Cataluña ocupa el estreno de Iceta en el Congreso
El ministro de Política Territorial y Función Pública cita a Fraga para defender la plurinacionalidad de España.
Los diputados del Congreso han descubierto este miércoles que su nuevo compañero de escaño, Miquel Iceta, es un orador hábil cuya retórica elocuente escapa de la toxicidad habitual de la Cámara.
Por eso, no han sorprendido ni los elogios que ha recibido del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien le ha retado a un duelo en el atril con una interpelación urgente, ni los aplausos de su propio grupo bajo miradas cómplices que parecían decir: “Este tío es muy bueno”.
El ministro de Política Territorial y Función Pública, casi recién llegado de Barcelona, ha defendido el encaje de su tierra en España y la realidad plurinacional del país citando al fundador del PP: “Quien dijo que nación y nacionalidad es lo mismo fue Manuel Fraga”.
Iceta sabía a primera hora de la mañana que, estando en campaña electoral en Cataluña, todas las preguntas le iban a venir por el gran problema de España hasta que llegó el coronavirus. El político socialista, no obstante, tiene la lección aprendida tras años curtiéndose en el Parlament.
Vox, PP, Cs, ERC y Junts han martilleado a Iceta con las ocho naciones, con la política territorial respecto a Cataluña... En definitiva, todos han querido sonsacarle los planes que tiene para resolver el conflicto catalán. Pero el nuevo ministro ha recurrido a la llave del régimen del 78 para arrancar el motor de la solución. “En la Constitución cabemos todos”, ha remachado.
Y es que Iceta ha demostrado que conoce la diferencia entre la nación sujeto de soberanía, y depositaria de derechos, y la nación como ente colectivo que aspira a autogobernarse. No se espera menos de un ministro de Política Territorial pues la Constitución, efectivamente, cita las dos cuando habla de la nación española y de las nacionalidades y regiones que la conforman, aunque las impida independizarse.
El desembarco de Iceta en la Carrera de San Jerónimo ha procurado reencuentros de viejos compañeros. Él mismo ha celebrado confrontar de nuevo con la portavoz de Cs, Inés Arrimadas, aunque sea a más de 600 kilómetros del Parc de la Ciutadella, donde ambos compartieron horas y horas de debate. Eso es lo que quiere Iceta en su nuevo lugar: debate.
Arrimadas ha atacado a Iceta precisamente por el apoyo del Gobierno a lo que ha llamado “mesa del chantaje”, en referencia a la mesa de diálogo que también ha sido la diana del PP después de que este martes el PSOE apoyara una moción de ERC para impulsarla y debatir en ella la amnistía de los presos del procès y la independencia.
“Esto no es un diálogo dentro de la ley, esto es escuchar solo a los que se saltan la ley, en la mesa estará Junqueras, pero no los autónomos arruinados, las empresas que se han tenido que ir”, ha recriminado Arrimadas. La portavoz naranja ha señalado al ministro, además, de ser “el muñidor” de los dos tripartitos (PSC, ERC y ‘comunes’) anteriores en Cataluña y ha augurado que si dan los números volverá la misma fórmula al Palau de la Generalitat.
“No hay problema que no se resuelva a través del diálogo, no hay otro camino”, ha justificado Iceta la necesidad de la mesa. El PP se ha agarrado a que la llegada del nuevo ministro al Consejo de Ministros da alas al separatismo. “A estas alturas no engañan a nadie, sabido es por todos que el PSC y ERC son lo mismo”, ha asegurado la diputada popular Macarena Montesinos, quien también ha atizado al Gobierno por su intención de impulsar la mesa de diálogo.
A Iceta no le ha quedado más remedio que tirar de sentencia. El ministro ha leído a la diputada del PP la posición del Constitucional, que comparte “absolutamente” ha dicho, y que obliga a respetar todas las ideas que se quieran defender mientras no contravengan la legalidad vigente.
“Diálogo, negociación y pacto será mi divisa”
“Diálogo, negociación y pacto será mi divisa. La autonomía es el mejor servicio para los ciudadanos de Cataluña y de España”, ha lanzado el ministro como aviso a navegantes en una Cámara que le escuchaba con atención en su estreno.
El ministro de Política Territorial y Función Pública ha saludado a Arrimadas, pero se ha despedido de Laura Borràs. La portavoz de Junts hace el camino inverso de Iceta y pone rumbo a las elecciones del 14F. Por eso, el intercambio entre ambos ha merecido la pena, por único e irrepetible.
Iceta ha espetado a Borràs que lo que necesita el Gobierno en Cataluña es un “interlocutor comprometido con el diálogo”, porque la estrategia de confrontación que reclamaba el expresident Quim Torra “no es el camino para llegar a acuerdos”.
La candidata de Junts ha afeado a Iceta los reiterados incumplimientos del Ejecutivo con Cataluña y ha llegado a hablar, una vez más, de “maltrato financiero” al que España somete a su territorio más belicoso. Pero Iceta no ha dejado escapar la oportunidad de enconar la rivalidad entre independentistas en su respuesta y le ha devuelto el golpe con el ‘sí’ de ERC a los presupuestos: “Votaron sí porque las cuentas cumplen con los catalanes”.
Iceta ha cerrado su día de protagonista con un mano a mano con Rufián, quien le ha avisado de los peligros y bondades de Madrid. A saber, según el portavoz republicano, que, en la capital, Iceta es visto como un ‘filoindependentista’, que el agua es muy buena y que hay muchas banderas de España.
El ministro, tras dar un trago de agua, ha señalado escuetamente: “No menos que en Barcelona, pero yo no estoy ahí, entre quienes dan carnés de constitucionalista y de catalanista”.
Al Gobierno se le habían complicado las cosas en el Congreso en los últimos días por actitud de ERC, presa del ambiente enconado que se respira en Cataluña por la cercanía de los comicios.
Los republicanos cortaron con Sánchez y dejaron en precario al Ejecutivo rompiendo la mayoría de la investidura. Tanto, que la semana pasada PSOE y Podemos se dejaron abrazar por la abstención de Vox para salvar el crucial decreto que deja en manos de Sánchez la gestión de la lluvia de millones procedentes de la Unión Europea para mitigar el daño económico que está causando la pandemia.
Las hostilidades entre Ejecutivo y ERC cerraron este martes con un gesto hacia los republicanos de los dos partidos de la coalición, dispuestos a reabrir “urgentemente” la mesa de diálogo por la que tanto han preguntado a Iceta una vez haya nuevo Govern. Esa iniciativa restableció el equilibrio de fuerzas habitual: el Gobierno y sus aliados de casi siempre frente a la derecha hiperventilada por el separatismo.