Cien años de la matanza de Tulsa: la masacre que comenzó con un bulo
Del 31 de mayo al 1 de junio de 1921, una turba de blancos arrasó más de un millar de viviendas de familias negras, causando cerca de 300 muertos, 800 heridos y casi 10.000 desplazados.
Cien años después, EEUU vuelve la vista a Tulsa, en el estado de Oklahoma, para conmemorar la matanza racista que acabó con el incendio y el saqueo del barrio afroamericano de Greenwood.
El conocido como Wall Street negro fue el escenario elegido por una turba de hombres blancos, cuya oleada de ataques provocó cerca de 300 muertos (muchos sin poder confirmar), más de 800 heridos y alrededor de 10.000 desplazados tras arrasar con 1.200 viviendas y cantidad de negocios de familias negras.
Los hechos se desarrollaron entre el 31 de mayo y el 1 de junio, tanto en las calles como desde el aire y tuvo como epicentro Greenwood, el punto convertido en símbolo del progreso del colectivo afroamericano.
El origen del “peor incidente de violencia racista en EEUU”, como se le conoce, se debió a un bulo. La prensa supremacista y sectores de la sociedad acusaron al limpiabotas negro Dick Rowland, de 19 años, de atacar sexualmente a Sarah Page, una joven blanca de 17 en un ascensor.
Rowland fue detenido el 30 de mayo y a su alrededor comenzaron unos disturbios que darían pie a la matanza de los dos días siguientes. Los hechos obligaron a declarar la ley marcial y desplegar a la Guardia Nacional, que sofocó la revuelta a las pocas horas. En el balance de detenidos, cerca de 6.000 ciudadanos, la inmensa mayoría de raza negra.