El delegado del Gobierno indica que no se descarta ninguna hipótesis en la paliza a Samuel, como la de la homofobia
La Policía sigue analizando las imágenes de cámaras y de teléfonos móviles. Fuentes policiales aseguran a 'El País' que una "jauría humana" se ensañó con el joven.
Este martes, el delegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Miñones, ha explicado en la Cadena Ser que los tres detenidos son supuestos autores materiales de la paliza mortal a Samuel Luiz. Miñones también ha reiterado que no se descarta ninguna hipótesis, entre ellas la del crimen de odio, y que podrían producirse nuevas detenciones a lo largo del día.
Además, Miñones ha avanzado que siguen analizándose las imágenes de las cámaras de la Policía Local de A Coruña, así como la de comercios locales cercanos. No obstante, también tienen en su poder grabaciones realizadas con teléfonos móviles. “Será un juez el que dictamine si es un crimen de odio”, ha apuntado.
El delegado del Gobierno ha sido rotundo al señalar que su “obligación” pasa por la “prudencia”, con el objetivo de no incurrir en ningún fallo que pueda entorpecer el posterior proceso de los acusados o la instrucción judicial. Miñones ha precisado que no aprecian ningún incremento de delitos de odio en la ciudad herculina.
Las claves de la investigación
“Una jauría humana pateando a un chaval a lo largo de más de 150 metros en plena calle”, así han descrito fuentes policiales, a las que ha tenido acceso El País, lo que le sucedió al joven Samuel Luiz antes de perder la vida en A Coruña. Se trata de la distancia que separa la discoteca del paseo marítimo donde se inició el incidente hasta el punto de la calle en la que falleció, en la Avenida de Buenos Aires.
Los primeros resultados de la investigación, que han derivado en la detención de dos hombres y una mujer, han confirmado que el conflicto comenzó cuando el agresor creyó que estaba siendo grabado, mientras Luiz y una amiga realizaban una videollamada. Las mismas fuentes policiales que cita el diario han apuntado que el agresor estaba ebrio, que no conocía de nada a la víctima y que el origen de la paliza no sería por su “condición sexual”.
Tras un puñetazo y la posteriores patadas, al llegar al número 2 de dicha avenida, “el chico ya se desplomó, cayó como muerto”. No obstante, fue allí donde un grupo de entre seis y diez individuos se ensañó con él. La Policía ha tomado declaración a quince personas.
Asimismo, desde el entorno de la investigación han detallado a El País que “el chico trata de escapar en varias ocasiones, cae y se levanta hasta tres veces, llega a cruzar la calle, pero le vuelven a alcanzar y le siguen golpeando”. También han concretado que Samuel Luiz no tuvo oportunidad alguna de defenderse.
Según este mismo relato, la paliza mortal de la madrugada del sábado habría contado con personas que la respaldaron, animando a los implicados. “Hay mucha gente, chicos y chicas, ellas no le agreden pero jalean a quienes lo hacen”, han explicado fuentes policiales.