Ione Belarra: "La factura de la luz tiene que bajar a costa de los beneficios caídos del cielo de las eléctricas"
Entrevista con la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos: “España necesita más ingresos mínimos vitales y no más tanques y armas”.
Son días muy complicados. Europa vive una guerra en Ucrania, con Vladimir Putin atacando a civiles. Y, además, las consecuencias económicas se extienden por todo el mundo. Una sociedad que se enfrenta a un conflicto bélico que nadie se esperaba en pleno 2022 y que sufre derivadas económicas que afectan a muchas familias españolas con los precios disparados y la gasolina por las nubes.
Además, ha provocado choques dentro del Gobierno de coalición y dentro del propio espacio de Unidas Podemos. La líder morada y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, sigue defendiendo su postura de no enviar armas de manera bilateral a la resistencia y fiando la resolución a la vías diplomáticas y a la presencia de la ONU en las negociaciones. Asimismo, se muestra contraria al aumento del gasto en defensa anunciado por Pedro Sánchez (hasta el 2% del PIB).
Y se centra ahora en el paquete de medidas que aprobará el Gobierno el próximo 29 para hacer frente a la crisis económica. Lo tiene claro: la factura de la luz se tiene que bajar quitando los beneficios “inmerecidos y millonarios” caídos del cielo de las eléctricas. Apuesta, al hilo, por una reforma fiscal para que contribuyan las grandes empresas y fortunas que hasta ahora “no han aportado ni euro extra para proteger a la gente”. Además, califica de “excelente” su relación con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y califica de “buena” la salud de la coalición. Vaticina que se agotará la legislatura y que repetirá de nuevo un Ejecutivo de PSOE y UP, pero llama también a cuidar y continuar con esa “mayoría plurinacional y progresista”.
La entrevista a Belarra se realiza el viernes por la mañana, horas antes de que Marruecos haga público un comunicado en el que dice que Pedro Sánchez apoya la autonomía del Sáhara planteada por Rabat. La ministra, en sus redes sociales, respondía de esta manera: “El conflicto del Sahara Occidental exige una ‘solución política justa, duradera y aceptable para todas las partes’ de acuerdo con las Resoluciones del Consejo de Seguridad que ‘prevea la libre determinación del pueblo saharaui’. España no debe apartarse del derecho internacional”.
¿Vamos a una Tercera Guerra Mundial a raíz de Ucrania?
Es el escenario que todos queremos evitar y, desde luego, estamos trabajando intensamente por la vía alternativa, la que pensamos que es la más eficaz, de resolver el conflicto y que termine cuanto antes. Es lo que queremos, pararle los pies a Putin y que esta guerra termine lo antes posible con el menor sufrimiento, las menores víctimas y el menor alargamiento posible del conflicto.
Pienso que tenemos que hacer todo lo posible para que esas vías diplomáticas y ese diálogo funcionen. No me parece muy sensato que ahora mismo las delegaciones ucraniana y rusa que están negociando estén sin ningún tipo de acompañamiento internacional. Eso no es lo habitual, tenemos muchos ejemplos de resolución de conflictos que han tenido una fuerte implicación de la comunidad internacional y que son los que han fructificado finalmente, como Colombia. Es un ejemplo de la implicación de Naciones Unidas. Estamos pidiendo precisamente que la ONU, la OSCE y los mecanismos internacionales tengan un mayor papel y se produzca un acompañamiento y apoyo a las negociaciones. Algo que se entiende bien es el que haya observadores internacionales que permite que cuando se produce, por ejemplo, un acuerdo sobre el alto el fuego se cumpla. Si queremos generar corredores humanitarios, que tiene que ser una prioridad para proteger al máximo a la población civil, tiene que haber observadores que puedan proteger esa vía.
El propio presidente del Gobierno admitía que esta situación provoca muchos dilemas morales. ¿Usted sigue manteniendo que no hay que armar bilateralmente a la resistencia ucraniana?
Nuestra posición ha sido muy clara y hemos recibido fuertes ataques por ello. Hemos recibido críticas, una infantilización y una criminalización de nuestra posición muy fuerte. Pero creo que una responsable política tiene que defender, especialmente en los momentos más difíciles, las soluciones que considera más eficaces. Creo que aquí no es casualidad que muchos altos militares precisamente, como el exJemad Julio Rodríguez y otros exJemad muy poco sospechosos de ser de Podemos, hayan dicho exactamente lo mismo que nosotras, que el envío de armas no va a cambiar la correlación de fuerzas y que tenemos que apostarlo todo a las vías diplomáticas para que este conflicto acabe cuanto antes. Una escalada bélica nos puede llevar a un escenario enormemente incierto y muy peligroso como el que planteabas al principio.
¿Y qué hacer entonces cuando se ve que se está masacrando a la población civil en Ucrania? Es la gran pregunta.
Creo que es normal, y he empatizado mucho con ello y es la mejor señal sobre cómo reacciona la gente de nuestro país ante una tragedia como esta, queriendo hacer algo. Entiendo que haya mucha gente que quiera hacer algo. Los responsables políticos tenemos que reivindicar la política y precisamente la política es lo contrario de la guerra y el diálogo es lo contrario de la guerra. Es por lo que apostamos nosotras. Creo que hay margen, y es lo que hemos intentado defender estas semanas, para que haya una mayor implicación internacional en las vías diplomáticas. Y no está habiendo porque evidentemente detrás de todas las guerras, y es importante decirlo, hay también muchos intereses geopolíticos, mucho menos confesables que los intereses a priori, y también una gran industria armamentística. Muchos intereses por parte de muchos actores en que la guerra continúe.
Según el CIS, el 70% de la población española está a favor de ese envío de armas. Dentro de los votantes de Unidas Podemos, recoge el barómetro, el 51% está a favor. ¿Su relato no ha calado en la sociedad o no es mayoritario?
Esos no son los datos que yo manejo, pero al margen…
Son los del CIS.
Sí, sí. Bueno, la pregunta es un poco, digamos, demasiado general. Pero precisamente en este caso no es el momento de mirar las encuestas y creo que incluso la gente que no está de acuerdo con nosotros y con lo que estamos planteando sí puede reconocer una cosa: Podemos es una fuerza política que, independientemente de lo que digan los grandes medios de comunicación y del mensaje absolutamente mayoritario que se mande desde los grandes medios, vamos a defender aquello que pensamos que es mejor para la gente de nuestro país y de otros países. La gente puede estar tranquila, y lo reconocen hasta nuestros adversarios, de que vamos a decir la verdad y lo que pensamos que es el camino correcto, incluso en las condiciones más difíciles como estas.
El presidente del Gobierno ha anunciado su intención de subir al 2% el gasto militar en España, ¿a favor o en contra?
Lo hemos dicho varias veces a lo largo de esta semana. Pensamos que lo que la gente de nuestro país necesita son más ingresos mínimos vitales, un nuevo escudo social que les proteja de verdad, la ampliación de las ayudas para pagar la factura de la luz, la retirada de los beneficios caídos del cielo de las grandes eléctricas… Así que pensamos que esa debe ser la prioridad también presupuestaria y que España lo que necesita son más ingresos mínimos vitales y no más tanques y armas.
¿Es el PSOE un partido de la guerra?
Es una polémica falsa que ya aclaramos en muchas ocasiones. Tiene que ver un poco con la complejidad del debate y con que, digamos, los medios siempre buscan la salsa rosa de la política.
Bueno, fue un poco interpretable…
Es evidente. Lo dijimos clarísimamente, soy rotunda, no nos referíamos al PSOE. Nos referíamos al espíritu general, y todo el mundo lo reconoce, y al espíritu belicista que reina ahora mismo en nuestra sociedad con el que la derecha y la ultraderecha están enormemente cómodas. No hay más que ver los discursos que están haciendo el PP y Vox para evidenciar que la derecha está muy cómoda en un conflicto bélico, que la espiral bélica beneficia a la derecha y la ultraderecha y que están más cómodos en este escenario que en uno de recuperación económica. Es lo que me preocupa, que nosotros no contribuyamos a esa espiral bélica y que tratemos de ofrecer las mejores soluciones para Ucrania -que acabe cuanto antes y pararle los pies a Putin-, pero también para la gente de nuestro país.
Después de ver los roces dentro del Gobierno, ¿cómo es el estado de salud de la coalición? ¿Se podría romper por lo que está pasando?
Ahora mismo, la salud del Gobierno es buena y el estado de la coalición es bueno. También creo que hay que cuidarlo y eso pasa por poner en marcha las medidas que la gente de nuestro país necesita, como construir ese nuevo escudo social y verde, proteger en este momento y que la crisis no la pague la gente que no puede llegar a final de mes, que la paguen los beneficios de las eléctricas. Es evidente y ha quedado muy claro que las eléctricas el año pasado vivieron por encima de las posibilidades de la gente de nuestro país, cuadruplicando sus beneficios. Hay que apretar el cinturón, pero el cinturón se lo tienen que apretar las eléctricas y sus beneficios. Y esa gestión de la crisis es la que creo que va a garantizar que el Gobierno continúe, que garanticemos la mayoría plurinacional y progresista que nos da estabilidad y que podamos seguir adelante no sólo esta legislatura, sino la siguiente.
El presidente ha anunciado medidas en el Consejo de Ministros del 29 para bajar el precio de la luz, la gasolina y el gas, ¿llega tarde el Ejecutivo?
Creo que las cosas hay que hacerlas bien y estamos trabajando para que las medidas sean eficaces y funcionen. Esto es importante, porque, en el caso de los beneficios inmerecidos y millonarios de las eléctricas, el Gobierno ya intentó en septiembre retirar gran parte y que fueran a bajar parte de la factura. Sin embargo, las eléctricas se encontraron un agujero en la regulación que ha impedido que ese mecanismo funcione. Por eso es muy importante que la ciudadanía entienda que efectivamente hay que darse prisa, y hemos sido los primeros en poner propuestas encima de la mesa, pero también tienen que ser las medidas adecuadas para proteger bien a la gente.
Este sábado y este domingo habrá cerca de este Ministerio grandes manifestaciones. Una está convocada por Vox y otra por los agricultores. ¿Cree que se puede producir un estallido social? ¿Qué siente ante eso?
Respeto mucho la movilización social, y más viniendo de la cultura política de la que vengo. Soy muy respetuosa con la gente que se manifiesta y quiere salir a la calle. Este Gobierno lo defendía antes y en este momentos socialmente delicados es más importante que nunca escuchar. Tiene que escuchar las necesidades de las familias, de la gente, de nuestro sector primario, que en este contexto va a sufrir un duro golpe porque somos uno de los principales importadores de piensos de Ucrania. Lo que tiene que hacer el Gobierno es legislar para las mayorías sociales. Y en esas medidas que podamos llevar adelante el día 29 pues, por ejemplo, incluir propuestas para proteger al tejido productivo, especialmente al sector primario, los autónomos, las pymes y el transporte. Eso nos va a permitir escuchar, estar atentas a esas demandas que legítimamente se están planteando y dar una respuesta. Es lo que tiene que hacer el Gobierno.
Día 29, ¿cuáles son las medidas ineludibles que va a llevar UP?
Estamos trabajando en el seno del Gobierno para que ese nuevo escudo social y verde sea lo más efectivo posible. Desde Derechos Sociales y Agenda 2030 lo que estamos planteando es de puro sentido común: tiene que haber un plan de emergencia energética, la factura de la luz tiene que bajar y bajar a costa de los beneficios caídos del cielo de las eléctricas. Es decir, tenemos un mercado mayorista que hay que explicar bien porque ha funcionado en opacidad y ha permitido una auténtica estafa. Hemos estado pagando todas las energías en el mercado mayorista al precio de la más cara. En este caso, es el gas, y es muy caro en este momento por las condiciones internacionales. Lo que tenemos que conseguir en ese mercado mayorista es que cada energía se pague al precio que cuesta, es algo enormemente razonable. Igual que cuando vamos a una tienda pagamos cada producto al precio que cuesta. Esto sería lo mismo y nos permitiría acabar con esos beneficios inmerecidos que han ganado las eléctricas durante mucho tiempo, especialmente en el último año. Además, en el marco de nuestras competencias, pensamos que hay que ampliar el ingreso mínimo vital, que tiene que ampliar la cuantía y la cobertura. Tenemos que llegar a la gente, reduciendo la edad de 23 a 21 años. También la ayuda de 300 euros para pagar la factura de la luz y el gas es una buena medida que está funcionando ya en Francia, y también la ampliación del bono social y eléctrico.
¿Están de acuerdo Podemos y Yolanda Díaz en estas medidas? ¿Las han pactado ya?
Bueno, por supuesto. Pero es que dentro del espacio de Unidas Podemos el consenso en torno a la protección que tenemos que darle a la gente en nuestro país es total siempre. Esto hay que ponerlo de relieve porque ha sido precisamente nuestro rol dentro del Gobierno el que nos ha permitido sacar adelante medidas que en otras circunstancias no se hubieran producido y que son, además, de las mejores valoradas. Desde la ley trans a la de vivienda, los ERTE que puso en marcha Yolanda Díaz… Digamos que las medidas mejor valoradas por la gente han sido nítidamente impulsadas por UP. Es lo que vamos a volver hacer ahora.
Pero sí tuvieron una diferencia con Yolanda Díaz en el envío de armas a Ucrania, ¿cómo está la relación con la vicepresidenta?
La relación es excelente y creo que es importante decirle a la gente que estamos de acuerdo en lo más importante: lo mejor para la resolución de este conflicto sería apostar por las diplomáticas. En eso estamos todos de acuerdo y es por lo que todos desde nuestras competencias estamos trabajando.
Esas son sus medidas, pero tienen que pactarlas también con el socio mayoritario, el PSOE. ¿Cómo va la negociación?
Quiero ser prudente porque evidentemente estamos trabajando en el seno del Gobierno, pero creo que la sintonía es alta. En este momento el conjunto del Gobierno entiende que tenemos que volver a demostrar, al igual que hicimos con la pandemia, que este Ejecutivo está a la altura de las circunstancias y que se pone del lado inequívocamente de la gente cuando las cosas se ponen difíciles. Esto es muy importante. Si recordamos la gestión que hizo el PP de la crisis financiera, lo que vimos fue una gestión diametralmente opuesta, dejando a la gente fuera, recortando los servicios públicos, salvando a la banca. Frente a eso, hemos demostrado cosas importantes: que una crisis económica se puede gestionar cuidando de la gente y que, además, es mejor a nivel económico. Los datos de empleo están ahí, con el PP tardamos doce años en recuperar los niveles de empleo previos a la crisis y con nosotros y con Yolanda Díaz al frente de Trabajo en apenas año y medio ya teníamos más gente trabajando que antes de la covid 19. Los datos están ahí y son a nuestro favor.
¿Cree que el PSOE aceptará ese impuesto a las eléctricas?
Creo que la retirada de los beneficios es algo que este Gobierno ya intentó en septiembre, las eléctricas encontraron un agujero en la regulación para colarse por él y estoy convencida de que ahora vamos a ser capaces también de llegar a un acuerdo porque el consenso de que la factura de la luz tiene que bajar y a costa de unos beneficios inmerecidos de las eléctricas es total. Es un consenso social. No puede ser que las empresas energéticas en nuestro país ganen cuatro veces más en el momento en el que la gente está pagando la factura de la luz más cara. No le estamos diciendo a nadie que no puede ganar dinero, pero, hombre, no puedes ganar cuatro veces más que cuando las cosas estaban más calmadas.
El presidente del Gobierno está de gira en toda Europa intentando conseguir un acuerdo dentro de ese Consejo Europeo, ¿lo logrará o cree que Alemania se pondrá en contra?
Es difícil, pero el presidente está haciendo un buen trabajo. Confío en que fructifique porque realmente es una urgencia social.
A esa reunión del Consejo, España llevará como propuesta fijar en 180 euros el megavatio / hora, según ha dicho la vicepresidenta Teresa Ribera. Eso está pactado con Portugal porque es el mercado ibérico. ¿Está de acuerdo con ese tope?
El tope es una media que es insuficiente. Está bien, pero no es suficiente para abordar el problema que tenemos.
De manera paralela se está negociando un gran pacto de Estado, ¿se logrará?
En este momento el Gobierno se tiene que concentrar en las medidas más efectivas para cuidar de la gente. Sólo van a venir de la mano de la mayoría plurinacional y progresista que le ha dado estabilidad a este Ejecutivo y a este país durante la primera mitad de la legislatura. Creo que no se puede sacrificar ninguna medida a costa del consenso porque precisamente lo que necesita la gente es que el consenso sea con la calle, no internamente con los partidos. Un consenso de lo que la gente está reclamando y es el coseno que vamos a defender, el social. Y lo que es evidente es que esta crisis se paga a costa de los beneficios de las eléctricas y también de una reforma fiscal urgente que haga que las grandes empresas y las grandes fortunas contribuyan lo que les corresponde. En la anterior crisis tuvimos una serie de fondos europeos que nos ayudaron mucho. Ahora tenemos que ser capaces de que quienes más tienen contribuyan también más a la gestión de la crisis. Y por desgracia, de momento, tenemos un impuesto de sociedades en el que las grandes empresas pagan la mitad que las pymes y los trabajadores. Eso no puede ser. En un contexto de crisis, podemos mirar todas las referencias históricas que queramos a nivel de la I y la II Guerra Mundial, la reforma fiscal debe ser progresiva. Quienes más tienen deben ser patriotas y pagar lo que les corresponde para desplegar las medidas sociales que protejan al conjunto de la población.
¿Ve al PSOE con ganas de hacer esa reforma fiscal?
Creo que va a ser uno de los elementos en los que haya más debate, siempre lo ha habido. Pero creo que tenemos razón y que realmente es de sentido común que si queremos congelar los arrendamientos, dar ayudas de 300 euros para pagar la luz o ampliar el ingreso mínimo vital, se necesita financiación. Y sólo puede venir de aquellos que durante la crisis de la covid no han aportado ni un euro extra para proteger a nuestra gente, que son las grandes empresas y las grandes fortunas.
Lo que el PP pide es una bajada generalizada de impuestos, ¿qué le parece?
Una propuesta fracasada, igual que todas las que puso en marcha el PP para gestionar la anterior crisis. El PP ya tuvo la oportunidad de demostrar cómo se gestiona una crisis y fue un absoluto fracaso, supuso recortes en servicios públicos y el rescate de la banca no recuperado, con harto dolor para el corazón de muchas. Pido a la gente que tenga memoria y se acuerde. En este caso, he sido muy defensora de bajar algunos impuestos a pymes, autónomos y gente que tiene ingresos bajos, pero hay otra gente con muchísimos ingresos que durante la crisis de la covid no ha puesto ni un euro extra para medidas sociales y que ahora le toca arrimar el hombro.
Se puede dar el escenario de que la UE no acceda a las peticiones de España en el Consejo, ¿cómo puede el Gobierno bajar esos precios?
Reivindico la política. Creo que el presidente particularmente hizo muy buen trabajo en la negociación de los fondos europeos y confío en que va a poder llevar adelante una buena negociación en este caso. También en el caso de la vicepresidenta tercera, que conoce muy bien este mercado y puede llegar a convencer a nuestros socios.
Lo que se ha visto que ha fracasado es la política de sólo bajar impuestos para frenar la factura de la luz. Lo ha hecho el Gobierno, se han dejado de ingresar 12.000 millones de euros y no se ha conseguido.
Porque lo que toca es regular un mercado que es opaco y que es un oligopolio.
¿Por qué no se toca el mercado eléctrico?
Hay mucho debate. Ha tenido mucho que ver en el pasado con que muchos responsables políticos han acabado en consejos de administración de grandes energéticas y eso ha impedido, a lo mejor muchos responsables actuales piensan en acabar en esos consejos, que se intervenga en el mercado. Lo que planteamos es enormemente sensato, que es llegar a un acuerdo en Europa y si no, tocar los beneficios caídos del cielo y pagar las energías al precio que cuesta producirlas. Algo sensato y que funciona para cualquier producto en el mercado.
Sobre la mesa hay otras posibilidades, que se aplican en otros países, como ayudas directas. ¿Estaría a favor de un cheque para pagar gasolina?
Soy más partidaria de las ayudas directas a las personas que lo necesitan que de una bajada masiva de impuestos que no sabes muy bien a quién está afectando. Por eso proponemos una reforma fiscal y ayudar y proteger a los sectores que más lo necesitan, como el del transporte o el primario. Además, avanzar en una soberanía energética y alimentaria, que ya en este momento es ineludible. Necesitamos que España deje de depender, por ejemplo, en el caso de los piensos de toda la importación exterior. Lo podemos hacer con proyectos estratégicos.
Las crisis suponen mayor desigualdad entre los ciudadanos, ¿Qué le parecen las declaraciones del consejero de Madrid diciendo que dónde están los tres millones de pobres?
Me debato al ver el vídeo entre la rabia y la convicción de que una persona así no debería ocupar ningún puesto de responsabilidad pública. Creo que el principal deber de un representante público es deberse a la gente. Sé que el PP nunca ha gobernado para la gente, pero creo que cuando tienes esa responsabilidad lo primero es tener sensibilidad y conocer tu realidad. El desconocimiento que revela esa frase, la aporofobia y el desprecio por las personas que más sufren deberían conllevar que ese señor no continúe ni un minuto más.
Volviendo a la manifestación convocada por Vox, ¿teme que el descontento social sea capitalizado por la extrema derecha?
He defendido siempre que la manera de frenar a la extrema derecha es llevando a cabo medidas valientes y de protección social que hace que no tenga suelo bajo sus pies, que no tenga la posibilidad de sembrar la rabia y el odio del último contra el penúltimo, que es de lo que bebe. Por eso decía que es muy importante escuchar y prestar atención a las demandas sociales que en un momento como este se producen para estar a la altura y que ese descontento no pueda ser capitalizado por nadie.
También en el barómetro del CIS que conocimos este jueves, con un cambio de método, se recogía que subían PSOE, PP y Vox mientras que UP baja, ¿cómo lo interpreta?
Voy a ser muy sincera. En un momento como este ningún responsable político debe estar mirando encuestas. Tenemos que estar concentrados en lo que tenemos que estar. Por lo menos yo, como secretaria general de Podemos y ministra, estoy concentrada en que nuestro país pueda desplegar el mejor escudo social posible para volver a proteger a la gente y que nadie se quede atrás en esta crisis. Lo estaba haciendo con la ley de vivienda, pero ahora más que nunca, que tenemos otra vez una situación económica delicada. No es el momento de mirar encuestas, sino de trabajar.
Y en este momento está el principal partido de la oposición, que ha vivido una guerra interna brutal, en proceso de sucesión, con un candidato único. ¿Qué espera de Alberto Núñez Feijóo?
Lo que estamos viendo revela que cada nuevo PP es el mismo PP de antes. Lo vimos con Casado y lo vamos a ver claramente con el señor Feijóo. Una cosa que me preocupa, que es más un poco de reflexión general sobre los distintos bloques que conformamos el espacio político en España, es que el bloque de la derecha, con el PP y Vox, cada vez es más indistinguible. Se ha cementado más. Si escuchas una sesión de control cualquier miércoles, son indistinguibles sus discursos. Es imposible, si no sabes quién está hablando, decir si es una pregunta del PP o Vox. Lo cual revela hasta qué punto el bloque se ha fusionado. El PP ya no tiene margen de distinguirse de Vox porque le va permanentemente marcado la agenda y señalando el camino.
¿No cree en la figura moderada de Feijóo que siempre se ha vendido?
Es que lo primero que ha hecho Feijóo ha sido cerrar el acuerdo de Gobierno con Vox en Castilla y León. Eso era uno de los últimos elementos que quedaba para acabar de cementar el bloque reaccionario en España. La reflexión que tenemos que hacer es cómo fortalecer el bloque democrático, la mayoría plurinacional y progresista que es la única alternativa posible a ese bloque.
Como ministra de Derechos Sociales, ¿qué le parecen las declaraciones de Feijóo sobre la violencia machista y la violencia intrafamiliar? Un lenguaje utilizado también por el consejero de Salud de Andalucía. ¿Se están traspasando límites y quieren borrar el término de violencia machista?
La negación de la violencia machista, por parte ahora también del PP además de Vox, pone encima de la mesa lo que decía de que es indistinguible el PP de Vox en el discurso y en las acciones. El hecho de que sea el feminismo el principal elemento de ataque de la derecha y de la ultraderecha revela que los avances feministas en nuestro país han sido los avances democráticos más importantes en los últimos años y que el feminismo tiene la propuesta de transformación y construcción de una sociedad igualitaria que más choca con ese proyecto de país de las derechas de desigualdad y de machacar al más vulnerable. Creo que precisamente la agenda feminista debe ser la que más empujemos dentro del Gobierno porque es la que está plantándole cara y haciendo freno a esos intentos de retroceso.
El PP europeo ha dicho que espera que lo de Castilla y León sea un incidente. ¿Será así o el propio Feijóo tendría un vicepresidente de Vox?
Lamentablemente opino que es una decisión estratégica que ha tomado el PP y que van a seguir por ese camino porque el bloque es cada vez más indistinguible.
En el Congreso tiene detrás la bancada del PP, tenía al señor Pablo Casado. ¡Cómo es la política! ¿Cómo ha vivido la caída del líder del PP?
Cómo se han tratado entre ellos es un mensaje terrible para la ciudadanía, el que sólo te haya importado mantenerte tú, en vez de quedar al lado de la persona con la que se suponía que tenías un liderazgo compartido. Entonces, revela el ADN del PP, en el que ha primado siempre el interés personal, el beneficio personal, con la corrupción, incluso cuando gobiernan, de desviar dinero público para sus intereses, los contratos a dedo… Es la punta del iceberg de cómo son de proyecto político.
Vivió los momentos en el Gobierno en los que no había ni material para hacer frente al covid, ni mascarillas. ¿Se cree las explicaciones de Díaz Ayuso del contrato de su hermano y de que no sabía nada?
En absoluto. Es un ejemplo más de que la señora Ayuso es lo mismo. Ella se ha intentado presentar como algo distinto o nuevo y en realidad es el mismo PP de siempre, que da contratos a dedo cuando gobierna. Espero que la justicia investigue hasta el final. Nadie se puede creer que ese contrato fuera una casualidad o algo que ella no conocía.
¿El Gobierno aguantará hasta 2023? ¿Qué le dice el presidente?
Sí, por supuesto. Nuestro objetivo es terminar y repetir la legislatura.
El domingo habrá otra manifestación de no a la guerra y contra Vladimir Putin, ¿estará usted o alguien de Podemos?
Saludo todas las movilizaciones, más en este caso que busquen la demanda de que la guerra acabe y que Putin termine esta guerra de una vez por todas. Creo que es muy bueno que la ciudadanía se movilice porque nos va a empujar a los responsables políticos a apostar de manera definitiva por esas vías diplomáticas y esa solución dialogada lo más pronta posible. Estamos haciendo nuestra parte, que es tratar de articular un movimiento europeo, con otras voces europeas que también se han alzado por la paz, para que esa movilización social tenga también una traducción institucional y política.