El Gobierno propone un impuesto a las ventas de las eléctricas por debajo del 2%
Tanto ese nuevo tributo como el de la banca son impuestos temporales que se vigilarán para que no se trasladen a los clientes.
El PSOE y Unidas Podemos registrarán este jueves en el Congreso las dos proposiciones de ley con los nuevos impuestos a la banca y a las grandes eléctricas que ya se anunciaron en las nuevas medidas anticrisis para hacer frente a la inflación.
Con estos impuestos el Gobierno pretende recaudar unos 7.000 millones de euros en dos años y frenar así la mayor tasa de inflación en casi cuatro décadas.
Según ha adelantado El País, el nuevo impuesto energético gravará las ventas de las grandes compañías y el tipo se situará por debajo del 2%. Con este nuevo tributo, el Gobierno recaudará unos 2.000 millones al año que las empresas no podrán cargar al cliente.
El nuevo impuesto a “los grupos dominantes” del sector eléctrico, gasista y petrolero estará en vigor durante 2023 y 2024 y gravará los beneficios extraordinarios de estas empresas en 2022 y 2023.
Además, se registrará también el impuesto a la banca que gravará tres parametros, los ingresos de la banca por márgenes, las comisiones y los intereses que han aumentado en el último año. Para que esto no se traslade al consumidor, se van a encargar de vigilar su comportamiento el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Por su parte, el sector de la banca se ha mostrado reacio con la medida y asegura que con este impuesto no se va a conseguir frenar la inflación ni mejorar el crecimiento económico ni de empleo.
Beneficios del primer semestre
Baile de cifras en las últimas horas por parte de los balances de mitad de año de las grandes empresas. Por su parte, Iberdrola comunicó ayer al mercado que sus resultados en España han experimentado una bajada del 26% en el semestre, afectados, fundamentalmente, por los altos precios de la energía, que no se han traspasado a los clientes con precios fijos acordados previamente. La compañía al contrario ha incrementado sus ventas en el exterior.
Repsol ha obtenido un beneficio neto de 2.539 millones de euros en el primer semestre del año, tras duplicar las ganancias de 1.235 millones de euros del mismo periodo del ejercicio pasado, impulsado por el alza en los precios de los hidrocarburos y de los márgenes del refino.
A su vez, el Banco Santander ha registrado un beneficio atribuido de 4.894 millones de euros durante el primer semestre de este año, un 33% más interanual (+21% en euros constantes), tras un impacto por cargos de reestructuración de 530 millones de euros en el mismo periodo de 2021.
Mientras, el Banco Sabadell ha cerrado el primer semestre de 2022 con un beneficio neto atribuido de 393 millones de euros, un 78,6% más respecto al mismo periodo del año pasado, y ha situado su rentabilidad sobre capital tangible (ROTE) en el 7%, superando los objetivos del plan estratégico.