La frase de Isabel II que ha copado todos los titulares
La reina de Inglaterra ha hecho saltar las alarmas sobre su salud en su última aparición.
Isabel II no pasa por un buen momento. Apenas unas semanas después de cumplir 70 años en el trono, han llegado a Buckingham varias noticias amargas. Por un lado, el príncipe Andrés ha llegado a un acuerdo económico de 14 millones de euros con Virginia Giuffre, quien le acusaba de acoso sexual, y será supuestamente ayudado por la reina para hacerle frente. Por otro, la fundación del príncipe Carlos está siendo investigada por la Policía por un posible casoo corrupción.
En este escenario la monarca, de 95 años, cada vez se encuentra más delicada de salud y está midiendo sus apariciones públicas al milímetro. De ahí que su última audiencia haya copado titulares en todo el mundo.
Este jueves la reina de Inglaterra se reunió con el nuevo secretario de Defensa, el general de división Eldon Millar, y su predecesor en el cargo, el contraalmirante James Macleod. Allí, Isabel II tuvo un gesto de sinceridad y admitió por primera vez su fragilidad.
“Como pueden ver, no me puedo mover”, dijo a ambos cuando entraban en el salón del castillo de Windsor donde tuvo lugar la reunión. La reina permanecía de pie estática, con una sonrisa y apoyada en el bastón mientras señalaba su pierna izquierda.
El momento fue capturado por la cadena británica ITV y ha llegado a medios internacionales como People o The New York Post. “Una fuente del palacio dijo que la Reina se había sentido un poco rígida, en lugar de haberse lastimado o no estar bien”, según recoge Reuters.
El pasado otoño, la reina tuvo que ausentarse de varios actos oficiales y reapareció el 21 de noviembre con motivo del bautizo de los hijos de sus nietas, Eugenia de York y Zara Tindall celebrado en la la Capilla Real de Todos los Santos del Castillo.
Isabel II estuvo en reposo todo el mes de octubre y también canceló algunos de los actos del mes de noviembre por recomendación médica “tras haber sufrido una lesión muscular en la espalda”, según informó en un comunicado. La ausencia al servicio del Domingo de Recuerdo (Remembrance Sunday) el pasado 14 de noviembre fue especialmente sonada, ya que no se había ausentado anteriormente a este acto.
En Reino Unido, las alarmas sobre su salud están puestas desde el pasado 20 de octubre cuando ingresó en el hospital King Edward VII para someterse a varias pruebas preliminares. Esta era su primera hospitalización en ocho años.
Además, a partir de octubre, la reina empezó a caminar con un bastón que la sigue acompañando en cada aparición pública, algo que tampoco había sucedido anteriormente.
También en el mes de octubre, los médicos recomendaron a la reina que dejase de beber alcohol para mantenerse lo más sana posible. Tal y como se señalaba entonces en Vanity Fair, la reina no tenía una costumbre muy arraigada con la bebida, pero sí que tomaba alguna copa de vino en las cenas y el cóctel de ginebra con Dubonnet era uno de sus favoritos.
En Navidad canceló las celebraciones familiares con motivo de la variante ómicron de la covid-19 y el auge de contagios que había en ese momento en Reino Unido. La monarca, además, ha dejado claro recientemente que quiere que su hijo Carlos sea rey cuando llegue el momento y Camilla su consorte.
“Es mi sincero deseo que, cuando llegue ese momento, Camilla sea conocida como reina consorte mientras continúa con su leal servicio”, confesó Isabel II en el comunicado por sus 70 años de reinado.
La monarca se mostró en el “profunda y humildemente” agradecida por la “lealtad y el afecto” que los ciudadanos británicos continúan demostrándole. “Y, cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le daréis a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me has dado a mí”, vaticinó la reina.