Más Qatargate: investigan cuentas de Kaili en Panamá y se desvela que Mauritania también pagó
Las autoridades griegas piden información sobre supuestas transferencias por 28 millones a carteras a nombre de la exvicepresidenta de la Eurocámara y su familia.
El presidente de la Autoridad Contra el Blanqueo de Capitales de Grecia, Jarálambos Vurliotis, ha enviado una carta a las autoridades correspondientes en Panamá en la que pide información de si se han transferido desde Qatar remesas de dinero a cuentas de la exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kailí y su pareja, el italiano Francesco Giorgi.
Según informan los medios locales, Vurliotis ha pedido con carácter de urgencia información sobre supuestas transferencias por un total de 28 millones desde Qatar a cuentas abiertas por la pareja y familiares.
El caso de la existencia de estos depósitos en Panamá surgió tras la aparición en internet de información que mostraba documentos del Banco Bladex de Panamá que muestran que se habrían transferido desde Qatar 20 millones a una cuenta a nombre de Eva Kailí; 4 millones a una en la que figura como titular su padre, Aléxandros y otros 4 a un depósito abierto por su madre, Maria Ignatiadu.
Sin embargo, el abogado de Kailí en Grecia, Mijalis Dimitrakópulos, ha cuestionado desde el principio la autenticidad de los documentos bancarios en cuestión, argumentando que son “manifiesta y obviamente falsificaciones”.
También el banco ha negado toda relación con el caso. “Ratificamos que hemos realizado la debida diligencia y la trazabilidad de nuestras operaciones y no hay relación alguna, directa o indirecta, de las personas cuestionadas con nuestra institución”, señaló en un comunicado. “Adicionalmente, no ofrecemos servicios bancarios a personas naturales y no hacemos transferencias a terceros, razón por la cual podemos afirmar categóricamente que la información e imágenes que han sido divulgadas son falsas”, añade.
El pasado 12 de diciembre Vurliotis ordenó el embargo de todos los bienes de Kailí y sus familiares en Grecia.
La exvicepresidenta del Europarlamento y Giorgi están actualmente en prisión preventiva en Bruselas y un juez belga ha imputado a ambos por los delitos de presunta participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción en el marco de las investigaciones por la trama de sobornos en la Eurocámara supuestamente vinculada a Qatar y Marruecos... que ahora se amplía de nuevo, porque se acaba de confirmar que Mauritania también presionó a estos políticos y expolíticos para que sus intereses estuvieran bien cuidados en Bruselas.
Más fuentes, desde antes
Según ha publicado el diario belga Le Soir, uno de los primeros en publicar la trama, el presunto cabecilla de la organización, el exdiputado socialista italiano Pier Antonio Panzeri, recibió 25.000 euros de ese país. Además del dinero a Panzeri, el embajador de Mauritania en Bruselas retribuyó mediante el pago del alquiler de un piso en Bruselas a Giorgi, compañero sentimental de Kailí y empleado de Panzeri como asistente parlamentario hasta que dejó su escaño en 2019.
Panzeri, quien según las confesiones filtradas en la prensa, habría reconocido interceder por Qatar ante Marruecos a cambio de dinero pero sólo desde finales de 2019, es decir, cuando ya no era eurodiputado, y sólo recibió 50.000 euros. Sin embargo, siempre según el testimonio de Giorgi en Le Soir, el político italiano se comprometió a trabajar para Doha ya en 2018 y los pagos se iniciaron a inicios de 2019, en efectivo.
El contacto catarí era el entonces presidente del Comité Nacional de Derechos Humanos y actual ministro de Trabajo, Ali bin Samikh Al Marri, quien el pasado 14 de noviembre, en vísperas del Mundial de Fútbol, participó en un debate en la Comisión de Derechos Humanos de la Eurocámara presidida por la eurodiputada socialista belga Maria Arena, muy cercana a Panzeri, quien por ahora no ha sido detenida, aunque se sabe que se investiga a uno de sus asesores. Días antes, el político catarí publicó en Twitter un comentario y una foto, ahora famosa, de una reunión en Doha con Eva Kailí.
En el marco de los registros practicados por las autoridades belgas el 9 de diciembre, la policía decomisó más de 1,5 millones de euros en efectivo en los domicilios de Kailí y Panzeri, lo que permitió detener a la eurodiputada pese a gozar de inmunidad parlamentaria, al considerar que estaba cometiendo un delito flagrante.