidido seguir la letra de la canción a rajatabla: Hoy quiero confesar. Y así ha logrado también matar algunos rumores de aquella esquina.
Y esta vez no está perdiendo en el camino tantas cosas. Pantoja es la protagonista absoluta de Supervivientes 2019 —como era de esperar —. Telecinco sabía muy bien lo que hacía cuando le ofreció el caché más alto de la historia del reality. La cantante lleva siendo la estrella del concurso incluso desde antes de concursar, en 2011, cuando solo apareció en el plató para recibir a su hijo Kiko Rivera. La escena todavía se recuerda y se emite, OCHO años después.
En Supervivientes, unos prefieren ver un poco de salseo y otros ver a un robinson. Son muchas las cualidades que se valoran en un concursante... aunque el mejor pescador, el que mejor enciende una hoguera o el que tiene más resistencia física parece más propio de Jara y Sedal que de un casting formado por extronistas de Mujeres y Hombres y Viceversa. Telecinco no está para estas cosas, y hemos tenido casi 30 años para darnos cuenta...
Los detractores de Isabel Pantoja se quejan de que la sevillana no hace nada en todo el día (en relación con la supervivencia), a pesar de ser la que más cobra. Y aun con ello, está dando la máxima rentabilidad a los 80.000 euros semanales que cobra. A veces parece que fuese ella la única que cobra por concursar. Hay muchas razones que la convierten en la cabeza de cartel de Supervivientes 2019 y en la mejor superviviente de esta edición, POR MUCHO QUE LOS PANTOHATERS SE OPONGAN.
1. La leña arde, y sin hacer fuego. Entró siendo la que más ganaba, sí —y eso que no había ceros en esa cadena para que ella la pisara—, pero también es la que más tiene que perder. Es el personaje más fuerte y el más vulnerable a la vez. Siempre ha puesto por encima de todo —al menos así lo decía—su carrera y ahora puede denostarla más que nunca o conseguir todo lo contrario. Es la artista que más interés desmedido genera en España y eso dispara las audiencias, pero siempre puede ser contraproducente: los programas del corazón ya pueden entender que ha renunciado por completo a su intimidad. Además, la gente la adora o la odia. Pese a todo, se está ganando a los que eran más reacios a empatizar con ella.
2. Si está alegre o triste, quién lo sabe. Se está enfrentando a sí misma. La mente es la peor enemiga de los concursantes, especialmente las primeras semanas, y ella está librando esa batalla en directo. Está controlando la ansiedad frente a, como poco, tres millones de espectadores. Si aplaudimos que series como Cuéntame incluyan un problema así en un guion, ¿por qué no que Isabel Pantoja muestre lo que le ocurre en un reality? Por prejuicios. Porque parece que las ficciones siempre estarán por encima de los realities. La tonadillera ha salido de su zona de confort a sabiendas de que no todo el mundo la entenderá y de que muchos otros hablarán de teatro. Unos siempre tendrán más derecho a llorar que otros, parece.
3. Es un poco la sal y poquito la arena de Honduras. El 90% de los vídeos los protagoniza ella. No vale la excusa de que así lo quiere Supervivientes para alzarla como la ganadora del concurso. Si el programa tiene imágenes que entretienen y enganchan a la audiencia, y que retroalimentan a otros programas de la cadena, no echa piedras contra su propio tejado. Si otros concursantes ofrecieran tanto como ella, se emitiría.
4. Hoy quiero confesar que estoy enamorada. Cuenta las historias que toda España conoce desde hace 35 años, pero siguen interesando. Como la suya con “el amor de su vida” Francisco Rivera Paquirri. Y, a la vez, genera contenido fuera provocando la respuesta de Francisco Rivera Ordóñez.
5. Le hicieron a veces tanto daño. Todos sus compañeros son conscientes de su peso en un programa de televisión y están esperando el mínimo movimiento para sacar las uñas y cargarse a una clara rival. Aunque ella se está sabiendo mover en el conflicto.
6. Por si hay alguna duda sobre ella. Su hijo le pidió en directo que sacara a “la verdadera Maribel”, y Jorge Javier dijo que como espectador, también quería ver a Pantoja. Y ella tomó una clara decisión: le sobra tiempo y va a contarle a todos cómo es.
7. Corazón encendido. Es folclórica, dentro y fuera del escenario, en la playa y en la palapa. Y esto es telerrealidad. Y al final, un show.
BONUS TRACK: ESTA ESCENA ha sido superada por ESTA OTRA.