A la espera de los indultos
Sánchez decidirá en los próximos meses sobre esta polémica medida cuyo coste empiezan a asumir en el Gobierno y en el PSOE: primero se conocerá a finales de mayo la opinión del Supremo.
Sin novedad. Esta es la señal oficial que emite el Palacio de La Moncloa cuando se pregunta por la decisión sobre los indultos a los presos independentistas. La decisión la tendrá sobre la mesa el presidente en las próximas semanas y será él el que decida en última instancia si da luz verde o no, teniendo en cuenta las circunstancias políticas y el coste político que puede tener.
Por el momento se está a la espera de que emita su informe el Tribunal Supremo, que no es vinculante. El alto tribunal, que fue el sentenciador, tiene la idea de hacer pública su opinión a finales de este mes de mayo, en la que trabaja la Sala de lo Penal. Las peticiones de indultos no vienen por parte de los propios condenados, sino por parte de particulares y sindicatos.
Sin tener la visión todavía del Supremo, sí se conoce ya la opinión de la Fiscalía, que se ha mostrado contraria a conceder el indultos a los presos del procés, ya que entiende que no se dan los criterios de reinserción, equidad y reparación total de daños. La argumentación del Ministerio Fiscal: se deben cumplir las penas “sin atajos” y esta medida no puede operar como “moneda política de cambio” para apoyos parlamentarios.
Los cuatro fiscales del juicio -Javier Zaragoza, Jaime Moreno, Consuelo Madrigal y Fidel Cadena- han remitido doce informes (uno por condenado) mostrándose en cada caso que son “desfavorables”. Para los fiscales, los condenados no han mostrado arrepentimiento y la gravedad de los hechos fue “enorme”. Otro punto que destacan: no han cumplido ni la mitad de las condenas.
El Supremo ha dado a los condenados la oportunidad de expresar su opinión, pero ninguno ha emitido su opinión, salvo Jordi Cuixart y Santi Vila (a este no le afectaría porque no se encuentra en la cárcel). El presidente de Ómnium se limitó a decir que él no ha pedido salir de la cárcel y que quiere que se resuelva el “conflicto” catalán y que se apruebe una amnistía. Todos los condenados siempre han rechazado esa figura del indulto al entenderla como una humillación.
Una vez se conocen las opiniones de la Fiscalía y del Tribunal Supremo, la decisión le toca al Consejo de Ministros, que es el que está facultado para tomar esa medida de gracia. Además, se adopta de manera individual y no en bloque. La ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, dijo esta semana que la medida se tomará en “los próximos meses”.
Y la adoptará el propio Sánchez. Sólo él sabe qué hará, pero fuentes del Gobierno y del PSOE dicen que el presidente está dispuesto a asumir el coste político que tendría. Medirá los tiempos y tomará o no la medida. Siempre ha apostado por rebajar la tensión en Cataluña y tomar medidas valientes para solucionar el conflicto. Dentro del partido la opinión es que si se va a tomar, lo mejor sería hacerlo en los próximos meses, una vez que no hay elecciones a la vista supuestamente hasta diciembre del año que viene en Andalucía. Según los últimos datos, el Gobierno concedió menos del 1% de peticiones de indultos en los últimos años (17 en 2018 y 39 en 2019).
Esta semana también se han escuchado atentamente las palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles, reputada jurista y una de las voces más centradas dentro del Gobierno. Su mensaje: los indultos están en la ley y no se puede “demonizar” esta figura. Este debate llega además con la reciente formación del nuevo Govern catalán, presidido por Pere Aragonès, con la convivencia de Esquerra y de Junts per Cataluña, con el apoyo externo de la CUP. Las dos administraciones tienen la intención de retomar la Mesa de Diálogo acordada durante la investidura, y además el PSOE espera así contar con el apoyo en el Parlamento de Esquerra tras unos meses de tensión por las elecciones catalanas.
La oposición ya prepara en el Congreso el cuchillo entre los dientes por si llegan los indultos, un tema muy sensible para el electorado de su espectro. El líder de la oposición, Pablo Casado, decía esta semana: “Si Sánchez acepta indultos para seguir montado en ese coche de copiloto, la legislatura habrá acabado”. Asimismo, ha avisado de que recurrirá la decisión si no hay arrepentimiento, como exige la ley.