Ignacio Robles, el bombero del puerto de Bilbao que se niega a exportar armas
Greenpeace destaca la "ejemplaridad y el civismo" de Robles, que se enfrenta a hasta 6 años sin empleo y sueldo.
Quería ser bombero desde que era pequeño, "como la mayoría de los niños". Y lo consiguió. El 13 de marzo de 2017, el cabo de bomberos Ignacio Robles acudió al puerto de Bilbao con sus compañeros a hacer labores preventivas. "Solemos ir con frecuencia cuando hay cargas de mercancías peligrosas", explica a El Huffpost. Algo le llamó la atención. "Vi que había más contenedores de lo normal y un barco que tenía letras árabes". Entonces preguntó y le dijeron que eran bombas que iban a ser exportadas a Arabia Saudí.
"Sé más o menos lo que está pasando con Arabia Saudí y Yemen, todas las matanzas que se están haciendo allí", comenta. Tras conocer el contenido de los contenedores y su destino, Robles comunicó al encargado del puerto y a la base de bomberos que no podía liderar aquel retén de seguridad. "Todos los días estamos haciendo cosas para ayudar a la gente, para proteger a las personas, no para matarlas", reflexiona.
"No pasó nada, en 14 minutos se resolvió todo" y Robles regresó al parque de bomberos pensando que aquello "no iba a tener ninguna consecuencia". "Un mes después leí una noticia publicada en periódico El Correo que decía que se me había abierto un expediente por falta muy grave que me podía costar entre 3 y 6 años sin empleo y sueldo y se me cayó el mundo a los pies", cuenta.
En un inicio se le acusaba de no haber cometido sus funciones. "Pero claro, yo en ningún momento he querido parar la carga, simplemente dije que yo no podía e intenté causar los menores problemas posibles", sostiene. Durante la tramitación del expediente también se le ha acusado por poner en peligro a la población.
"EL DAÑO YA ESTÁ HECHO"
Pese a estas "acusaciones", se muestra optimista: "Nos hemos podido defender y creo que gracias a mis abogados espero que se quede en bastante poco". No sabe cuándo se resolverá el proceso, pero cree que es inminente.
"El expediente no se debió hacer nunca porque no había motivos y menos por falta muy grave", defiende Robles. "Yo no sé cómo va a quedar esto, pero lo que está claro es que el daño ya está hecho. Para mí ha sido muy duro, me ha ocasionado pérdida económica con los abogados, lo he pasado fatal".
Ha recibido numerosas muestras de apoyo por parte de sus compañeros. "Aunque también hay alguno que no entiende muy bien lo que hice, que piensa que nosotros estamos para obedecer sin preguntar, pero bueno, son opiniones respetables", comenta.
EL PUERTO DE LAS ARMAS
También le han llegado muestras de solidaridad y respaldo por parte de algunos partidos, sindicatos y organizaciones como Greenpeace. Este viernes este grupo ecologista ha elegido el puerto de Bilbao para llevar a cabo una de sus acciones de protesta contra "el envío ilegal de armamento que podría ser usado contra civiles en la guerra del Yemen".
El puerto vizcaíno es el mayor punto de salida de la exportación de armas españolas. Su posición geográfica, a menos de 200 kilómetros de algunas de las fábricas más importantes del país, lo ha convertido en un centro estratégico para la exportación de material de defensa, según explica la ONG en un detallado informe, titulado Armas Marca España. El oscuro negocio de la guerra que acaba de publicar.
En él se explica que, en un solo día, el 14 de julio de 2017, se cargaron en el buque de Bahri 110 contenedores con 678 toneladas de bombas con un valor estimado en 15,5 millones de euros. Greenpeace denuncia en su informe que en los registros portuarios se camufla el trasiego de los barcos que transportan estas cargas.
Entre 2008 y 2016, España autorizó exportaciones de material de defensa, productos y tecnologías de doble uso con un valor económico de 22.603 millones de euros a más de cien países. El 27,34%, 6,181 millones de euros, fue a 50 países "preocupantes o potencialmente preocupantes" según Greenpeace, que se basa en los informes de la Secretaría de Estado de Comercio y los contrainformes de la campaña Armas Bajo Control que elaboran Amnistía Internacional, Greenpeace, FundiPau y Oxfam.
En 2017 España exportó más de 300 contenedores con un peso superior a 2.900 toneladas de material de defensa, según datos aportados hasta la fecha por Aduanas y recopilados por Greenpeace España. Esta categoría engloba bombas, granadas, torpedos, minas y proyectiles de guerra.
Unas armas en las que Ignacio Robles se niega a poner su granito de trabajo para que lleguen a su triste final.