Cuáles son los puntos fuertes y débiles de Illa para lograr la Generalitat
Las confesiones de partidarios y rivales sobre el candidato que ha revolucionado el 14-F.
Salvador Illa, el ciclón que ha removido la campaña de las elecciones catalanas. El ministro de Sanidad peleará por el Palau de la Generalitat en unos inciertos comicios que están previstos para el próximo 14 de febrero. El hombre que se enfrentó a la pandemia, el desconocido ‘número dos’ del PSC que llegó al Gobierno sin muchas expectativas y que se ha convertido en uno de los políticos más conocidos del país.
Ahora su objetivo ya no será doblegar la curva, sino conseguir el Palau de la Generalitat. Una jugada maestra para algunos, un tiro demasiado arriesgado para otros. Pero está claro que los socialistas han conseguido dominar desde este momento una campaña hasta ahora grisácea lejos de las emociones fuertes que han azuzado Cataluña en los últimos años.
Las encuestas que se han publicado no le van nada mal a Illa, que ha logrado lanzar al PSC por la pelea directa por la victoria. Su máximo rival demoscópico es Esquerra Republicana, a la que siempre le van mejor los sondeos que las urnas en las autonómicas. El discreto Illa apura estos días en el Ministerio antes de desembarcar en la campaña el próximo 29 de enero. ¿Qué juega a su favor? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Y su talón de Aquiles?
“Ló único a lo que se pueden coger los rivales es al Ministerio”
En su entorno hacen este análisis: “Como debilidad, realmente, lo único a lo que se pueden coger los adversarios es a que continúe de ministro porque no tienen nada más y porque Illa es el rival a batir”. “Desde hace días todos los partidos siguen hablando de él en clave de campaña. ¿Pere Aragonès sí puede ejercer de candidato y de presidente en funciones?”, se preguntan fuentes socialistas.
Sus fortalezas, en el PSC, las tiene más que claras: “Representa cambio, capacidad de gestión, buen talante político y facilidad para tejer complicidades”. A lo que añaden las fuentes otro de los grandes puntos que explotará Illa para conseguir arañar votos: “Será capaz de restablecer la necesaria colaboración entre Cataluña y el resto de España porque conoce a los interlocutores”.
Con esta jugada, los socialistas esperan recuperar buena parte de los votos que en las anteriores elecciones se fueron a Ciudadanos en el cinturón rojo de Barcelona, a una parte del nacionalismo moderado y a los que buscan en estos trémulos días eficiencia para gestionar la administración en una pandemia que no cesa. Y en el PSOE hablan del efecto de ilusión que puede generar también Illa en un tablero político catalán que achicharra a todos sus protagonistas en apenas años o meses.
Todos sus rivales, y hasta sus socios de Gobierno de UP en La Moncloa, se han lanzado contra él por aguantar como ministro hasta la campaña. Él ha dicho que estará hasta el último minuto concentrado en Sanidad y que lo hará, como hasta ahora, con la “máxima dedicación”. Pero los otros partidos lo ven como una plataforma de lucimiento y lamentan su papel de candidato-ministro.
Este malestar se ha extendido dentro de la parte ‘morada’ del Gobierno, que no termina de ver la jugada. Hasta la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, pedía en una entrevista en El HuffPost esta semana que se llevara a cambio el relevo de Illa en Sanidad con la máxima “prontitud”. “Todos estamos en campaña”, reconocía la política gallega.
Fuentes de los ‘comunes’ insisten en que es “incompatible” ser candidato y seguir de ministro. Pero hay otra realidad también: las elecciones catalanas no están garantizadas del todo. Los partidos se reunirán el próximo día quince para ver si se celebran finalmente ante la evolución de la pandemia. Se podría dar la situación de que Illa dejara el cargo estos días y luego no hubiera comicios.
Los ‘comunes’ creen que Illa tiene, en cambio, otra fortaleza muy potente: “El PSC ha dicho ’aquí estoy, tengo ganas de jugar”. Lo que le ha dado un impulso frente a la sensación de que Iceta hubiera supuesto conformarse ya con estar en la oposición. ¿Les restará votos a los de Pablo Iglesias allí? No lo creen, según las fuentes consultadas, porque son dos perfiles muy diferentes el del ministro y el de su candidata, Jessica Albiach. “Nosostros sí queremos superar los vetos y que haya una mayoría diferente con ERC”, indican. La jugada de Illa, para ellos, va más por recuperar los votos de Cs que en su día fueron socialistas. Un éxito de los socialistas, admiten, es que han conseguido que todo el foco esté en ellos, algo que no pasaba desde hace años allí.
El mundo independentista ha encontrado en Illa al adversario que necesitaban (y temen). Ya no se trata de una pelea entre Esquerra y Junts como se vaticinaba cuando se rompió el gobierno de coalición en el Palau. Esto iba a devenir en una lucha fratricida entre el soberanismo, muy desgastado internamente. En ERC evitan hablar de nervios, aunque los hay. Y su proclama para la campaña que lanzará Pere Aragonès es: “Hay que elegir entre Illa o Esquerra”.
Fuentes de Junts hacen también esta reflexión: “Su punto fuerte es que mejora al candidato Iceta, que lleva más de treinta años y está más que visto. La gente se lo tragaba como un mal menor, Illa puede generar un punto de ilusión en el votante tradicional del PSC. Gente que no iba a votar a los socialistas se lo puede pensar, incluso algún nacionalista moderado. Además, es un político con buena imagen por la gestión, tiene un punto más catalanista que Iceta. Lo malo, defender que deja Sanidad en medio de una pandemia”.
¿Y el PP? ¿Cómo considera a Illa? Los populares catalanes sólo le ven un buen punto al candidato: “El buen trato personal”. Pero los de Pablo Casado señalan que a Illa le costará, según fuentes populares, recuperar credibilidad (“hace lo contrario de lo que dice”) y se le volverá en contra “la gestión de la pandemia, la peor de toda Europa”.
El politólogo Toni Aira, uno de los grandes conocedores del escenario catalán, dice que Illa goza de un punto fuerte “clarísimo” en esa imagen de “calma, sosiego e idea de gestión” en un momento de convulsión social y política en todo el planeta y con tanta incertidumbre. En su opinión, mucha gente puede estar buscando ese perfil. “Ese punto de calmar las aguas”, reitera.
Para este profesor de comunicación política de la UPF-BSM, los votantes podrían apostar incluso por ese aire “soso, anodino y aburrido”. Además, podría capar sufragios después de años de tanta polarización en Cataluña entre los constitucionalistas que no quieren la actitud alimentada por el PP o Cs.
“Es un constitucionalista sin mácula, su adhesión al proyecto del PSOE no se la puede discutir nadie, ha estado en manifestaciones de Sociedad Civil Catalana con PP y Cs, pero a la vez puede hacer gala de que no necesita sobreactuar ni crispar”, añade Aira. A lo que adereza: “El único punto débil es el riesgo de que el efecto Illa se pueda perder rápido si insiste en la voluntad de ser ministro y a la vez candidato, eso da la posibilidad de que los rivales lo critiquen”.
Illa y su fuerte apuesta por la Generalitat. ¿Lo logrará?