Iberdrola, Endesa y Naturgy acuerdan el cierre de la nuclear de Almaraz en 2028
Las empresas eléctricas pactan unas inversiones de hasta 600 millones.
Iberdrola, Endesa y Naturgy han alcanzado un acuerdo para garantizar el futuro de la central nuclear de Almaraz, que deberá ser aprobado este viernes por la Asamblea de la sociedad propietaria de la planta, informaron a Europa Press en fuentes del sector.
El acuerdo, cerrado esta madrugada después de que en la jornada de ayer se intensificaran los contactos en busca de una solución ‘express’ que presentar este viernes y con la que tratar de cerrar el conflicto abierto por el futuro de Almaraz, supone garantizar el protocolo que las tres compañías y EDP habían rubricado con Enresa para la continuidad del parque nuclear y su cierre ordenado entre 2025 y 2035.
La situación entre las compañías se había encallado después de que Endesa no aceptara la imposición de condiciones por parte de Iberdrola y Naturgy no recogidas en el protocolo.
El 31 de marzo era la fecha límite para tomar la decisión de pedir la renovación para Almaraz, cuyo permiso de conexión caduca en abril de 2020, bajo la amenaza para los propietarios de la central -Iberdrola (53%), Endesa (36% y Naturgy (11%)- de enfrentarse a una sanción.
En concreto, la introducción de una cláusula a la petición de alargar la vida útil para no superar un tope del 15% a una cifra de inversiones recurrentes de unos 400 millones de euros distanciaba a las compañías, ya que Endesa sostenía que no existía ninguna condición en el caso de que las inversiones necesarias fueran superiores a las previstas, al ser una cuestión que debe ser determinada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
El acuerdo alcanzado entre las tres ‘grandes’ eléctricas ha elevado ese tope sobre la cifra de inversiones previstas de 400 millones de euros al 50%.
De esta manera, quedan acotadas las inversiones a realizar en la planta a unos 600 millones de euros, y si se supera ese tope las propietarias deberán volver a sentarse.
Asimismo, se mantiene la regla de pactar las decisiones por unanimidad, tal y como está previsto en las sociedades de interés económico (AIE) por las que se rigen las nucleares.
El acuerdo también garantiza el futuro en el caso de las centrales de Ascó y Vandellós II, donde son socias Endesa e Iberdrola, aunque en este caso se ha establecido una cifra de inversión acotada sin tope, indicaron fuentes del sector.
Alargar la vida de la central hasta 2027 y 2028
Según la ‘hoja de ruta’ acordada por las eléctricas y Enresa, el reactor Almaraz I se parará no antes de 2027, mientras que el segundo de sus reactores lo haría un año después (2028).
En concreto, supone que los dueños de la central cacereña pedirán 7,4 años, a contar desde la fecha de abril de 2020 en que expira la licencia para el primer reactor y 8,3 años para el segundo.
25 años de actividad
Con este acuerdo, se garantizan 25 años de actividad económica y empleo para la central de Almaraz, ya que además de la prolongación de la vida útil, posteriormente, estará el periodo de trabajos de predesmantelamiento y desmantelamiento.
El pasado lunes, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ya reafirmó en Extremadura que Almaraz iba “a estar funcionando por lo menos hasta final de la década” de 2020, como es 2028, tras lo que aclaró que el que no funcione a partir de esa fecha “no significa que no vaya a seguir teniendo empleo, todo lo contrario”, sino que “va a tener 15 años después por lo menos de desmantelamiento”.
El Gobierno remitió el pasado 22 de febrero a Bruselas su borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), en el que prevé que en 2030 todavía haya operativos en el ‘mix’ eléctrico español algo más de 3 gigavatios (GW) de nuclear y un cierre ordenado de estas plantas por orden cronológico.
El protocolo incluye un calendario de cierre para el parque nuclear español, contemplando las clausuras ordenadas y escalonadas de los actuales siete reactores desde 2027 (Almaraz) hasta 2035 (Trillo). De tal manera que, tras Almaraz, le tocaría el turno a Ascó I (2029) y Cofrentes (2030). En 2033, sería clausurado Ascó II y, en 2035, Vandellós y Trillo. A este ritmo, la vida útil de las centrales se situará en una media de unos 45-46 años.