“Cárcel o tortura”: Irán amenaza a las familias de sus jugadores en Qatar si no se comportan
La represión de las protestas por la muerte de Mahsa Amini ha segado la vida de más de 300 iraníes. Los futbolistas apoyan a su pueblo, pero el régimen les da donde más duele.
El Gobierno de Irán ha amenazado a los familiares de su equipo nacional en el Mundial de fútbol de Qatar 2022 con “el encarcelamiento o la tortura” si los jugadores de la selección “no se comportan” debidamente en el partido que juegan este martes contra la selección de Estados Unidos, según ha informado la cadena CNN.
Tras la negativa de los futbolistas iraníes a cantar el himno nacional en su primer partido contra Inglaterra, el 21 de noviembre, los jugadores fueron llamados a una reunión con miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI), aseguró a la cadena estadounidense una fuente relacionada con la seguridad del campeonato.
El ‘precio’ de no cantar el himno nacional
Según las fuentes, las autoridades iraníes advirtieron a los jugadores que sus familias se enfrentarían a situaciones de “violencia y tortura” si no cantaban el himno nacional o si se unían a alguna protesta política contra el régimen de Teherán.
En el segundo partido de la selección iraní, el 25 de noviembre, en el que ganó 2-0 al combinado de Gales, los jugadores sí cantaron el himno al comienzo del encuentro, según se pudo comprobar por las imágenes de televisión.
La fuente consultada por la CNN, que monitorea de cerca a las agencias de seguridad de Irán que operan en Qatar durante la Copa del Mundo, dijo que decenas de oficiales del CGRI habían sido reclutados para controlar a los jugadores iraníes, a quienes no se les permite mezclarse fuera del equipo o reunirse con extranjeros.
“Hay una gran cantidad de oficiales de seguridad iraníes en Qatar recopilando información y monitoreando a los jugadores”, insistió la cadena.
Carlos Queiroz, el entrenador portugués de la selección nacional de Irán, se reunió por separado con los oficiales del CGRI después de que se hubieran trasladado las amenazas a los jugadores iraníes y a sus familias, dijo la fuente.
Y, según el medio estadounidense, Queiroz ha dicho a los futbolistas iraníes que pueden protestar en la Copa del Mundo, pero solo dentro de las normas de la FIFA.
La CNN también asegura que “en el último partido contra Gales, el régimen (de los ayatolá) envió a cientos de actores para crear una falsa sensación de apoyo a la selección. Para el próximo partido contra Estados Unidos, el régimen planea aumentar significativamente el número de actores presentes en el estadio”, dijo la fuente.
Irán y Estados Unidos se enfrentan este martes en un partido crucial del Grupo B del la Copa del Mundo de fútbol.
En libertad bajo fianza un futbolista iraní
Este mismo martes, un tribunal iraní ha decretado la libertad bajo fianza al jugador de fútbol Voria Ghafouri, detenido la semana pasada por su apoyo a las protestas que sacuden Irán desde mediados de septiembre.
El exdefensa de la selección iraní fue puesto en libertad “tras las últimas investigaciones judiciales” y tras el pago de “una fianza apropiada”, informó la agencia de noticias Mizan.
Ghafouri fue detenido el pasado viernes acusado de “propaganda contra el régimen” e “insultar y socavar a la selección nacional de fútbol”.
El actual jugador, de origen kurdo, ha apoyado públicamente las protestas desatadas por la muerte en septiembre de Mahsa Amini, oriunda del Kurdistán iraní.
Los futbolistas han sido uno de los colectivos que más han expresado su apoyo a los manifestantes. Además de Ghafouri, el exjugador Ali Daei anunció que había rechazado una invitación para acudir a Qatar como muestra de solidaridad con las familias que han perdido a seres queridos.
Más de 300 muertos en las protestas
El régimen autocrático de Teherán se enfrenta desde hace semanas a protestas en varias ciudades del país que comenzaron por la muerte de la joven kurda de 22 años, Mahsa Amini, pero que han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
La Guardia Revolucionaria de Irán ha confirmado que más de 300 personas han muerto desde el inicio en septiembre de las protestas por la muerte de Mahsa Amini, una mujer detenida en la capital, Teherán, por supuestamente llevar mal puesto el velo, en el que supone el primer balance oficial desde el inicio de las movilizaciones.
El comandante de la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria, Amir Alí Hayizadé, ha resaltado que “más de 300 personas han muerto y han caído mártires durante estos dos meses porque no reconocieron al enemigo”, tal y como ha recogido el portal iraní de noticias Tabnak. “Hay que conocer al enemigo”, ha manifestado.
Hasta la fecha, la Guardia Revolucionaria había confirmado únicamente la muerte de miembros de las fuerzas de seguridad y agentes de los servicios de Inteligencia en el marco de las movilizaciones, achacadas por Teherán a países occidentales ―entre ellos Estados Unidos― que buscan desestabilizar la situación interna.
Los muertos podrían ser muchos más
El balance es sin embargo muy inferior al facilitado por la organización no gubernamental Iran Human Rights (IHR), que habla de más de 410 fallecidos a causa de la represión de las protestas, que se suceden desde hace más de dos meses en todas las provincias del país centroasiático. Por su parte, la Agencia de Noticias de Activistas Derechos Humanos (HRANA) cifra en 451 los manifestantes muertos, a los que se suman 60 agentes de las fuerzas de seguridad.
La represión de las protestas llevó al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas a aprobar la semana pasada la creación de una misión internacional independiente para investigar “presuntas violaciones de Derechos Humanos” en Irán, si bien el Gobierno iraní ha recalcado que “no cooperará” y ha afirmado que “tiene pruebas” sobre el papel de países extranjeros en las movilizaciones.