Irán da otro golpe al pacto nuclear con el desarrollo de nuevas centrifugadoras
Garantiza que continuará con las negociaciones para salvar el debilitado acuerdo nuclear de hace cuatro años, pese a todo
Las autoridades de Irán han informado este viernes de que han dado el siguiente paso en el incumplimiento del acuerdo nuclear alcanzado en 2015, según ha informado la agencia semioficial de noticias iraní ISNA.
“El ministro de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, en una carta dirigida a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, ha anunciado que Irán ha eliminado todas las restricciones relacionadas con la Investigación y Desarrollo (I+D)”, ha señalado ISNA, citando al portavoz del Ministerio de Exteriores, Abbas Mousavi.
Esto quiere decir que, desde hoy, la república islámica se prepara para desarrollar centrifugadoras con el fin de enriquecer uranio a un ritmo más rápido, aunque continuará con las negociaciones para salvar el debilitado acuerdo nuclear de hace cuatro años.
Este tercer paso de Irán en la reducción de sus compromisos nucleares supone un nuevo golpe para un histórico pacto multilateral que se encuentra en la cuerda floja desde que Estados Unidos decidiera abandonarlo el año pasado y volver a imponer sanciones al país persa.
Las próximas medidas que va a adoptar la Agencia de Energía Atómica de Irán (AEAI) están centradas en abandonar de inmediato sus obligaciones relativas a la investigación y el desarrollo estipulados en el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés).
“Una parte importante de las negociaciones con el G5+1 (EEUU, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania) se centró en el I + D (...) Todos nuestros compromisos de investigación y desarrollo bajo el JCPOA se eliminarán por completo a partir del viernes”, anunció el presidente iraní, Hasan Rohaní. En esta línea, el mandatario ordenó a la AEAI que expanda su I + D a “todo tipo de centrifugadoras nuevas y todo lo necesario para el enriquecimiento (de uranio)” para lograr “velocidad de acción en este campo”.
Rohaní reconoció que se trata de “un gran paso”, pero señaló que se llevarán a cabo estas medidas “dentro de un marco pacífico” y bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Según el último informe del OIEA, Irán ha aumentando su grado de incumplimiento del acuerdo nuclear, pero sigue aceptando y facilitando controles de la ONU.
Los pasos dados
Las autoridades iraníes empezaron el pasado julio a enriquecer uranio al 4,5 %, por encima del 3,67 % permitido en el JCPOA, y superaron en unos 60 kilos el límite de almacenamiento de este material, estipulado en 300.
Otras de las limitaciones que recoge el acuerdo nuclear están relacionadas con el número de centrifugadoras que puede tener Irán, que se comprometió a reducirlas en unos dos tercios y a que fueran de primera generación (IR-1), las menos avanzadas.
El presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyaní, explicó que poner en marcha la nueva generación de centrífugas iraníes (IR-6) “puede acelerar el ritmo del país en el campo de la tecnología nuclear”.
Irán decidió reducir sus compromisos nucleares en mayo pasado, justo cuando se cumplió un año de la retirada del acuerdo de EEUU, y debido al fracaso del resto de firmantes del JCPOA en contrarrestarlas.
Al respecto, Rohaní insistió en que van a dar un nuevo plazo de 60 días a la Unión Europea (UE) para seguir negociando después de que durante los últimos dos meses no se alcanzara “el resultado deseado”. “Siempre que vuelvan a sus compromisos, haremos lo mismo”, adelantó Rohaní, quien ha señalado en varias ocasiones que la reducción de compromisos de Irán es reversible.
Las autoridades persas exigen principalmente a Europa que facilite sus exportaciones petroleras, bajo sanciones de EEUU, o que le otorgue una línea de crédito en compensación, pero la oferta de París de 15.000 millones de dólares ha sido rechazada por Washington.
Sobre la política de EEUU de los últimos 16 meses, Rohaní denunció que “su primer y principal objetivo era cambiar el sistema” de la República Islámica.
De no lograrlo, pretendía socavarlo y forzar unas nuevas conversaciones “bajo severas sanciones a Irán para aumentar su poder de negociación”, según el presidente.
“No hay duda de que Estados Unidos fracasará en sus políticas de cambio, debilitamiento e imposición de negociaciones, y no hay otra vía para ellos que respetar las regulaciones internacionales”, aseveró.
Pese a la política de “máxima presión” contra Irán de la Administración de Donald Trump, el presidente estadounidense se ha mostrado dispuesto a dialogar con los líderes iraníes e, incluso, durante la reciente cumbre del G7 se llegó a hablar de un posible encuentro con Rohaní. Trump aseguró el miércoles que todavía “es posible” que se reúna con su homólogo de Irán durante la Asamblea General de la ONU a finales de este mes en Nueva York, a pesar de que Rohaní ha descartado cualquier tipo de negociación bilateral.
El futuro del acuerdo nuclear se encuentra mientras tanto en el aire y, como ha advertido Teherán, cuanto más tiempo pase sin lograrse un entendimiento, más difícil será revertir las medidas nucleares tomadas.
La polémica oferta de EEUU
Hoy también se ha sabido que el Departamento de Estado estadounidense ofreció al capitán del petrolero iraní Grace 1, rebautizado como Adrian Darya 1, que fue retenido por las autoridades gibraltareñas en julio, millones de dólares a cambio de cooperación para llevar el barco a otro país que lo retuviese en lugar de Washington.
La oferta habría sido realizada al capitán del barco el pasado 26 de agosto en un correo electrónico enviado por el representante especial de Estados Unidos para Irán, Brian Hook, según ha informado el diario Financial Times. Un portavoz del Departamento de Estado ha confirmado a su vez a la agencia de noticias DPA que efectivamente las autoridades estadounidenses llevaron a cabo dicha oferta.
El mensaje de Hook habría llegado a su destinatario once días después de que el petrolero fuera liberado por las autoridades gibraltareñas, que habían retenido el barco bajo la sospecha de que pretendía llevar petróleo a Siria, algo que contravendría las sanciones impuestas por la UE contra el régimen de Bashar al Assad. El capitán, que no respondió a la oferta, fue consecuentemente sancionado por el Gobierno estadounidense.